El uso de terapias alternativas basadas en remedios naturales para el tratamiento de enfermedades es de alto uso en México desde tiempos prehispánicos. La falta del conocimiento de los principios activos, así como de estudios científicos rigurosos, limita en gran medida el uso de plantas en la medicina tradicional. El árnica es una planta atípica, ya que produce efectos consistentes y su uso está basado en conocer los efectos de los principios activos, así como numerosos estudios preclínicos y clínicos que sustentan su uso con efectos secundarios mínimos.
Los extractos de árnica pueden incluir hasta 32 diferentes especies de plantas, todas pertenecientes a la familia de la Aesteraceae, entre ellas las más usadas son Arnica montana, A. chamissonis, A. fulgens, A cordifolia y A. sororia. Todas estas variedades contienen una alta cantidad de compuestos químicos llamados sesquiterpenos, donde diferentes partes de la planta producen una mayor o menor cantidad de estos compuestos, con una mayor cantidad en las flores comparada con las hojas y el tallo. Las plantas producen estos compuestos como un “antibiótico natural” o para producir un sabor particular, y de esta forma evitar ser comidas por herbívoros. Debido a la naturaleza de sobrevivencia de estos compuestos, los sesquiterpenos están comúnmente presentes en las distintas variedades de árnica.
Diferentes estudios han demostrado que los sesquiterpenos encontrados en el árnica reducen diferentes compuestos asociados con “sopa inflamatoria”, producida después de alguna lesión, de cirugía o enfermedades inflamatorias como la artritis. Adicionalmente, los extractos de árnica producen un extraordinario efecto analgésico en animales. Más aun, en los modelos donde se produce inflamación los extractos de árnica producen analgesia y sirven como desinflamatorios. En resumen, los extractos de árnica presentan compuestos como los sesquiterpenos que están respaldados por estudios donde se muestran sus fuertes efectos analgésicos.
En humanos, los extractos de árnica se han usado primariamente en forma de ungüento o en formulaciones homeopáticas para el tratamiento de una docena de condiciones asociadas con el dolor, entre las que se encuentran hematomas, artritis, dolor muscular y para reducir el dolor después de intervenciones quirúrgicas (cartílagos, muela del juicio, amígdalas y el síndrome del túnel carpiano), entre otras. Entre todas ellas, estudios donde se usan un gran número de sujetos de estudio, se tienen controles apropiados y bajo un riguroso análisis científico han sugerido un potente efecto en el tratamiento de dolor muscular y artrítico, con efectos más modestos en otro tipo de intervenciones.
Curiosamente, en el Hospital General de la Ciudad de México se tiene documentado que 20 por ciento de pacientes que llegan por primera vez para un diagnóstico especializado al servicio de reumatología han utilizado extractos de árnica para el tratamiento del dolor. 50 por ciento de estos pacientes es diagnosticado con algún tipo de artritis.
Un hecho es que la cantidad de sesquiterpenos no es homogénea en toda la planta, por lo que los efectos de los extractos dependerán de si contienen flores, hojas y tallo o solo las flores. La cantidad de sesquiterpenos también dependerá de la calidad de la materia prima, con mayor cantidad de sesquiterpenos si las plantas son recolectadas del hábitat natural, ya que su producción es un mecanismo de defensa natural, por lo que no todos los extractos producen efectos idénticos.
Los extractos de árnica han probado tener un poder analgésico comparable a los fármacos de elección como ibuprofeno y diclofenaco, sin producir los efectos secundarios de los mismos; poseen ingredientes activos verificados científicamente y respaldados por un buen número de estudios en humanos a gran escala. Por todas estas razones, el uso de extractos de árnica para el tratamiento de dolor o inflamación como terapia complementaria o alternativa es recomendado, aunque el uso particular debe ser monitoreado por un especialista en el área de la salud.
Este artículo es un extracto de la reseña “Effectiveness and safety of Arnica Montana in post-surgical setting, pain, and inflammation”, publicado por Iannitti T, Morales-Medina JC, Bellavite P, Rottigni V, y Palmieri B en el American Journal of Therapeutics.