Para combatir el cambio climático (observado y proyectado), además de las negociaciones internaciones que permitieron el surgimiento del acuerdo de París, diversas organizaciones de científicos, sociedad civil, jóvenes, pueblos originarios y mujeres impulsan el concepto de justicia climática como alternativa para enfrentar este problema.
Específicamente, esta posición sostiene que, si bien el cambio climático es un proceso de cambios atmosféricos y ambientales, debe verse, por sus causas y efectos, como un asunto político y ético.
Emergen entonces análisis de las causas y consecuencias políticas de ese proceso, relacionadas con la devastación de los recursos naturales por grupos o sectores dominantes, que de suyo es inequitativo, así como el análisis de aumento de desigualdades tanto económicas como sociales que lo originan y lo agudizan.
En ese contexto, las ciudades tienen ahora un papel preponderante en el combate al cambio climático global. El desarrollo de programas, planes pero sobre todo de prácticas y políticas en ciudades se está impulsando internacionalmente a través de organizaciones como C40 (las ciudades unidas contra el cambio climático). C40 está incluido en el llamado “Diálogo de Talanoa” de Naciones Unidas, que surge después del Acuerdo de París.
El estado de Puebla tiene una ley de cambio climático (20131), una Síntesis de estrategia para mitigación y adaptación (20112), y el municipio de Puebla su plan de acción climática (PACMUN3).
Científicos de la BUAP, Ibero–Puebla, UPAEP, UNAM, organizaciones de la sociedad civil y diversas instancias del gobierno de Puebla, participaron en el desarrollo de los últimos dos instrumentos.
¿Deben actualizarse? Sí. No solo con nueva información, sino para convertirlos en instrumentos para la acción, con monitoreo y evaluación de los logros que se vayan obteniendo.
Se espera que los instrumentos a nivel municipal sean consistentes con la Ley Estatal de Cambio Climático, con la Ley General de Cambio Climático4 (modificada 13/07/2018), y que estén alineados con los Compromisos Nacionalmente Determinados de México para cumplir con el Acuerdo de París.
Desde 1972 a la fecha las mayores amenazas para el municipio de Puebla son las lluvias intensas, que pueden provocar inundaciones y deslaves. Además, es previsible que por crecimiento urbano se pueden presentar problemas de salud por temperaturas extremas (golpes de calor, enfermedades diarreicas agudas) o enfermedades como el dengue (transmitido por vectores, como los mosquitos).
Estos retos plantean la urgencia de la participación ciudadana informada para la reducción de vulnerabilidad social y aumento de sus capacidades de adaptación: ¿Alertas tempranas?, ¿en procesos de reforestación?, ¿en asuntos de agua, calidad del aire, desarrollo urbano y vivienda?
La actualización de los planes y programas debe partir de las necesidades, percepciones de riesgo y capacidades de los propios municipios.
Algunos autores describen la brecha que existe entre la generación de información climática, que permita, por ejemplo, el diseño de alertas tempranas ante las amenazas climáticas, y su uso para la toma de decisiones y la previsión de desastres. La evidencia sugiere que involucrar a una gama de expertos y usuarios potenciales en el diseño conjunto y la coproducción de esos servicios climáticos aumenta el uso y la utilidad de los mismos. Por supuesto, es imprescindible la participación de quienes hacen y aplican las políticas públicas.
Para apoyar los esfuerzos municipales en Puebla, académicos de la BUAP, del Colegio de México, de la UNAM, de la Ibero–Puebla, realizaron en el mes de noviembre, 2018 el taller “Planificación para afrontar los retos del cambio climático” (Jiménez et al, 2021). Se analizaron los retos que representa el cambio climático a nivel municipal, buscando contribuir a un diagnóstico participativo del presente y futuros posibles. Se esperaba que el taller fuera útil para la planificación de los servicios y acciones municipales.
En ese taller participaron 21 representantes de los municipios del estado de Puebla, elegidos en el 2018.
Se aplicaron dos encuestas para conocer la percepción que tienen de los desastres en sus municipios y finalmente se contrastó la información obtenida con las declaratorias que emite el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
Los eventos hidrometeorológicos que se perciben como mayor amenaza fueron las lluvias torrenciales y las heladas, para la zona de la Sierra. Para los municipios en el centro del estado sobresalieron las sequías e inundaciones.
La mayoría de los participantes consideran que no se tienen o aplican programas de acción climática que permitan contrarrestar esos eventos extremos o los efectos de los cambios en el clima.
Ante las preguntas sobre qué sectores son los más vulnerables en su municipio, la mayoría opinó que era el de agricultura de subsistencia, seguido por el de agricultura de mercado.
Contrastando esas respuestas con los datos que proporciona el Centro Nacional de Desastres (Cenapred; http://www.atlasnacionalderiesgos.gob.mx/apps/Declaratorias/), se observa que para los municipios participantes entre 2000 a 2016 se registraron 156 declaratorias de contingencia, amenaza o desastres hidrometeorológicos.
Los eventos con mayor incidencia fueron las lluvias, con 58 registros; los ciclones, con 39; las sequías, con 28; las heladas, con 26, y finalmente las bajas temperaturas, con solo cinco registros.
Según datos del “Impacto Socioeconómico para el estado de Puebla 2000-2015” que emite también el Cenapred, el mayor monto de daños y pérdidas económicas por eventos naturales correspondió a ciclones tropicales, seguido de lluvias y sequía.
De las respuestas recabadas, se puede concluir que:
- La mayoría de los participantes, principalmente los de la Sierra Norte y Nor-oriental percibieron como mayor amenaza climática a las lluvias y heladas-granizadas, esto coincide con las declaratorias de Desastres que emite Cenapred; los municipios de la Sierra son susceptibles a los ciclones tropicales, lluvias y heladas.
- A pesar de que existe un plan de acción climática a nivel estatal, a nivel municipal o regional no existen suficientes políticas de mitigación y adaptación para contrarrestar los efectos del cambio climático, es por eso que la Sierra sigue siendo un espacio geográfico muy vulnerable.
- De todos los sectores productivos los más afectados son los que se dedican al campo, es decir, la agricultura de subsistencia principalmente, seguida de agrícola de mercado, pues son actividades que dependen del clima.
Así, ese taller fue una colaboración afortunada entre investigadores y estudiantes de la BUAP y otras instituciones académicas, con las nuevas autoridades elegidas en 2018. En proyectos futuros, una interacción así debe sistematizarse y ser una práctica más permanente y constructiva.
1 http://www.ordenjuridico.gob.mx/Documentos/Estatal/Puebla/wo105234.pdf
2 http://rema.puebla.gob.mx/sites/default/files/files/
Sintesis_de_la_Estrategia_de_Mitigaci%C3%B3n_y_Adaptacion_del_Estado_de_Puebla_ante_el_Cambio_Climatico_red_0.pdf
3 http://www.pueblacapital.gob.mx/images/transparencia/obl/vi-planes/pacmun.pdf
4 http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/ref/lgcc.htm
Jiménez V., Conde C., Luyando E. (2021) Perceptions of Climate Threats of 21 Municipal Authorities Compared to the Disasters Observed in Puebla, Mexico. En: Leal Filho W., Luetz J., Ayal D. (eds) Handbook of Climate Change Management. Springer, Cham. (1-26). https://doi.org/10.1007/978-3-030-22759-3_285- 1
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