HAWC y el medio ambiente

Siendo un proyecto localizado dentro de la poligonal del Parque Nacional Pico de Orizaba, en las faldas del Volcán Sierra Negra, uno de los factores más importantes es la interación con el ambiente. Para llevarlo a cabo fue necesaria la realización, y posterior aprobación, de los llamados Manifiestos de Impacto Ambiental (MIA), en su modalidad Particular. Éstos fueron presentados con antelación ante las instancias gubernamentales correspondientes: Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).

p-09Uno de los requisitos para instalar HAWC en este lugar fue justamente adquirir los resolutivos correspondientes, tanto para la construcción del camino de acceso y tendido de la línea eléctrica subterránea (casi un kilómetro con un ancho de corona de seis metros) necesarios para el desarrollo del Observatorio, así como para la ejecución de la plataforma que albergaría el arreglo de los 300 detectores. Dicha obra mayormente incluía la remoción de material vegetal característico de esta zona y el movimiento de tierras.

Como era de esperarse, tratándose de un parque nacional, los términos y condicionantes descritos en el resolutivo correspondientes fueron estrictos y puntuales. El seguimiento a cada uno de estas actividades, como los programas de recuperación y conservación de suelos, informes y reportes periódicos, programas de protección de flora y fauna, programas de educación ambiental durante y posterior a la ejecución del proyecto, entre otros, se apegan a lo solicitado por las autoridades correspondientes y por supuesto a los lineamientos que marca la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente.

Es importante mencionar que también se incluyó dentro de la solicitud el sistema de retención, la colección y filtrado de agua, así como un programa de desmantelamiento del arreglo una vez que se concluya el periodo de operación del Observatorio, que es de 10 años a partir de su inauguración. Esta etapa consiste en la recuperación del suelo mediante el resembrado de especies de flora nativas del sitio que fueron removidas durante la etapa de instalación. El resembrado se realizará dentro de un periodo de tres años, iniciando el proceso de recuperación natural.

 

El camino

Una de las actividades importantes fue la construcción del camino de acceso, a lo largo del cual, como medida preventiva para disminuir los impactos ambientales, se elaboraron cunetas y vados. Éstos están localizados principalmente donde el flujo de agua perpendicular fuera importante, con la finalidad de evitar la erosión y el desgaste del camino.

Por supuesto, una de las medidas preventivas durante la construcción, tanto del camino como del arreglo, fue el regado de las zonas donde se realizaron desmonte, despalme, cortes y excavaciones, a fin de reducir el levantamiento de polvos y partículas a la atmósfera. Además se realizaron mantenimientos preventivos y correctivos de la maquinaria pesada y equipo, así como de los camiones utilizados en la construcción, a fin de evitar fugas y derrames de combustibles que pudieran alterar la calidad del suelo y del agua subterránea. También se redujo la emisión de gases contaminantes y de material particulado, entre muchas otras acciones.

Electricidad

En lo que se refiere a la línea eléctrica, se decidió que fuera subterránea por varias causas, pero la principal tuvo que ver con la integración del paisaje, ya que disminuye el impacto visual; además, técnicamente mitiga la atracción de descargas eléctricas.

Como una actividad también relevante podemos mencionar el programa de restauración, el cual incluyó transplantar la vegetación removida en la plataforma y en los taludes a sitios que quedaron sin vegetación y por lo tanto desprotegidas, como el talud lateral de dicha plataforma y el derecho de vía lateral al camino de acceso.

Para realizar el resembrado de la vegetación, se utilizaron especies nativas, en su mayoría con Stipa ichu (zacatonal alpino), Lupinus montanus, Eryngium proteiflorum, Senecio procumbens, etcétera. Previamente se realizaron pruebas piloto, basados en cuadrantes de 1×1 metros, en los que se verificó el procedimiento de transplante más adecuado y el porcentaje de supervivencia de las especies, principalmente afectadas por los parámetros: altura y condiciones climáticas (temperatura y vientos dominantes). Afortunadamente, gracias a los buenos procedimientos de transplante, la supervivencia fue de 90 por ciento, tanto en pendiente como en planicie, lo que se puede considerar como un éxito.

 

Y ahora que está terminado el proyecto, ¿qué sigue?

Una vez concluido el proyecto, es responsabilidad de la colaboración, y en particular del INAOE, llevar a cabo las medidas de mitigación y prevención ambiental descritas en los resolutivos, durante la operación y mantenimiento del observatorio. Algunas de las actividades incluyen: mantenimiento periódico del camino de acceso, incluyendo del sistema de drenaje para evitar la erosión, señalamiento preventivo y correctivo en cuanto a los cuidados del entorno natural (no prender fogatas, protección de la vegetación y fauna nativa, confinamiento de los residuos orgánicos e inorgánicos, manejo y disposición de residuos peligrosos, entre otros), programas de conservación y restauración de suelos (reforestación, brechas cortafuego, cercados, tinas de captación de agua, etcétera) y programas de protección de flora y fauna.

Una de las acciones con mayor impacto es el Programa de Educación Ambiental, el cual es dirigido no solo al personal que ejecutó el proyecto, sino también a los científicos y equipo técnico que laborará durante el tiempo de vida útil del observatorio y más importante aun, para las comunidades cercanas al proyecto, entre las que se encuentran: Texmalaquilla, Atzitzintla, San Manuel Cuyachapa, Esperanza y Ciudad Serdán. En estas comunidades se han desarrollado series de conferencias y talleres relativos a los objetivos principales del observatorio, se imparte información general sobre el Parque Nacional Pico de Orizaba, información específica como la flora y fauna característica del sitio, cómo conservar la vegetación forestal, el uso de ecotecnias, huertos escolares, composteo, hornos solares, tratamiento de agua, por mencionar algunos. En estas actividades se incluye la participación de los científicos, pero además de voluntarios pertenecientes a Cuerpo de Paz y otras dependencias nacionales que contribuyen en estas tareas de beneficio compartido.

Actualmente, el Observatorio HAWC es una realidad, además de representar un reto científico binacional, representa un beneficio para las comunidades cercanas. En lo económico por la generación de empleos que se han derivado de la construcción del observatorio y de su posterior operación y desmantelamiento, y en la parte humana por la formación de personal local y regional para la construcción y operación del arreglo.

 

Más información

Un informe más detallado de los resolutivos puede consultarse en la página de la Semarnat, www.semarnat.gob.mx

Resolutivo DFP/0575/2012 referente a las “Modificaciones de la construcción del Observatorio de Rayos Gamma de tipo Cherenkov HAWC-México”.

Resolutivo DFP/1090/2009 referente a “Construcción del camino de acceso y tendido de línea eléctrica para el observatorio de rayos gamma de tipo Cherenkov HAWC-México”.

Resolutivo DFP/3436/2007 referente a la “Construcción del observatorio de rayos gamma de tipo Cherenkov HAWC-México”.

 

[email protected]