Cuando se dieron cuenta que existían y debido a sus características no se pudieron clasificar como al resto de los organismos vivos, es más, ni siquiera se pudieron considerar seres vivos. Y es que, los virus, han sido una cosa extraña, como venidos de otro planeta, que a lo largo de los años nos han puesto de cabeza tratando de entender cómo funcionan.
Los virus son pequeñas estructuras de material genético ya sea ARN (ácido ribonucleico) o ADN (ácido desoxirribonucleico), en donde, muchos de ellos se encuentran envueltos de una capa de proteínas llamada cápside, otros tantos, de una membrana que forman de las células que fueron infectadas y los menos, usan ambas capas, es decir, una cápside envuelta de una membrana de la célula infectada.
Para lograr el éxito que han tenido a lo largo de los años, los virus se han tenido que valer de distintas estrategias para cumplir con su objetivo, infectar a las células de sus hospederos. Lo primero que tienen que hacer es ver la forma de replicarse dentro de la célula infectada, ante esto, los virus que contienen ADN utilizan una parte del material genético de las células infectadas, y parte de la estructura de dicha célula, sin embargo, para estos virus, esta estrategia no les resulta del todo favorable ya que las células maduras del hospedero no se encuentran activas, se encuentran reposando para ahorrar energía. Por lo que los virus deben de ver la forma de activarlas, usando sus propios accesorios, permitiendo entonces que el virus secuestre a la célula y pueda producir virus en lugar de células sanas. Mientras que los virus que poseen ARN traen maquinarias que permiten copiar el material genético dentro de la célula infectada, permitiendo que se repliquen aun cuando las células se encuentran en reposo.
Una vez que han infectado las células de su hospedero, necesitan moverse a otro para infectar nuevas células, para esto los virus han buscado distintos medios para hacerlo: por vía aérea a través de la respiración, en la ingesta de alimentos, directamente de nuestra madre, por contacto sexual, y por medio de los mosquitos. Ya librado esto, finalmente los virus, deben de ver la forma de romper con el sistema inmunológico de sus hospederos.
No todo es tan malo en los virus, ya que, si tomamos en cuenta su origen e historia evolutiva, resulta que los virus son tan viejos como el origen de las primeras células en el planeta. Son uno de los grupos más diversos que existen, tan sólo la diversidad viral de mamíferos es de aproximadamente 320 mil variedades. Son controladores de bacterias, ya que la mayoría de los virus infectan bacterias, permitiendo que la densidad no crezca. Por otro lado, resulta que los virus han participado en la trayectoria evolutiva de bacterias, hongos, plantas y animales, incluyendo la nuestra.
La rapidez con la que los virus sufren mutaciones en su material genético, ha permitido que colonicen y se adapten a muchos organismos vivos, inclusive a las condiciones ambientales más desfavorables.
Ahora que sabemos un poco más sobre los virus, quizás nos sea un poco más fácil entender qué está pasando con el coronavirus o Covid-19. Este grupo de virus fue bautizado por la forma que tienen, y es que, quienes lo vieron por primera vez a través de un microscopio le encontraron forma de una corona, de ahí su nombre.
Los coronavirus pertenecen a una familia de virus que pueden causar diversas enfermedades de vías respiratorias, desde un resfriado común hasta el SARS (síndrome respiratorio agudo severo) y se considera un virus zoonótico, porque sólo se transmite entre animales, incluyendo el humano, no está de más mencionar que, aunque no se tiene aún la certeza del origen de esta cepa de coronavirus, diremos que existen enormes posibilidades de que mute de un mamífero a otro, como lo que se ha planteado hasta el momento, esto no quiere decir que los murciélagos sean los culpables, recordemos que los murciélagos son mamíferos verdaderamente importantes y que no debemos alentar campañas de exterminio y dicho sea de paso, si hoy la humanidad enfrenta una pandemia en parte se debe al deterioro medio ambiental que durante años hemos venido causando, entre los que se encuentra el tráfico ilegal de especies. No olvidaremos mencionar que, durante años, o al menos desde 2007, los científicos advirtieron la presencia de un gran reservorio de virus similares al SARS-CoV en murciélagos herradura, junto con la cultura de comer mamíferos exóticos en el sur de China, es una bomba de tiempo. La posibilidad de la reaparición del SARS y otros virus nuevos de animales o laboratorios y, por lo tanto, la necesidad de preparación no debe ignorarse. Esto fue publicado en la revista Clinical Microbiology Reviews, por Vincent C.C. y su equipo de colaboradores. Ahora bien, ya que sabemos esta pequeña parte histórica es necesario tomar las medidas necesarias y atender a los protocolos de salud para evitar que este y otros virus se propaguen de manera masiva ya que el no atender de manera oportuna podría causar una verdadera catástrofe de salud, económica y social. Te invitamos, querido lector, a estar informado, a seguir de cerca las investigaciones y publicaciones científicas y a alejarte de las noticias falsas, que como lo hemos visto solo generan caos en la sociedad.
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