Los ciudadanos del municipio de Puebla valoran la gestión pública encabezada por Enrique Peña Nieto de corrupta, ineficiente, contraria a los intereses de los grupos vulnerables, y permisiva al crimen organizado y los grupos de poder. Al Ejecutivo federal lo perciben corrupto, incapaz, mentiroso, distante al pueblo, sin liderazgo y con mala relación con los partidos políticos y la prensa.
Cuatro de cada cinco ciudadanos residentes en Puebla creen que la gestión federal ha sido ineficiente o muy ineficiente en nueve rubros propios del ejercicio administrativo: fomento del empleo, la educación, la salud, el campo; y en el combate a la pobreza, al narcotráfico, la corrupción y la inseguridad pública, y en resolver conflictos políticos. La ineficiencia más alta es en la lucha contra la corrupción y el narcotráfico y la menor en la promoción de la salud y la educación. Entre el registro de 2013 y el actual, la valoración negativa de los nueve rubros aumentó en 16 por ciento.
Sobre las virtudes deseadas en un estadista, tres de cada cuatro ciudadanos del municipio de Puebla consideran que Enrique Peña Nieto carece de ellas. Solamente en tolerancia ante sus críticos las valoraciones positivas son más altas que las negativas; en otras seis valoraciones, las negativas son tres veces o más altas que las negativas. Tres de cada cuatro ciudadanos percibe que Peña Nieto no tiene capacidad, no es líder ni es cercano a la gente; cuatro de cada cinco ciudadanos dicen que no tiene credibilidad, y nueve de cada 10 lo perciben corrupto y les genera desconfianza. En los dos últimos años, las valoraciones negativas sobre la capacidad de liderazgo de Peña Nieto crecieron 29 por ciento.
La relación de Peña Nieto con grupos de poder fáctico se ha deteriorado, son ya tres de cada cuatro ciudadanos los que perciben como débil al Ejecutivo federal ante el gobierno de Estados Unidos, las organizaciones empresariales, la Iglesia y el crimen organizado. La mayor debilidad del gobierno de Peña Nieto se registró ante los cárteles y la menor con la Iglesia. En los dos últimos años el deterior del gobierno ante estos poderes fue de 34 por ciento.
Con relación a la orientación de las políticas públicas, cuatro de cada cinco ciudadanos del municipio de Puebla que disponen de teléfono en casa consideran que la población objetivo de las mismas no han sido los sujetos en cuyo nombre se prometió gobernar, y de 10 grupos considerados, solo los empresarios han recibido ayuda significativa; no sucedió así con los pobres, migrantes, indígenas, campesinos, deportistas, mujeres, niños, ancianos y estudiantes. Los indígenas y migrantes fueron los invisibilizados de las acciones públicas en tanto que los empresarios fueron los favorecidos. El promedio de las valoraciones negativas en 2013 fue de 78 por ciento y a fines de septiembre del año en curso era 84 por ciento.
La evidente insensibilidad e incapacidad de Peña Nieto para gobernar genera valoraciones críticas de su gestión y de su persona (4.9 de calificación en escala del uno al 10; 67 por ciento de opiniones negativas sobre su gestión y 84 por ciento de desaprobación), así como un rechazo hacia su partido (45 por ciento) y las políticas públicas neoliberales en curso. Que está situación incida o no en la renovación del Ejecutivo federal dependerá en mucho de la construcción de programas y candidaturas consensadas en interés de los excluidos y o en función de las élites políticas.