Luego de 30 años de servicio, el Telescopio Espacial Hubble es ya parte de nuestra cultura; no solo nos ha ayudado a comprender mejor el universo, sino que es parte de la cultura popular. Todo mundo sabe que cuando decimos Telescopio Espacial nos referimos al Hubble, a pesar de que hay decenas de telescopios en el espacio. Hace 30 años, el 24 de abril, se lanzaba una estructura de 11 toneladas, con 13 m de largo por 4 de diámetro, que se colocaría a casi 550 mil metros de altura, dando una vuelta a la Tierra cada 97 minutos, a más de 28 mil km/h. Sin embargo, lo más importante es su espejo de 2.4 m de diámetro, aquel que no tenía la calidad requerida y que fue necesario reparar. Como menciona Omar López en su artículo en este número, astrónomos, ingenieros, incluso políticos, tuvieron que sobreponerse al fracaso, y lo hicieron de manera memorable.
A lo largo de estas tres décadas, debido a su versatilidad, las observaciones del Hubble han impactado en casi todas las ramas de la astronomía, desde estudios en nuestro sistema solar hasta las atmósferas de exo-planetas que orbitan alrededor de otras estrellas. Ha contribuido a la comprensión de la evolución de las estrellas y la de las galaxias, así como el censo de las poblaciones estelares en galaxias cercanas, revelando detalles de sus formas y estructuras. Desde luego que se debe incluir también a los agujeros negros, la materia oscura y su contribución al descubrimiento de la energía oscura.
Varios astrónomos en México hacen uso de datos del Hubble para sus investigaciones, como se puede leer en dos de los artículos incluidos en este suplemento, gracias al gran archivo que se ha acumulado durante estos 30 años y al que los astrónomos del mundo pueden tener acceso. Cabe mencionar que este archivo ha sido la fuente de más artículos científicos que los que se han escrito con datos obtenidos por proyectos con tiempo asignado. El Hubble ha proporcionado una visión del universo que antes sólo estaba en nuestra imaginación y aunque todavía puede dar mucho más, ya su sucesor está a punto de alcanzarlo en el espacio. Se espera que en el 2021 se lance el James Webb Space Telescope, como nos cuenta Anahí Caldú en otro de los artículos de este número. Un telescopio con un espejo de 6.5 metros de diámetro, y una estructura del tamaño de una cancha de tenis, seguramente obtendrá resultados aún más impresionantes, pero el legado del Hubble será perdurable.