Visión se refiere a la capacidad del sentido de la vista para interpretar el entorno que nos rodea a través de los rayos luminosos, que son colectados por el ojo. La percepción visual involucra a los estímulos cerebrales inducidos por las imágenes formadas por los órganos visuales. Ambos procesos nos ayudan a vivir de forma cotidiana con nuestro entorno. Los ojos son órganos especializados en colectar luz y en formar una imagen cada 1/24 de segundo, en promedio.
Para entender la visión hay que adentrarnos en la arquitectura del ojo y revisar sus partes. Haremos énfasis en dos partes fundamentales: el cristalino y la retina.
El cristalino es la lente orgánica biconvexa que forma la imagen sobre la retina. El cristalino está formado por células alargadas (fibras), compuestas principalmente por proteínas llamadas cristalinas. Estas fibras se producen durante toda la vida humana, por diferenciación de las células originadas en el epitelio. Como consecuencia de ello, el espesor de la lente crece con la edad del sujeto: en la corteza anterior y posterior, las nuevas capas de fibras se superponen a las viejas formando estructuras concéntricas estratificadas, transparentes, similares a las capas de una cebolla.
La retina es el lugar donde se forma la imagen producida por el cristalino. Es un tejido sensible a la luz situado en la superficie interior del ojo. Es similar a una tela donde se proyectan las imágenes. La luz que incide en la retina desencadena una serie de fenómenos químicos y eléctricos que finalmente se traducen en impulsos nerviosos que son enviados hacia el cerebro por el nervio óptico.
Fóvea y Foveola
En la retina hay una zona circular de 1.5 mm de diámetro, súper sensible, conocida como fóvea, donde se concentra el mayor número de células especializadas para detectar los colores conocidos como conos.
En el centro de esta área circular, y con un diámetro no mayor de 0,35 mm, está la zona llamada foveola, donde solo existen cerca de 25 mil conos (no hay bastones) muy delgados (con un
diámetro no mayor de 2 µm) abarcando un campo visual de, aproximadamente 1°.
A su vez, en el centro de esa área, con un diámetro de 0,1 mm, se halla lo que se denomina punto de fijación, que abarca un campo visual de 20′ y donde existen aproximadamente 2000 conos.
En toda la zona de la foveola los conos están conectados a una sola celda bipolar y solo a una celda ganglionar, lo que individualiza cada cono con un axón del nervio óptico, permitiendo, por consiguiente, tener la mayor resolución óptica (y visual).
Conos y Bastones: En la retina humana existen cerca de 140 millones de detectores. De estos, aproximadamente, 6 millones son conos. El resto son bastones o bastoncillos.
Hasta hoy, por métodos indirectos, se han detectado tres tipos de pigmentos en los conos. Cada uno de ellos corresponde a uno de los mecanismos de la visión del color. Por esta razón los colores primarios son tres: rojo, verde y azul.
Los bastones. En la retina del ojo, existen cerca de 130 millones de bastones. Sin embargo, en la parte central de la misma, conocida como la fóvea, que coincide con el centro óptico del ojo, no hay bastones. Los bastones o bastoncillos son los responsables de la máxima sensibilidad a la luz o, en otras palabras, los que nos permiten ver cuando los niveles de iluminación son muy bajos (como, por ejemplo, de noche, con la luz de las estrellas). Se cree que los bastones no contribuyen en modo significativo a la visión de los colores. Los bastones son sensibles aún a niveles muy bajos de iluminación, casi en el nivel cuántico. En los bastones hay un pigmento visual que se conoce como rodopsina o púrpura visual.
Sinapsis: La imagen formada sobre la retina y detectada por los bio-fotosensores, conos y bastones, mandan el estímulo a través de los ganglios neuronales, transformando estimulaciones fotoquímicas a eléctricas, a través del nervio óptico hasta el cerebelo, en esa zona ocurre la interpretación del entorno que nos rodea a través de la visón.
La sinapsis es una unión (funcional) intercelular especializada entre una neurona y una célula efectora (glandular). En estos contactos se lleva a cabo la transmisión del impulso nervioso. Ésta se inicia con una descarga química que origina una corriente eléctrica en la membrana de la célula emisora; una vez que este impulso nervioso alcanza la conexión con la otra célula, la propia neurona segrega un tipo de compuestos químicos que se depositan en el espacio sináptico (espacio intermedio entre esta neurona transmisora y la neurona postsináptica o receptora). Estas sustancias segregadas o neurotransmisores son los encargados de excitar o inhibir la acción de la otra célula llamada célula post sináptica.
Percepción
La Percepción visual es la interpretación cerebral de los estímulos electro-químicos generados por todo el proceso de visión. Las fotos sensores están limitados a un ancho de banda espectral electromagnética de entre 400nm a 700nm, “el cual denominamos la realidad visible”. Pero el cerebro también tiene su interpretación.
Ilusiones Ópticas: no siempre podemos confiar de nuestras percepciones visuales. Los componentes de un objeto pueden distorsionar la percepción del objeto. Nuestra mente es el árbitro final de la verdad. La mayoría de las ilusiones ópticas son el resultado de 1) elementos incongruentes en extremos opuestos de las líneas paralelas en un diseño, 2) influencia de los patrones del fondo sobre los elementos globales de un diseño, 3) el ajuste de nuestra percepción en los márgenes de áreas con alto contraste, 4) imágenes residuales en la retina que resultan de los movimientos oculares o de imágenes cinéticas, o 5) la incapacidad para interpretar la estructura espacial de un objeto con el contexto proporcionado por la imagen.
Como el fenómeno de la inhibición lateral que permite explicar fenómenos como el de la rejilla de Hermann, donde al mirar la rejilla en conjunto, vemos que en las intersecciones aparecen puntos grises, puntos que desaparecen si nos fijamos directamente en la intersección, demostrando que no son reales.
El cerebro, a través de su evolución, se hizo experto en patrones, es decir todas las experiencias e imágenes visualizadas en nuestra vida están guardadas en el cerebro, el cual al visualizar algo incongruente o desconocido el cerebro trata de adivinar el resto de la imagen produciendo los efectos visuales.