La cultura no es hija del trabajo, sino del deporte. (Ortega y Gasset)
Hablar del deporte desde el ámbito científico implica voltear la mirada a sus inicios y concretar una revisión al fenómeno de “deportivización” de la sociedad actual en la que millones de personas en el mundo participan de alguna disciplina deportiva y a esto le sumamos exponencialmente “… a cientos de millones de espectadores y a que, cada vez más personas realizan ejercicio físico-atlético” (Torres, F. 2017). Por tanto se define como una práctica social.
Partamos de una noción conceptual de deporte, Tamburrini lo define como juego competitivo que comprende destrezas físicas y practicadas ampliamente durante un periodo prolongado de tiempo, suficiente para el desarrollo de una praxis de expertos, entrenadores, jueces, instituciones (2001: 15).
Así mismo resaltan rasgos importantes que destacan su naturaleza, su causa y su origen. Desde una visión contemporánea, surge en la mitad del siglo XIX a través de dos circunstancias. Por una parte, la reglamentación e institucionalización de determinados juegos motrices tradicionales y por otra, la actualización de nuevas destrezas. (Pastor, J. 2015) Algunos resumieron este proceso como un periplo que va “del ritual al record”1
En forma simultánea, surgió otro modelo opuesto y de alta competencia por el que la actividad físico-deportiva se incorporó a la vida cotidiana de los sujetos y su dinámica social. Ambos formaron parte de una fenomenología con representaciones en la mayoría de las estructuras de la cultura moderna.
En el siglo XX surgen los ejercicios corporales competitivos los cuales se presentaban en formas muy reguladas y estos se convirtieron en representaciones simbólicas de competencias no violentas ni bélicas, pues el deporte fue y es un ejercicio de competencia, aunque excluya la violencia. Así se manifiesta al margen de luchas de interés y religiosas; permitió que los contendientes resolvieran sus diferencias, con base en reglas y observaciones de ambas partes2. La caza, esgrima, boxeo y las carreras atléticas se convirtieron en deportes en la misma época en que los modelos democráticos inician su difusión en el mundo occidental.
Es fundamental desmitificar la vieja creencia de que el deporte ha existido desde épocas remotas para los griegos, los mayas, los incas; por tanto, el deporte ha sido visto como una categoría “a-histórica” maximizando las similitudes de las actividades físicas y corporales de combate, lúdicas o dancísticas, con el propósito de adorar a sus dioses; pero estas no eran deporte. “El deporte apareció en un momento histórico como una creación cultural de la modernidad” (Torres, F. 2017)
En 1731 en una carrera de caballos utilizaron por primera vez el cronógrafo (Brohom, 1982) inventado por un relojero inglés en el siglo XVIII para medir el tiempo (rasgo de la modernidad) que marcó el desarrollo de las disciplinas deportivas.
La ciencia y la tecnología han impulsado a los deportistas de élite por los implementos mejorados y su aplicación en la formación del “cuerpo deportivo” y el logro de nuevos récords.
La ciencia ha magnificado las posibilidades corporales: la Fisiología, Biomecánica, Bioquímica y Neurociencia marcan pautas para maximizar la fuerza, velocidad, resistencia y el perfeccionamiento técnico por los instrumentos de apoyo y precisión, así “la profesionalización extrema del deporte provoca que la competitividad no sólo dependa de las cualidades de los deportistas, sino del avance científico para llevarlos cada vez más lejos” (Castedo, A. 2010).
La Nanotecnología del Carbono que construye músculos artificiales superiores a los naturales, la Biomimética, el Escáner 3D, Microsensores inalámbricos en la ropa deportiva y los Termómetros Comestibles son una realidad para evitar desenlaces fatales.
Es así que la fusión entre ciencia, tecnología y deporte cobra un valor destacado como medio de la Educación Física y sin afanes altamente competitivos contribuye al estado de bienestar de los sujetos.
Referencias
Altuve, E. (2009). Cuerpo, deporte y globalización
Castedo, A. (2010) Ciencia en el Deporte [Publicado en línea] www.inefc.net
Pastor, J. (2015) Deporte, Cultura Magia y Religión, Librería Deportiva Esteban Sanz, España
Plata, L. (1999) “Amartya Sen y la economía del bienestar” Instituto Tecnológico Autónomo de México.
Torres, F. (2017) “El deporte, aspectos sociales de una práctica corporal” Ed. Obra Abierta Ediciones, México.