Desarrollo Tecnológico Nacional

Se tiene en México un estancamiento económico prolongado, el mercado interno no es prioridad de la política económica. No hay, no existe vida industrial nacional, algunos piensan que se avanza por el hecho de estar vendiendo muchos automóviles a otros países, es decir estar armando autos con las tecnologías y políticas previamente definidas por los consorcios en sus países de origen. Ser usuario de alguna tecnología de estas ensambladoras de vehículos no implica el uso sistemático del conocimiento y la investigación dirigidos hacia la producción de materiales, dispositivos, sistemas o métodos incluyendo el diseño, desarrollo, mejora de prototipos, procesos, productos, servicios o modelos organizativos.

De acuerdo con un estudio del Dr. Ernesto Piedras, Director General de Competitive Intelligence Unit CIU, menciona que el paradigma de las economías modernas, la innovación se incentiva a través de los sistemas de protección a la propiedad intelectual, con lo cual el inventor o creador tiene derechos de explotación por un determinado tiempo (20 años en México) sobre su respectiva innovación o creación, con el fin de cubrir los costos asociados y premiar su esfuerzo creativo. De acuerdo con Joseph Schumpeter, los ciclos de expansión de las economías están ligados a periodos previos de fuerte innovación que sólo pueden ser explicados por un mecanismo de protección de propiedad intelectual sólido. Es indispensable destacar que la transformación de estas economías no sólo se da a partir de la generación propia de tecnología expresada en la cantidad de patentes producidas por las mismas, sino de la forma en que las nuevas tecnologías son comercializadas o adoptadas en prácticas concretas. De esta forma, la invención contenida en una patente tendrá un verdadero impacto en la actividad económica (Scherer).

Prácticamente todos los productos comerciales que utilizamos en nuestro país con cierto nivel de tecnología como son; computadoras, teléfonos, automóviles, televisores, cámaras de video y fotográficas, equipos de sonido, electrodomésticos, medicamentos de patente, etcétera, proviene de investigaciones y tecnologías desarrolladas en el extranjero, por supuesto ellos son los propietarios y comercializadores de las tecnologías.

El Desarrollo Tecnológico Nacional debería ser la prioridad para incentivar la industria nacional y por lo tanto el crecimiento económico del país. Que inicia con una mejor educación, apoyo a la investigación, a la tecnología y por supuesto a la innovación. México se caracteriza por tener personas muy creativas sobre todo dentro de los jóvenes, pero infortunadamente existen pocas innovaciones nacionales, por el hecho de que pocas veces concretamos nuestras ideas, es decir, no se comercializa el producto imaginado, si acaso se realiza un prototipo muchas veces sin el estándar de calidad requerido para llevar a la sociedad.

Tampoco se tiene la cultura de la protección de la invención, pero en los últimos años en las instituciones de Investigación y de Educación Superior se ha dado un gran impulso al patentamiento de las investigaciones novedosas, con actividad inventiva y que podrían tener una aplicación industrial. Dentro de las solicitudes de patente en las Instituciones de Educación Superior de enero de 2010 a junio de 2016, la que se destaca es la UNAM con 303 solicitudes, le sigue el Tec. de Monterrey con 220 y en tercer lugar la BUAP con 157 solicitudes de patente, posteriormente está la UANL con 151, el IPN con 150, la Universidad de Guanajuato 57, UAM 56, el INAOE que es un centro de investigación en este mismo periodo antes mencionado tiene 33 solicitudes de patente, según el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI). Las universidades presentaron 349 solicitudes en 2010; 338, en 2011; 435, en 2012; 374, durante 2013; 449 en 2014; 533, en 2015, y ya son 240 en lo que va de este año. Si bien se ve un gran avance en los años recientes no es nada comparable con las universidades de USA, que ingresan alrededor de 5 mil solicitudes por año o el líder actual que es China con 35 mil solicitudes de patente por año de sus universidades. Según los datos del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, en 2015 se solicitaron en México 18 mil 71 patentes y de estas 16 mil 707 fueron solicitadas por extranjeros y mil 364 por nacionales. La razón de estas dos cantidades nos da el índice de dependencia tecnológica de un país. En ese año en México fue de 13.24, en Canadá 6.61, en Estados Unidos 0.92, en Corea 0.34 y en Japón fue 0.18. Es claro que mientras más grande es este índice para un país, la penetración tecnológica de su economía es mayor y su capacidad de innovación menor.

El número total de patentes registradas en el mundo está en aumento, y es importante señalar que 80 por ciento de los conocimientos tecnológicos actuales se encuentra documentado en los archivos de patentes disponibles públicamente y de forma gratuita. El hecho de que dichos archivos sean públicos es relevante porque permite conocer las invenciones y admite innovar a partir de conocimiento generado por terceros; todo lo que existe en una patente se puede conocer y reproducir, pero no comercializar, si es que no solventas los derechos. Actualmente en México quien más consulta las bases de datos de las patentes son los abogados para iniciar o contestar demandas, no los estudiantes o investigadores de ciencias o ingenierías para desarrollar un proyecto de investigación. La innovación aplicada al crecimiento en la productividad y en la provisión de productos y servicios de mayor valor es el siguiente paso natural en el impulso a largo plazo de nuestro país. En México se está incrementando el número de solicitudes de patente principalmente dentro de las universidades y centros de investigación.

En este número de Saberes y Ciencias se presentarán algunas tecnologías desarrolladas en Puebla, en su sentido más amplio, como un conjunto de conocimientos, “saber qué”, y de prácticas, “saber cómo”, de objetos, instrumentos y procedimientos, elaborados o transformados por investigadores, usados para operar sobre la naturaleza, sociedad y las personas, para la satisfacción de necesidades humanas; tales conocimientos y prácticas conforman bienes y servicios que se ponen a disposición de la sociedad.

Los desarrollos tecnológicos que se muestran a continuación son principalmente de la Facultad de Ciencias de la Electrónica de la BUAP y del INAOE.

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