Reconceptualizando a los dinosaurios

A diferencia de otras épocas, el actual estudio de los dinosaurios no ha sido tan prolífico en cuanto a nuevas especies descritas. Sin embargo, la aplicación de nuevas técnicas y algunos extraordinarios hallazgos han permitido cambiar varias ideas preconcebidas, dando comienzo a un nuevo apogeo en el estudio de estos organismos.

Gran parte del conocimiento de estas especies se originó cuando fueron descritos por primera vez. En algunos casos estas descripciones tienen más de dos siglos de antigüedad, aunado a esto, la falta de técnicas y conocimientos de esas épocas, hacen equivocas muchas suposiciones acerca de los dinosaurios. Durante los últimos años y en específico en el año 2015, las investigaciones de estas antiguas criaturas han evidenciado particularidades en el comportamiento, color y morfología, hasta ahora desconocidos por el hombre.

Dreadnoughtus schrani. Imagen tomada de http://romangm.com/dinosaur-stars/

Dreadnoughtus schrani. Imagen tomada de http://romangm.com/dinosaur-stars/

Adaptaciones Ecológicas. Esta nueva oleada de descubrimientos, ha permitido reconstruir a los dinosaurios no solo como organismos, sino como integrantes activos de un ecosistema bien adaptados a distintos ambientes. Usando modelación digital, cálculos biomecánicos e impresiones en tercera dimensión se han logrado dilucidar algunos aspectos como la velocidad o el centro de gravedad, que se creyeron imposibles de obtener de organismos los cuales no solo están extintos, sino que no cuentan con animales comparables en la actualidad. Ideas como que los dinosaurios en su totalidad eran terrestres, se han hecho obsoletas. Por ejemplo los hallazgos más novedosos muestran un estilo de vida semi-acuático en el dinosaurio Spinosaurus aegyptiacus1, el cual previamente se había considerado un gran bípedo que habitaba cerca de ríos, ahora se sabe que tenía patas cortas similares a un cocodrilo y posiblemente nadaba como tal. En ocasiones, el hallazgo oportuno de un fósil asociado al ambiente donde habitó en vida, permite develar aspectos de su ecología, por ejemplo el Oryctodromeus cubicularis2, fue encontrado cerca de un túnel similar a una gran madriguera, sumado a que sus patas presentan garras con una curvatura remarcable, se determinó que este dinosaurio era un excavador. Aún más sorprendentes son los casos del Microraptor gui3, un pequeño dinosaurio arborícola completamente emplumado capaz de planear y un dinosaurio terópodo de China recientemente descubierto llamado Yi qi4, el cual era capaz de volar ayudado de una membrana en sus extremidades anteriores.

 

Plumas y el color de los dinosaurios. Uno de los temas más controversiales de las últimas dos décadas con respecto a este grupo de organismos antiguos fue la presencia de plumas. Sin embargo, estas inferencias partían de algunas estructuras poco claras. No obstante, fueron encontrados varios ejemplares principalmente provenientes de China como el Sinosauropteryx y el Caudipteryx que presentaban una inconfundible cubierta de plumas, confirmando ideas previas. Por lo que se aceptó que dinosaurios cercanos a las aves modernas, principalmente carnívoros, poseían plumas lo cual evolutivamente tiene mucha coherencia. Para sorpresa de todos, durante los últimos 10 años se encontraron tres distintas especies de dinosaurios herbívoros, los cuales tenían plumaje. Por ejemplo, el Psitacosaurus, pariente primitivo del famoso Triceratops, presentaba plumas en la parte dorsal de la cola. El Tianyulong confuciusi y el recientemente encontrado Kulindadromeus zabaikalicus, son dos Ornitisquios los cuales estaban cubiertos de plumas también. La importancia de estos hallazgos radica en que es muy posible que gran parte de los dinosaurios de los cuales no se tienen fósiles en buen estado de conservación también hubieran presentado un abrigo de plumas en vida, reformulando muchas ideas sobre comportamiento. Por otra parte el uso de microscopia electrónica y computadoras de nueva generación han permitido la comparación de plumas actuales con sus contrapartes fósiles, develando así la existencia de unos reservorios de pigmento llamados feomelanosomas, ayudando a definir por primera vez el color de algunos dinosaurios. En específico estudios sobre el Archaeopteryx litographica muestran que era un animal con plumaje completamente negro5 y con iridiscencia, mientras que Sinosauropteryx, era café rojizo con franjas blancas en la cola.

Nuevas especies, resurrecciones y redescripciones. A la par de nuevas especies como las antes mencionadas Kulindadromeus zabaikalicus o Yi qi, han ocurrido hallazgos excepcionales como el caso del Dreadnoughtus schrani, un saurópodo titánico de Argentina que se ubica como uno de dinosaurios más grandes de todos los tiempos con 26 metros de largo. Chilesaurus diegosuarezi, una nueva especie de terópodo destacable por su extraña anatomía y por ser de los únicos téropodos herbívoros conocidos. Otro descubrimiento remarcable fue la primera descripción de Deinocheirus mirificus, conocido previamente solo por sus extremidades anteriores, permaneciendo en el misterio durante décadas. Sorprendió su inusual forma similar a un pavo de gran tamaño y su omnivoría, a pesar de ser un dinosaurio desdentado. Para culminar con un año de grandes hallazgos y polémica paleontológica se dio caso de la resurrección del Brontosaurus, siendo descrito por primera vez en 1879, el Brontosaurus excelsus, cayó en sinonimia con Apatosaurus por lo que fue eliminado como género. Sin embargo, recientemente se realizó una revisión exhaustiva contemplando un gran número de géneros, especies de ejemplares fósiles y se determinó que Brontosaurus excelsus era lo suficientemente diferente para hacer de nuevo valido a ese género.

Estos extraordinarios hallazgos, apoyados por el uso de nuevas tecnologías y conocimientos, nos permiten ver que el estudio de los dinosaurios es una disciplina actual, vigente y que tiene muchos años de investigación por delante.

 

 

Referencias

 

  1. Ibrahim, Nizar; Sereno, Paul C.; Dal Sasso, Cristiano; Maganuco, Simone; Fabri, Matteo; Martill, David M.; Zouhri, Samir; Myhrvold, Nathan; Lurino, Dawid A. (2014).»Semiaquatic adaptations in a giant predatory dinosaur». Science 345 (6204): 1613–6.

 

  1. Varricchio, David J.; Martin, Anthony J.; and Katsura, Yoshihiro (2007). «First trace and body fossil evidence of a burrowing, denning dinosaur». Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences 274: 1361–1368.

 

  1. En-Pu Gong, Larry D. Martin, David A. Burnham, Amanda R. Falk and Lian-Hai Hou (2012). «A new species of Microraptor from the Jehol Biota of northeastern China». Palaeoworld 21(2): 81–91.

 

  1. Xu, X.; Zheng, X.; Sullivan, C.; Wang, X.; Xing, L.; Wang, Y.; Zhang, X.; o’Connor, J. K.; Zhang, F.; Pan, Y. (2015). «A bizarre Jurassic maniraptoran theropod with preserved evidence of membranous wings». Nature.

 

  1. Carney, R; Vinther, Jakob; Shawkey, Matthew D.; d’Alba, Liliana; Ackermann, Jörg (2012). “New evidence on the colour and nature of the isolated Archaeopteryx feather”.Nature Communications 3: 637.

 

 

 

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