«Pequeños errores»

Recientemente nos hemos enterado, por diversos medios de comunicación de los grandes y graves problemas ambientales, algunos de estos causados por errores, según lo planteado por Guerra Abud; además, dicho sea de paso, justificar el impacto ambiental como parte del “crecimiento económico del país”, luego entonces, llamémoslo así o por lo menos así lo llaman las personas encargadas de los organismos gubernamentales de verificar que las leyes ambientales sean respetadas, cumplidas y los impactos ambientales mitigados en nuestro país, si es que se les puede llamar “errores”, y si así lo fueran, se les podría llamar “errores anunciados”. Ya que desde hace mucho tiempo se ha documentado que la actividad minera tiene efectos devastadores; solo basta con dar una pequeña mirada a los países o estados que han contado y disfrutado de esta hermosa primavera minera, y nos podremos dar cuenta de lo que estas actividades han impactado a los ecosistemas locales; aunque cabe mencionar que en algunos casos no solo son locales pueden llegar a ser nacionales o hasta internacionales. p-13Pero, ¿es realmente la minería el problema? si han sido anunciados, entonces sería un buen inicio analizar qué es lo que causa y fortalece la existencia de dicha actividad extractiva, ya que todo apunta a que un sistema económico como el capitalismo, que cada vez se vuelve más depredador e incontrolable, lo que ha causado que en poco tiempo se tengan ríos contaminados, suelos erosionados, aire contaminado, ecosistemas devastados y de la mano este una pérdida de biodiversidad acelerada y por supuesto, problemas sociales, como los que ahora se reportan en innumerables poblaciones a nivel mundial, y en algunos casos con problemas irreversibles en el estado de salud de sus pobladores, lo que por supuesto afea el gran y colorido crecimiento económico de un país como el nuestro. Aun con lo anterior, los grandes aliados de un sistema como este, continúan  exponiendo discursos en los que resaltan frases que justifican lo que ellos llaman pequeños errores humanos. La verdad es que en poco tiempo lo que le ha costado a la naturaleza construir en miles de años termina por ser impactado de manera definitiva.

Por mencionar algunos casos podemos hablar a nivel mundial del Coltán, en la República Democrática del Congo, en donde la extracción de este mineral ha derivado en problemas ambientales y sociales de importancia mundial; dicho mineral es extraído para fines tecnológicos y podemos señalar que gran parte de los dispositivos electrónicos que se encuentran en el mercado hoy en día utilizan este mineral. Solo como referente para el lector y esperando despertar su curiosidad, comentaremos que en el Congo se encuentra cerca de 80 por ciento de las reservas mundiales, 10 por ciento se encuentra en Brasil y 5 por ciento, en Sierra Leona, el resto se encuentra en distintas partes del mundo.

A nivel nacional ya se ha referido el reciente derrame de 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico en los ríos Bacanuchi y Sonora apuntando como el principal culpable de dicho impacto ambiental a Grupo México, la compañía minera más grande del país. Además de las sanciones monetarias que ya ha publicado la Comisión Nacional del Agua (Conagua), y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), sería bueno dar a conocer el verdadero deterioro ambiental que han sufrido los ecosistemas de este lugar, para que realmente se evalúe si la sanción monetaria corresponde o contribuye a los esfuerzos que se llevarán a cabo para lograr la restauración ecológica de esos lugares. Lo anterior sin contar los problemas hídricos a los cuales se tendrán que enfrentar las comunidades cercanas al lugar, poblaciones que hasta el momento ya llevan un mes sin el vital líquido, podemos también subrayar el daño a la industria, a la agricultura, a la ganadería, entre otras; entonces, la pregunta es ¿y el crecimiento económico? Parecería que más que alentarlo estas actividades lo perjudican.

En México son muchos los problemas de tipo hídrico que existen, algunos causados por la gran demanda del recurso, sobre todo el que demandan las empresas para generar los bienes o servicios que, según las empresas, la población demanda para satisfacer sus amplias y exigentes necesidades, necesidades que en muchos casos han sido creadas; aquí cabe resaltar la producción de bienes o servicios con mano de obra barata e inclusive hasta esclava, ya que este problema social no es ajeno a los problemas ambientales, nos hemos preguntado ¿por qué existen en el mercado productos tan baratos, que si nos ponemos a pensar, el precio que pagamos por ellos, no equivale al costo real de producción? Ante este panorama es relativamente fácil explicar el por qué, ya que las empresas extraen de manera desmedida y poco regulada la materia prima para dichos productos y además de esto, encontramos manos esclavas, baratas o de infantes que maquilan dichos productos que finalmente llegan a nuestras manos, con precios que verdaderamente nos impactan ya que son tan accesibles que se vuelven desechables, en ocasiones no porque lo sean, sino por la cantidad y la accesibilidad con la que se venden.

Por  otro lado, los derrames de hidrocarburos, sin olvidar la exploración y extracción tanto de petróleo como de gas nos lleva a analizar la extracción de gas con una técnica llamada fracking o fractura hidráulica, la cual no cuenta con buenos antecedentes ya que al utilizar agua y materiales apuntalantes o químicos, estos pueden contaminar mantos acuíferos y tener los mismos efectos devastadores que la industria minera. Al momento, las reformas propuestas como la reforma energética de la que mucho se ha hablado, plantea el inicio de lo que el gobierno llama la “primavera energética”. De continuar así, los esfuerzos por preservar y rescatar los recursos naturales desde asociaciones, universidades o por qué no también dentro de las propuestas de los gobiernos, son esfuerzos totalmente inútiles, ya que mientras miles de personas plantean la mejora en la calidad de vida con base en el cuidado del medio ambiente, tal parece que unos cuantos, apoyados por miles, plantean continuar alimentando a ese gran dragón bautizado como capitalismo.

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