Las placas astrofotográficas de Tonantzintla a la Memoria del Mundo

El INAOE posee una colección de 15 mil 686 placas astrofotográficas obtenidas con la Cámara Schmidt, el histórico telescopio del Observatorio Astrofísico Nacional de Tonantzintla, en un periodo de más de 50 años. Estas imágenes del cielo son únicas por su importancia científica e histórica. Por esta razón es que el pasado 22 de febrero fueron registradas como parte de la Memoria del Mundo, programa creado por la Unesco para coadyuvar en la preservación y difusión del patrimonio mundial documental.

p-19aA los acervos mexicanos que forman parte de este programa, como la Biblioteca Palafoxiana, el Códice Techaloyan de Cuajimalpa, los Códices del Marquesado de Oaxaca, los Fondos del Archivo Histórico del Colegio de Vizcaínas, se suma ahora la Colección de placas astrofotográficas obtenidas con la Cámara Schmidt del Observatorio Astrofísico Nacional de Tonantzintla (OANTON).

Por su número, porque ya no se fabrican y por tratarse de los primeros registros astronómicos de esta posición geográfica, se puede afirmar que esta colección es única en su tipo en el mundo.

 

Historia

El Observatorio Astrofísico Nacional de Tonantzintla fue fundado en 1942 por Luis Enrique Erro. Joven jurisprudente, político y astrónomo aficionado a la observación de las estrellas variables, Luis Enrique Erro sabía que, en materia científica, México debía dejar atrás la astronomía decimonónica e introducirse de lleno en el complejo y fascinante campo de la astrofísica moderna del siglo XX. Con ese espíritu emprendedor y visionario, fundó el OANTON en Tonantzintla, Puebla, en lo que constituyó el primer esfuerzo de descentralización de la ciencia en México.

El Observatorio fue equipado con el instrumento astronómico más grande y potente de su época, una Cámara Schmidt armada en los talleres de la Universidad de Harvard. Seducidos por el proyecto de Luis Enrique Erro, convergieron en Tonantzintla algunos de los jóvenes físicos, matemáticos, astrónomos y técnicos más talentosos y entusiastas de aquella época: Luis Rivera Terrazas, Carlos Graeff Fernández, Fernando Alba Andrade, Félix Recillas, Guillermo Haro Barraza y Enrique Chavira, entre otros. De especial relevancia resultó la contratación de la astrónoma Paris Pishmish, egresada de Harvard, quien fue la primera maestra de astronomía en México. Gracias a los extraordinarios contactos de Luis Enrique Erro en Estados Unidos, y en especial a su estrecha amistad con Harlow Shapley, los jóvenes científicos realizaron estudios de posgrado en ese país. Todos ellos regresaron a México y contribuyeron al desarrollo científico nacional.

Los descubrimientos

Con la cámara Schmidt del OANTON se estudiaron a profundidad vastas regiones del firmamento y se realizaron importantes descubrimientos de objetos celestes, entre los cuales destacan las estrellas ráfaga, las galaxias azules, el cometa HaroChavira y los objetos Haro-Herbig. El nombre de Tonantzintla apareció con frecuencia en los catálogos internacionales y se convirtió en referencia obligada para los especialistas. Algunos de los descubrimientos que se hicieron en el Observatorio obtuvieron el reconocimiento internacional y colocaron a México en un lugar destacado de la astronomía mundial.

 

Las placas

Las placas de vidrio utilizadas en la Cámara Schmidt de Tonantzintla miden 20.3 por 20.3 centímetros, tienen un milímetro de ancho y eran fabricadas por la Kodak-Eastman, que ya las descontinuó. El área que cubren en el cielo es de cinco grados por cinco grados de arco, lo que equivale a un campo cuadrado cuyos lados midieran 10 lunas llenas. Además de las 15 mil 686 placas de la Cámara Schmidt, se cuenta con una pequeña colección de placas  obtenidas con otras cámaras: 2 mil 154 placas obtenidas con la Cámara Ross; 433 placas con la Cámara Brashear; 503 placas de diversas cámaras y 782 placas de Monte Palomar.

p-19bLas placas se pueden dividir en dos tipos: las de imagen directa y las que se tomaron con un prisma objetivo. Entre las de imagen directa, 10 mil 445, hay también imágenes directas de tres observaciones en la misma placa, las llamadas de tres colores. Esta técnica fue creada por Guillermo Haro, y consistía en hacer tres exposiciones, en diferentes filtros,  sobre la misma placa, sin removerla. En otros observatorios se colocaba la placa, se apuntaba el telescopio y se dejaba que el telescopio avanzara y se daba un tiempo de exposición, se quitaba la placa y se ponía otra y así sucesivamente. Con esto se obtenía una sola imagen por placa. El campo de visión de una placa de la Schmidt es muy grande, por lo que no sólo se registraba un objeto sino muchos en una sola observación. Una variación de esta técnica consiste en exponer una placa seis o más veces, en un solo filtro, principalmente en regiones del cielo con nubes de formación estelar, para identificar estrellas ráfaga mediante la variación de su brillo. En cada placa astrofotográfica hay miles de objetos celestes registrados.

 

Relevancia

La trascendencia histórica de las placas radica en que contienen los primeros registros de las observaciones del cielo en esta posición geográfica. Temporalmente sirven aún de comparación para estudios de objetos variables. Sin embargo, lo que hace realmente importante a este acervo es su colección espectral: no existe en ninguna otra parte del mundo una colección espectral tan grande como la de Tonantzintla, donde se muestreó básicamente todo al centro de la galaxia y uno de sus polos.

Sin duda alguna, las placas astrofotográficas tomadas con la Cámara Schmidt hablan no solamente del cielo de Tonantzintla y de Puebla a lo largo de medio siglo. Forman parte de la historia regional  y de la historia científica nacional. El Observatorio de Tonantzintla representa el ingreso de México en la ciencia moderna.

Aunque las placas son objetos empleados para efectos de investigación científica, las imágenes plasmadas en ellas son indudablemente de alto valor estético. Asimismo, estas placas de vidrio ya no son fabricadas por la Kodak-Eastman, por lo que su conservación es de vital importancia no sólo para el INAOE sino para México y el mundo.

 

El futuro

La colección de placas se encuentra en un cuarto con acceso controlado; está debidamente resguardada con humedad y temperatura controladas y solo el personal autorizado tiene acceso a ella. La colección será digitalizada en su totalidad, clasificada, conservada y difundida. La comunidad científica nacional ha comenzado a ver con otros ojos este acervo: sabedores del proyecto de digitalización, los investigadores han mostrado gran interés en explotar científicamente las imágenes de las placas ya que, por sus características y número, pueden contener valiosa información sobre objetos celestes diversos.

El proyecto de digitalización, apoyado por Conacyt arrancó en 2007, y en los últimos años se ha vuelto más ambicioso, ya que también incluye un catálogo digital y se trabaja con herramientas computacionales para clasificar automáticamente los miles y miles de objetos celestes plasmados en ellas: estrellas, galaxias, cometas, nebulosas, etcétera.

Gracias a este proyecto los astrofísicos actuales podrán ver con nuevos ojos las placas fotográficas de Tonantzintla, explotarlas para su trabajo y descubrir en ellas nuevas cosas. Gracias al registro en la Memoria del Mundo, todos los mexicanos veremos también con nuevos ojos este tesoro astronómico.

 

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Más información

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www.memoriadelmundo.org.mx