Avance tecnológico, ¿a cambio de qué?

El canto de las aves me ha despertado como cada mañana; lo primero que hago es tomar mi teléfono celular para ver la hora y de paso, revisar si tengo alguna notificación, whatsapp, facebook, twitter, instagram o quizás algún correo perdido. Es tanta la dependencia que hemos creado hacia estos aparatos que hoy en día es impensable estar sin ellos. Hay quienes dicen que estas son cosas del demonio, otros que estos fueron creados solo para perder el tiempo, algunos más, pero los menos, que la tecnología ha tenido tantos avances que debemos estar al día para no estar desconectados del mundo actual o como la tía Gertrudis de 59 años, quien no del todo acepta los avances tecnológicos, pero sin duda se sorprende cuando alguien le dice que no tiene whatsapp. Esto seguramente a más de uno les sonara familiar, pero ¿cómo es que con un celular, tableta o computadora podemos estar conectados con el mundo?, la respuesta es sencilla, gracias a la invención del internet se ha logrado esto, pero exactamente ¿qué es lo que permite que se tenga internet en cualquiera de estos dispositivos? Para responder a esto, nos iremos hasta el otro lado del charco y a través de esta lectura viajaremos hasta la República Democrática del Congo.

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La República Democrática del Congo es uno de los países más importantes del mundo en términos de diversidad biológica, ya que presenta una gran variedad de ecosistemas, esto ha permitido que conserve cerca del 11 por ciento de su territorio actual decretando un gran número de áreas naturales protegidas, 180 millones de hectáreas de selva tropical cubren gran parte de este país, esto ha permitido que se le conozca como el corazón verde de África y que se le ubique como la segunda zona boscosa más importante del mundo.

Actualmente la supervivencia de aproximadamente 30 millones de personas en África Central depende de forma directa de la utilización de los recursos naturales que los ecosistemas les proveen, además, el Congo alberga especies emblemáticas, como la mayor población de elefantes africanos, junto a gorilas de montaña o chimpancés pigmeos.

Sin embargo, las zonas boscosas de África no solo son de vital importancia para ese continente, de hecho, representan una fuente de bienes y servicios para todo el planeta, ya que constituyen un gran valor para la economía mundial, al proveer agua, minerales o madera, así como contribuir a la regulación del clima, entonces, usted, querido lector, dirá y todo esto ¿qué tiene que ver con el que podamos hacer uso del internet de este lado del charco?, pues que gracias a que el Congo tiene la mina más grande del mundo de donde se extrae Columbita y Tantalita, mejor conocido como Coltán, dicha combinación ha contribuido al progreso de la industria electrónica. La superconductividad, su capacidad para almacenar carga eléctrica temporal y liberarla cuando se necesita, y su alta resistencia a la corrosión, lo han convertido en un material imprescindible para la fabricación y miniaturización de condensadores para teléfonos móviles, videojuegos, ordenadores, pantallas, sistemas GPS, satélites o armas teledirigidas.

Lamentablemente no todo es color de rosa, desde de finales de los 90 se dio el boom por extraer Coltán, llevando a que desde entonces exista una guerra en esa zona, la cual ha dejado a millones de muertos, aunado a esto, se permitió que la explotación infantil creciera considerablemente, claro, sin olvidar el impacto ambiental causado por la deforestación de las zonas boscosas para poder acceder a las minas. Ante esto podríamos acusar a los africanos por dicha situación, sin embargo, son las empresas transnacionales las que tienen el ojo puesto sobre el Congo y las que regulan el mercado internacional, siendo Estados Unidos y Australia los principales productores de Coltán, quienes abastecen  las necesidades de consumo de los que estamos de este lado y que han sido los promotores de esta situación.

Definitivamente el problema es muy grave; de entrada, sería difícil el aislarnos de este mundo tecnológico, pero esto nos lleva a otra pregunta, de acabarse el Coltán, ¿se acabaría también la tecnología? sin duda, creemos que hasta el momento tenemos un futuro incierto tanto tecnológico como ambiental, lo que sí podríamos hacer de manera inmediata, sería tomar conciencia sobre dicha problemática y a medida de lo posible tener un consumo responsable, es decir, no consumir solo por moda.

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