Notas en torno a una agenda para el campo poblano en el escenario neoliberal excluyente y neocolonial

No más planeación fragmentada y desde arriba;

no más programas que “bajan”; no más productivismo

privatizador, excluyente y ambientalmente predador;

no más asistencialismo sin sustento económico; no más

preservación de los recursos naturales sin aprovechamiento.

Armando Bartra, 2018 1

 

 

Idea general para la agenda

 

La realidad poblana es única por eso debe haber un eje que integre toda la agenda, aunque luego se sectorialice. La idea que integre debe ser la emancipación de los poblanos. El elemento clave a atacar son las relaciones de explotación y dominación que están en el centro del sistema social. Ahí está el entramado que genera la dolorosa realidad que viven los poblanos.

Hagamos sugerencias temáticas con la idea de que todo está enlazado en un sistema de explotación y colonialismo interno, porque estas harán forma de gobierno a nivel estatal y municipal. El combate a la explotación, dominación, desigualdad, exclusión y discriminación debe ser la base de una nueva forma de gobierno, aprovechando los resquicios legales, hasta que se logre la modificación radical del marco neoliberal.

El riesgo de lo temático y sectorializado es que se conviertan en acciones de gobierno separadas, verticales e impositivas. Se tiene que hacer porque así está el marco normativo, pero si se quiere hacer algo nuevo, se debe comenzar por proponer una nueva forma de hacer gobierno.

 

  1. La temática para el campo poblano

 

El mundo rural poblano está unido al resto de la realidad, de lo urbano en especial, pero se debe unir revalorando lo rural por todo lo que aporta a la entidad, en lo que sobresale un proyecto de futuro y modo de vivir alternativo. De no hacerlo, seguirán imponiéndose visiones sociales de discriminación y explotación, no solo por el grupo en el poder sino por los grupos urbanos, por el sólo hecho de vivir en espacios diferentes y por considerar que campesinos e indígenas son el pasado y obstáculos al progreso. Un gobierno progresista debe enarbolar este principio como base de su acción de gobierno en el campo y la ciudad.

El campo poblano es importante como lo es el de todo el país, los tecnócratas niegan esa importancia: a nivel nacional produce el 4 por ciento del Producto Interno Bruto, da empleo al 16 por ciento de la población económicamente activa y vive el 25 por ciento de la población. Pero hay que cambiar esa visión cuantitativa, lo que produce el campo es comida, en volumen y calidad. Esa comida nos ha hecho y nos hace ser mexicanos y poblanos. Produce empleo y con ello ingresos. Pero lo más importante es que es una alternativa de vida y de nación. Lo anterior porque produce servicios ambientales y conservación del medio ambiente, en donde hacen falta campesinos e indígenas, porque ellos han sido responsables de su cuidado. Este esfuerzo produce además cultura, base de identidad del país, por sus lenguas, tradiciones y costumbres (Bartra A. 2012).

 

Algunos puntos para lo rural

 

Los ejes temáticos para un diagnóstico del campo poblano son los siguientes: Lo central es entender la vida de los actores, luego los conflictos que atentan a su sobrevivencia y generan su sometimiento, seguido de las luchas que realizan y finalizando con lo que hace el estado y el capital para imponer el esquema de dominación. Realizado el diagnóstico, estos puntos se traducen en esferas de acción gubernamental.

Se debe priorizar el segundo eje, lo que atenta contra su existencia y su modo de vida, al que se agrega el mercado de productos y laboral. Se debe atender de manera prioritaria dos ejes de explotación en el campo: el despojo y depredación de su patrimonio porque el capital busca valorar su monopolio, y; el despojo de su ingreso y salario, en donde el capital busca expropiar su cuerpo y su trabajo. Los medios deben ser la defensa del territorio y del patrimonio biocultural en donde los campesinos e indígenas ya han marcado una ruta a seguir.

En primer lugar la defensa del territorio y del patrimonio biocultural (agua, tierra, bosque, saberes y cultura) asegurando su sobrevivencia, para lograr su autonomía y promover y ampliar el modo de vida campesindio. En un segundo momento, un programa de gobierno que no reparta dádivas, sino inversión para conservar la biodiversidad, esos ecosistemas no aislados sino juntos con la cultura, logrando así que se fortalezca la diversificación productiva que acompaña la producción de la milpa. Asegurado esto, fortalecer un mercado justo para productos y servicios del campo con una política de precios que, sin dañar a los consumidores pobres de la ciudad, recupere el trabajo productivo de campesinos e indígenas. Estas acciones deberán acompañarse con la defensa del salario y de pago de jornales en el campo, con una política de empleo rural apoyada en la diversificación productiva que caracteriza al agro poblano.

Una línea de acción a largo plazo pero crucial para un cambio verdadero, es el de la educación rural, retomando experiencias de los propios actores y de un magisterio comprometido con ellos, que dé fuerza a las luchas de resistencia y al modo de vivir campesindio.

 

Propuestas concretas los pueblos indígenas en Puebla

 

Un sector vulnerable ante la embestida neoliberal, pero que ha demostrado la fortaleza de su estructura y claridad en sus demandas, es el indígena. La ruta para atender sus problemas ya está marcada, falta darles cumplimiento: los acuerdos de San Andrés.

Los campesinos e indígenas no son un sector desvalido y lastre del país. Se trata de verlo diferente, ¿cómo incorporar al proyecto nacional un potencial de cultura, de saberes y de conocimientos que hasta el momento han sido eliminados a partir de la colonia? y ¿cómo aprovechar esa fortaleza indígena en un país que no sabe verlos?

En la República Mexicana hay 121.0 millones de personas y, de acuerdo a la Encuesta Intercensal de 2015, 21.5 por ciento (17 768 595 habitantes) se considera indígena de acuerdo con su cultura, historia y tradiciones, 1.6 por ciento se considera en parte indígena y 74.7 por ciento no se reconoce como indígena; sin embargo 6.5 por ciento de la población de tres años y más habla alguna lengua indígena2.

La población indígena en Puebla es importante, cuenta con 989 195 personas principalmente de seis pueblos indígenas (Mazateco, Mixteco, Náhuatl, Otomí, Popoloca y Totonaco), destacando el náhuatl con 747 063 indígenas que representa 28.87 por ciento de 2 587 452 náhuatls que viven en México. De esta manera 11.3 por ciento de la población en Puebla es indígena3.

En 2015 Puebla tiene una población indígena que representa 5.56 por ciento del total nacional, después de los estados de Oaxaca, Yucatán, Chiapas, Quintana Roo, Guerrero, Hidalgo y Campeche, ocupa el octavo lugar al nivel nacional.

 

Ocho sugerencias

 

  1. Una política diferenciada y focalizada por pueblo indígena y al interior de ellos, no para su sometimiento, sino para alcanzar su autonomía y control de su territorio.
  2. Una política que rebase el enfoque agrícola y que reconozca la diversidad de actividades productivas y con ello regiones bioculturales.
  3. Una política que reconozca y rescate la pluralidad de las formas de organización indígena.
  4. Una política que reconozca la problemática agraria y enfrente el despojo y violencia de las transnacionales por apoderarse del patrimonio indígena y campesino.
  5. Una política de financiamiento nueva, suficiente, moderna y participativa, que haga llegar los escasos recursos a los pueblos indígenas para establecer las bases de su futuro.
  6. Una política que obligue y permita un monitoreo permanente de las políticas públicas, en el que participen los pueblos indígenas de la entidad.
  7. Una política que rompa con el monopolio de la cultura dominante y se abra a otros sistemas de valores y cosmovisiones, para así revalorar en su justa dimensión la riqueza de la cultura indígena.
  8. Una política de información sobre los pueblos indígenas de Puebla, para ellos y para la sociedad en general, de manera tal que sean valorados por toda la riqueza que poseen y pueden aportar.

Salvar el campo poblano con la fuerza campesina e indígena y el apoyo urbano.

 

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Referencias

 

1 Armando Bartra http://www.anec.org.mx/videos/salvemos-al-campo-armando-bartra

 

2 CONAPO. 2016. Infografía Población indígena.

https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/121653/Infografia_INDI_FINAL_08082016.pdf

 

3 INEGI. Principales resultados de la Encuesta Intercensal 2015. Estados Unidos Mexicanos.