Del latin solstitium, Sol sistere, que significa “el Sol se queda quieto”. Independientemente del idioma, desde hace siglos, en diversas culturas, los solsticios de verano e invierno han sido tomados como épocas de festividades y celebraciones, ya que indican nuevos inicios. Durante el solsticio de verano, al norte del ecuador terrestre, es el día más largo del año, es el que tiene más horas de luz diurna. En astronomía, el solsticio de verano se refiere al instante en que el polo norte terrestre apunta de manera más directa al Sol, más que en ningún otro momento del año. Marca además el inicio del verano en el hemisferio norte y el del invierno en el sur.
Por otro lado, en el solsticio de invierno que sucede en diciembre en el hemisferio norte, tenemos la noche más larga del año y es cuando, sobre la bóveda celeste, el Sol alcanza la posición más al sur en todo el año.
Si observamos cada día la salida y puesta del Sol (en Puebla tenemos a los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl de referencia para las tardes), notamos que los puntos aparentes donde el Sol sale y se pone van cambiando. En los solsticios ese punto se detiene y cambia de dirección. En el solsticio de verano el Sol se mete en la parte más al norte (del oeste) y ahí “se detiene” y regresa hacia el sur, cuyo punto extremo lo alcanzará en el solsticio de invierno, volviendo a “detenerse” y regresar.
Cualquier otro día del año, el eje de la Tierra está inclinado, aunque sea un poco, hacia el Sol o lejos de él, con excepción de dos puntos, en marzo y septiembre de cada año, durante los equinoccios, que ocurren al momento en que el Sol “cruza” el plano imaginario del ecuador celeste.
Las culturas antiguas no conocían sobre la trayectoria anual de la Tierra alrededor del Sol, ni tampoco de la inclinación de su eje de rotación, por lo tanto, no podían saber que debido a esto ocurrían los equinoccios y solsticios, pero sí sabían de los cambios de sus trayectorias aparentes en el cielo, de los cambios en los puntos donde salía o se ponía el Sol cada día, dependiendo si era el invierno o el verano. Ahora sabemos que equinoccios y solsticios son eventos astronómicos causados por la inclinación del eje de rotación de nuestro planeta, y por su movimiento incesante alrededor del Sol.
No hemos mencionado que conocer estos eventos era importante para la supervivencia, por ejemplo, si se asociaban estos momentos con el inicio o fin de temporadas de frío, calor, lluvia, etcétera, permitiría saber cuándo se debía sembrar, cosechar y llevar a cabo otras actividades esenciales. Por esta razón, muchas culturas tenían festejos y celebraciones. Y hay una gran cantidad de edificios, como los de nuestras culturas prehispánicas, que están alineados de acuerdo con la posición del Sol en alguna de estas fechas. Quizá unos de los más conocidos a nivel mundial, y que resulta una de las evidencias más antiguas de la importancia del solsticio de verano, es el monumento megalítico en Stonehenge, en Inglaterra, y hay más de 900 de estas estructuras en esa región. Probablemente fue de esta manera que se desarrollaron mitos solares y tradiciones culturales en torno a estas fechas y a los cambios de estación en el año.
Una idea, incorrecta, que prevalece, es suponer que debido a que hace más calor, es el momento del año que en estamos más cerca del Sol. Sin embargo, es lo opuesto, la Tierra está más alejada en esta temporada. Sin embargo, la distancia Tierra-Sol tiene poco efecto en las estaciones, lo que realmente afecta es la inclinación (23.4 grados) del eje de rotación de la Tierra. En el verano el hemisferio norte “mira” hacia el Sol.
Otro dato que la mayoría de las personas dan por sentado, y que también es incorrecto, es que la fecha del solsticio es el 21 de junio, pero éste puede suceder entre el 20 y el 22 de junio, dependiendo del año y de la zona horaria en la que nos encontremos. Sin embargo, los solsticios que ocurren el 22 junio son raros, el último sucedió en 1975 y el siguiente sucederá hasta el año 2203. El solsticio de verano de este año ocurrirá el sábado 20 de junio a las 16:43 hora local de Puebla.
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