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La próstata

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Imágenes tomadas de https://www.cancer.gov/espanol/tipos/prostata/paciente/deteccion-prostata-pdq

Es preocupación justificada de todo varón adulto mayor el tema de enfermedades prostáticas. Esto es debido a la vaga información que hay acerca del problema, pero cuando se empiezan a sentir algunos síntomas o sensaciones de que algo no anda bien, la preocupación puede convertirse en angustia.

La próstata es un órgano sólido que en periodo de máxima fertilidad sirve para adicionar sustancias a los espermatozoides y poder fecundar al óvulo, con esto lograr la procreación, o sea, ser “papá”. Se encuentra en la base de la vejiga, el chorro de la orina tiene que pasar por dentro de este órgano, a los 20 años tiene el tamaño aproximado de una nuez, cuando este órgano empieza a crecer por lo general se detecta después de los 40 años, existe una cápsula que la limita y condiciona disminución de la fuerza y calibre del chorro de la orina, con esto conocemos los síntomas de la enfermedad más común de la próstata, que se llama “crecimiento prostático obstructivo”. El tratamiento inicial es con medicamentos que relajan el cuello de la vejiga y permiten un chorro miccional más grueso, aunque la mayoría de ellos condicionan eyaculación retrograda, en la cual se mantiene la erección del pene y el orgasmo, pero el semen no se va para adelante; cuando los síntomas persisten a pesar del tratamiento médico es indicado la cirugía de resección transuretral de próstata, que es una técnica de mínima invasión sin cortar la piel, que se puede realizar con diferentes tipos de energía, como monopolar, bipolar o láser y la recuperación es bastante aceptable, después de uno o dos días de hospitalización.

Actualmente existen bacterias muy agresivas que se conocen en el gremio médico como virulentas que pueden colonizar la próstata, condicionando “prostatitis”. La próstata se puede infectar de manera ascendente desde la orina mediante pilis que las bacterias tienen para migrar, en varones añosos la Escherichia Coli es la bacteria mas común, la vía de contaminaciones procede de la orina y de la orina se pasa a la próstata, existen también prostatitis en varones por lo común mas jóvenes que se pueden adquirir mediante transmisión sexual, siendo estas bacterias clamidia, gonorrea y ureaplasma, entre otras. El tratamiento para esta enfermedad son antibióticos que por su amplio espectro de acción responden bastante bien, aunque el tratamiento debe durar por tres semanas, junto con tratamiento para la inflamación y sintomático.

La enfermedad más temida de la próstata para médicos y pacientes es el “cáncer de próstata”; es el cáncer mas común en varones, para lo cual se recomienda la búsqueda intencionada de la enfermedad conocida en inglés con el término screening, para lo cual se necesita la combinación del tacto rectal, obviamente realizado por un urólogo experto, y el antígeno prostático específico que es un marcador específico para la próstata, pero no para que tipo de enfermedad, el cual tiene variantes que nos pueden orientar para poder estudiar a nuestros pacientes correctamente. En general se acepta como normal un antígeno prostático específico total menor a 4ng/ml. La edad recomendad para realizar el screening próstatico es a los 40 años cuando se tienen antecedentes familiares de cáncer de próstata y a los 50 años en la población general. El diagnóstico de cáncer de próstata es histológico, esto quiere decir que se tiene que tomar una muestra de tejido para que el patólogo analice la pieza y determine qué grado de diferenciación o agresividad tiene. Al biopsiar la próstata no se disemina la enfermedad. Cuando la enfermedad de “cáncer de próstata” está localizada al órgano lo ideal es tratar la enfermedad con un procedimiento quirúrgico que se llama prostatectomia radical. La prostatectomia radical es un procedimiento mayor que consiste en quitar la próstata con su cápsula prostática y las vesículas seminales, es conveniente también proceder con la linfadenectomia pélvica (quitar el drenaje linfático común de la próstata), posterior a retirar el órgano hay que anastomosar el cuello de la vejiga a la uretra con técnicas de sutura. La forma de realizar la cirugía puede ser abierta, que es el estándar; laparoscópica, que es mediante instrumentos que se introducen por incisiones menores a 1 cm, y robótica, que tiene ventajas en relación a visión tercera dimensión, facilidad para manipular los brazos del robot, acorta tiempos quirúrgicos y el aprendizaje es relativamente más corto que otras técnicas. Siempre que se decida por realizar este tratamiento es conveniente asesorarse con un urólogo experto porque está en juego complicaciones transoperatorias serias, la continencia urinaria y la función eréctil. En general la continencia urinaria se recupera casi completamente en un alto porcentaje de pacientes luego de hasta un año. Existen alternativas al tratamiento quirúrgico como radioterapia, que es un rayo de energía dirigido a la próstata pero que puede en ocasiones dañar órganos vecinos como vejiga o recto. También se puede aplicar braquiterapia, que son semillas radioactivas, crioterapia o ultrasonido de alta intensidad, pero solo para casos seleccionados.

Cuando el cáncer de próstata está avanzado el tratamiento consiste en bloquear la testosterona. La testosterona es la hormona que alimenta el cáncer de próstata. Esta hormona en la pubertad hace la diferencia entre hombres y mujeres, debido a que permite el desarrollo de mayor masa muscular, vello facial y engrosamiento de la voz, entre otros. Cuando se tiene que bloquear por cáncer de próstata avanzado, se puede hacer de dos formas: médico y quirúrgico. El tratamiento médico consiste en la combinación de tabletas e inyecciones por lo general trimestrales; el tratamiento quirúrgico consiste en quitar los testículos (que es una cirugía menor y mucho más económico). El seguimiento del cáncer de próstata es con antígeno prostático específico cada tres meses. El problema que tiene el bloqueo androgénico total es que el cáncer de próstata se hace “resistente a castración” a los 18 o 24 meses de iniciado el tratamiento, por lo que el paciente puede recibir tratamiento con otros fármacos diversos dependiendo de cada caso.

En conclusión, sugiero revisión urológica para todo varón a partir de los 40 años y con esto prevenir enfermedades o detectarlas de manera oportuna.

 

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