La lectura y sus beneficios

Los beneficios que tiene la lectura en el ser humano son indudables. Esto es algo que fácilmente se puede deducir; sin embargo, a medida que pasa el tiempo, el avance tecnológico, la profundidad en el conocimiento de las actividades del sistema nervioso así como del comportamiento en los grupos sociales, se va revelando una cantidad innumerable de ventajas que tiene esta práctica en nosotros.

Chad Gowey, tomadas de http://www.chadgowey.com/

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Paralelamente al contribuir en un mejor desarrollo de la mente, se sabe que la inteligencia depende del número de interconecciones que se establecen entre los elementos neuronales del cerebro. La disciplina de lectura cotidiana, potencializa la conectividad cerebral que no solamente se da en una forma inmediata sino que incluso, se puede prolongar hasta por días. Este fenómeno abarca esferas funcionales como la mejoría de actividades psicomotrices, expansión de capacidades neurolingüísticas, retraso en el proceso de envejecimiento cerebral, mejoría en la agilidad mental. Genera un relajamiento que es mayor al de otros procesos como caminar o simplemente estar recostados, liberando preocupaciones, tensiones emocionales, temores o angustias.

Otra de las cualidades de la lectura se revela en la accesibilidad. Tener libros a la mano no es complicado en la época actual. Independientemente de que el efecto de las condiciones económicas se ha reflejado en un incremento en el precio, afortunadamente existen expendios de libros usados en donde se pueden adquirir verdaderas joyas a precios muy cómodos. Por otro lado, en la internet se pueden bajar colecciones innumerables de obras de todo tipo y aunque es difícil leer directamente en una computadora, tanto de escritorio, portátil o incluso en una “tableta” (por lo menos este es mi caso en forma personal), realmente no es tan caro, hacer impresiones de los textos.

Resulta particularmente interesante una tendencia actual denominada biblioterapia, que nació a principios del siglo pasado y que a partir de 1966 se ha impulsado por la American Library Association. En una forma muy básica, se refiere al establecimiento de un programa de lectura diseñado en una forma estratégica, que se orienta a enfermos que padecen algún tipo de problema psicológico como tensión emocional, ansiedad e incluso depresión leve a moderada. En forma general, las propuestas de lecturas se orientan a libros de autoayuda; sin embargo, lo interesante del asunto es que este tipo de textos, al margen del contenido, no son indicados precisamente por el tipo de mensajes que proponen sino al hecho de que el simple acto de leer, es detonante de innumerables reacciones neurológicas positivas.

Chad Gowey, tomadas de http://www.chadgowey.com/

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Recorrer la mirada a través de las letras condiciona la necesidad de que el cerebro establezca interpretaciones que encadenan una gran cantidad de funciones en distintas zonas del sistema nervioso. La pupila ajusta la cantidad de luz mientras que el cristalino (pequeña lente dentro del globo ocular) adapta las imágenes que llegarán a la retina en donde se ubica el nervio óptico. De aquí se generan señales que se transmiten hacia la corteza cerebral visual que se encuentra el los lóbulos occipitales cerebrales; pero entonces se requiere que se dé un proceso de interpretación de los caracteres en imágenes e ideas. Entonces se establece un complicado proceso de decodificación para poder percibir las letras en palabras dentro de un contexto gramatical, para después descifrar el significado despertando imágenes memorizadas y así adquirir un mensaje, una información, una imagen o cualquier concepto. Durante la lectura se estimula literalmente todo el cerebro, lo que convierte a la lectura, en un proceso de ejercicio como si fuese una gimnasia neuronal.

Así mismo se incita a la imaginación y se establecen asociaciones extraordinarias. Por ejemplo, si leo la palabra “violeta”, de inmediato se coordinan una gran cantidad de funciones sensitivas que no solamente nos llevarán a visualizar la flor, sino que también se despertarán percepciones táctiles y por supuesto, se identificará el olor.

Leer incrementa el procesamiento mental de las emociones, fomentando la sensibilidad y estimulando la capacidad de percibir sensaciones placenteras. Mejora nuestra capacidad de expresión oral, la ortografía y la gramática. Activa el complejo procesamiento de estímulos pasados, intensificando la memoria de sucesos de lejano, mediano y reciente plazo.

Chad Gowey, tomadas de http://www.chadgowey.com/

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Pero tal vez lo más sorprendente es que la lectura tiene un efecto protector bien demostrado contra enfermedades degenerativas y hace más lento el deterioro mental que es consecuencia de la edad.

Los beneficios de la lectura no solamente se dan en nuestra mente, sino también en el cuerpo y sobre todo, en la salud. Desde el mismo proceso de dirigirse a una librería en la búsqueda de un libro, ya en sí se desencadenan muchas sensaciones placenteras. El recorrido pausado o la elección inmediata es exquisita en muchos sentidos. Se enaltece la condición humana e interactuamos con individuos de cualquier lugar, en distintos tiempos, en circunstancias infinitas y con personas de todo tipo. Nos reinventamos utilizando mentalmente el lenguaje y provocamos una infinita capacidad de crear un sinnúmero de realidades.

Leer constituye una de las más altas cualidades del ser humano.

 

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