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Anecdotario INAOE

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En este texto queremos incluir algunos fragmentos de las anécdotas que nos están contando diversos actores del INAOE: investigadores, técnicos, estudiantes y otros trabajadores. Estas anécdotas fueron videograbadas y serán distribuídas, principalmente, en nuestras redes sociales. Pueden seguirnos para conocer más de la parte humana de este gran centro de investigación.

 

pag-08a“Yo llegué al INAOE en octubre de 1993, llegué a trabajar en el grupo de Astrofísica con Alfonso Serrano, en ese momento estaba de Coordinador Octavio Cardona.

Me tocó, al poco tiempo, al año de que entré al INAOE, la firma del convenio del Gran Telescopio Milimétrico en Conacyt y desde ese momento estuve colaborando en el proyecto del GTM. Mantuve mi interés por astrofísica en altas energías, es el área en la que me formé. Organizamos un workshop aquí en el INAOE en el año 2001 y finalmente en 2006 con el desarrollo del sitio de Sierra Negra para el GTM pudimos proponer la ubicación del Observatorio HAWC que actualmente lo tenemos funcionando y dando datos.

De algo que recuerdo, es que como al año de que entré, fui nombrado coordinador de Astrofísica y todavía estábamos en el edificio que es actualmente el edificio de GTM, y una de las tareas que me asignó Alfonso Serrano fue la de seleccionar cubículos para los investigadores, lo cual cuando yo fui Pos-Doc en Holanda en la Agencia Espacial Europea; ya le había tocado al que era en aquel entonces mi jefe; entonces recuerdo muy bien que él comentaba que era un proceso que había que ir con mucho cuidado porque la gente, realmente el espacio, el cubículo es como el espacio vital y que había que hacerlo con cuidado y afortunadamente salió todo bien…”

 

Alberto Carramiñana Alonso.

Investigador.

Coordinación de Astrofísica.

 

 

 

pag-08b“Desde que se fundó el INAOE estoy trabajando aquí, ya son 45 años. Lo que les voy a platicar es una anécdota de cuando se decidió terminar de pulir y trabajr el espejo primario del telescopio del INAOE que está instalado en el Observatorio Guillermo Haro en Cananea, Sonora, este espejo es un espejo de 210 cm de diámetro con un orificio a centro de 55 cm y radio de curvatura de 1164 cm y su forma es hiperbólica…

En 1978, en el mes de mayo, se decidieron hacer ya las pruebas finales para detener el trabajo de pulido de la superficie… la precisión que se alcanzó fue de un octavo de la longitud de onda de la luz, que es un valor muy preciso y que se requiere para las componentes de muchos sistemas ópticos, incluyendo los telescopios astronómicos como el que está instalado en Cananea… Entonces para cerrar esta operación… decidimos  celebrar en esta ocasión los miembros que habíamos trabajado en este proyecto y la celebración fue disfrutar de angulas en aceite compramos cuatro latas, una botella de vino y lo disfrutamos mucho con pan de agua y pan de centeno, a la hora en que terminamos esta labor, que había sido muy frecuente de los últimos dos años 1977-1978, era un día de la semana, no recuerdo qué día de la semana, eran como a las 12:15 de la noche, paramos después de haber revelado la placa nos sentamos a disfrutar de este pequeño convivio entre los que participamos principalmente en este proyecto que fueron Daniel Malacara, José Castro, Jorge Cuautle, Juan Carlos Martínez y su servidor Alejandro Cornejo. Durante una hora estuvimos disfrutando este convivio, recordando todas las peripecias que tuvimos  a lo largo de estos cinco años y una vez que terminamos,  como siempre, ya eran casi la 1 de la mañana, apagamos la luz del taller, cerramos las puertas y cada quien se fue a su casa”.

 

Alejandro Cornejo Rodríguez.

Investigador emérito. Coordinación de Óptica.

 

 

 

pag-08c“Yo soy egresado de la carrera de Física; mi intención al terminar la licenciatura era aplicar esos conocimientos a una área en específico; entonces a mí me interesaba sobre todo poder encontrar o desarrollar una nueva técnica en un laboratorio y este instituto me ofrecía esa posibilidad, ya que en el área de óptica es muy variado las ramas que uno se puede encontrar para aplicar el uso de la ciencia, era lo que yo esperaba, sobre todo hallar una aplicación en biología o medicina y viniendo a visitar al Instituto y hablar con diferentes profesores me di cuenta que tenían las herramientas y el equipo necesario para poder desarrollar esas técnicas, es por eso que me decidí por hacer el posgrado acá, y estoy muy contento con todo lo que he logrado y los resultados que he obtenido han valido la pena  ya que he tenido oportunidad de publicar artículos sobre mi trabajo en revistas internacionales y es parte del aprendizaje que uno va teniendo aquí.

… los profesores ya que son muy accesibles, el instituto en sí me ha ofrecido muchas oportunidades, tanto para hacer estancias de investigación y entre los mismos estudiantes organizamos un grupo para hacer divulgación, que eso es de aplaudirse, porque no siempre se tiene esa oportunidad de compartir con la demás gente un poco de lo que estamos haciendo en este Instituto. La meta es despertar en las demás personas esa curiosidad para que también se interesen en la ciencia…”

 

Rafael Páez.

Estudiante de Doctorado en Óptica

 

 

 

pag-09a“Yo llegué aquí en 1980; un día 2 de enero, que por cierto no me dejaron entrar porque estaban de vacaciones; entonces me dijeron que tenía que esperar al investigador con el que iba a trabajar y que era difícil que llegarán, entonces me senté afuera del instituto a esperar a que llegaran y efectivamente llegaron, entonces ya me presentaron con el portero, que en ese entonces era Guillermo Becerra, quien fue trabajador del instituto y ya está jubilado, y me dijeron que podía entrar.

Muy chistoso porque yo inclusive tuve llave del Instituto; todos teníamos llave del Instituto, éramos sesenta gentes (sic) en total, entonces yo llegaba y abría la puerta de entrada del INAOE y después teníamos que cerrar, yo no tenía carro en esos años, entonces cerrábamos y subíamos por la única subida que había, que es la carretera.

Llegué a trabajar a la Coordinación de Óptica con el Dr. Ojeda y resulta que en eso años fue muy interesante porque se trajo mucha gente de muy alto rango…

… y es muy bonito porque muchos de los investigadores que ya mencioné reconocieron el trabajo que se hacía en el Instituto, decían que éramos como jardineros, porque en Alemania las manos de los jardineros eran muy ágiles y muy buenas; entonces nos decían que éramos los jardineros de la óptica.

Cuando llegué eran cuatro investigadores en óptica, había seis en electrónica y cinco en astrofísica, me tocó que mi contrato lo firmará Guillermo Haro, así que yo he visto a todos los directores pasar por este Instituto, desde Guillermo Haro, y eso es muy bonito porque la historia de este instituto la he visto, he visto crecer este Instituto en una forma exponencial, cuando llegué éramos sesenta gentes (sic)  y ahora somos más de quinientos…”

 

Jorge Ibarra Galitzia.

Técnico en Óptica.

 

 

 

pag-09b“Yo desde 1993 estoy en el Instituto y me ha tocado ver el cambio radical que ha tenido este Instituto desde que yo llegué a la fecha, de hecho me ha tocado de los dos lados, de la parte académica y la parte administrativa.

Yo fui coordinador de posgrados del INAOE de 1997 a 2001, y de 2001 a 2011 fui el director general del INAOE, tuve ese gran honor y pues me ha tocado ver de todo y como digo la parte del crecimiento del instituto a lo largo de estos años.

Me tocó también toda la parte de la construcción del Gran Telescopio Milimétrico, cuando yo llegué al INAOE estaban nada más los cimientos y afortunadamente me tocó entregarlo ya completamente terminado, listo para la siguiente etapa, la etapa de ajuste fino de todos los sistemas del telescopio y durante la construcción del telescopio hay miles de historias que se pueden contar.

Una que recuerdo es que cuando se decidió que se iba a construir el telescopio en la sierra negra, no había camino para subir a la montaña; nada más llegabas a donde está ahora la pluma, el camino hacia el Pico de Orizaba, entonces ¿cómo llegábamos a la cima? Lo más sabio para subir a la cima de la montaña eran las mulas, entonces se rentaron o compraron unas mulas y vámonos para arriba; no fui yo, fueron otras personas, eso me lo platicaron, y perfecto las mulas encontraron el camino ideal, pero en una de esas subidas una de las mulas se desbarranca y se muere, entonces se tuvo, la gente del GTM tuvo, una observación muy fuerte de la contraloría diciendo que: por qué el INAOE había comprado una mula si no estaba dentro de sus funciones de ciencia y formación de recursos humanos. Entonces tuvimos que explicar, no sé de qué manera, que la mula se tuvo que haber rentado para un trabajo científico; eso le costó mucho entender a los de la Contraloría. Y es una observación que tuvimos durante mucho tiempo…

Estoy muy contento de estos 45 años, el INAOE se está consolidando como uno de los centros de investigación más importantes en nuestro país, es uno de los centros Conacyt con mayor avance, de los más grandes y de los más importantes, y también estoy contento de la parte que últimamente estamos desarrollando de ciencia y tecnología del espacio que yo creo que va a poner al INAOE como siempre a la frontera del conocimiento, la innovación y del desarrollo tecnológico en el país, que es una de las vocaciones de este instituto…”

 

José Guichard Romero.

Director del CRECTEALC Campus México.

 

 

 

 

pag-09c“Yo llegué aquí  al INAOE el primero de julio de 1989, vine invitado para participar en un grupo, que ya desapareció, que era el grupo de Desarrollo Tecnológico.

De lo que les puedo contar del aquel entonces es que trabajábamos aquí arriba en el cerro del INAOE, y cuando nosotros teníamos que llegar hasta aquí arriba  a las instalaciones, no existía el camino que existe ahora para cruzar el bosquecito, en la mañana de cualquier forma nos atravesábamos por ahí sorteando raíces y ramas, pero para pasar en la noche teníamos muchos conflictos, de hecho era prácticamente imposible, aunque suene un poco raro, pero las noches eran tan oscuras que a veces al intentar caminar por ahí ponía la mano enfrente de la cara y no alcanzaba ver la mano, entonces tenías que bajar por el camino que pasa junto la alberca y más de una ocasión me sucedió que al ir caminando, sin darme cuenta mis pies ya estaban en el pasto, y era complicado orientarse porque caminaba uno sin poder ver y terminaba uno metiéndose y golpeándose a veces con un árbol.

Entonces la técnica que yo desarrollé para no perderme ahí, aun en ese corto camino, era caminar con un pie en el asfalto y un pie en el pasto para saber que estaba yo caminando a la orilla del camino. Y en esas ocasiones que uno bajaba con poca iluminación, en las noches sin luna, cuando llegaban a mover la Cámara Schmidt, cuando uno iba pasando junto era un ruido tremendo que le hacía sobresaltarse; en más de una ocasión tiré lo que tenía en las manos por el ruido tan fuerte que se hacía, hasta que uno iba llegando a la caseta ya podías ubicarse fácilmente.

En ese tiempo los astrónomos nos decían que no se podía poner iluminación, porque había contaminación lumínica porque todavía utilizaban los telescopios que había ahí. Tiempo después ya hubo una autorización para que se hiciera el camino y que se pusieran lámparas que marcaban el camino y eso ha solucionado nuestro andar en el ir y venir en el cerro…”

 

Juan Manuel Álvarez Ledezma.

Técnico en Investigación en el laboratorio de Microelectrónica.

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