Aprueba el Congreso de la Unión la Ley de Ingresos

El gasto público de México programado en los cuatro años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) equivaldrá a la cuarta parte del Producto Interno Bruto (PIB), superior en casi tres puntos a los ingresos presupuestarios, la diferencia es el déficit público que se cubre con deuda. Somos de los países que gastan muy poco (el gasto público de la Unión Europea es de 37 por ciento del PIB) y de los de menor carga fiscal: nuestros ingresos tributarios serán 13.8 por ciento del PIB en el cuatrienio 2019-2022. AMLO prometió no crear nuevos impuestos ni aumentar los ya existentes y lo ha cumplido, el moderado incremento proyectado de los ingresos presupuestarios del año 2022 (1.3 por ciento en términos reales) no procede de las empresas productivas del Estado (CFE y Pemex) ni de las instituciones públicas de seguridad social (IMSS, ISSSTE) sino de la carga tributaria que pasará del 13.7 por ciento del PIB estimado para 2021 a 14 por ciento del PIB proyectado para 2022: hay mayor eficiencia en la recaudación, se reduce la evasión y elusión fiscal y el PIB se espera que crezca en 4.1 por ciento en términos reales.

La Ley de Ingresos de la Federación y la Miscelánea Fiscal fueron aprobadas con el voto de la mayoría legislativa de los diputados y senadores de los partidos Movimiento de Regeneración Nacional, Verde Ecologista de México y del Trabajo. Entre los cambios aprobados son de destacarse el Régimen Simplificado de Confianza que permite menos trámites y disminución del pago de impuestos a las personas físicas que facturan hasta 3.5 millones de pesos al año y a las personas morales cuyos ingresos no excedan de 35 millones de pesos al año; se exime del pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) a las personas físicas que se dediquen a las actividades agrícola, ganadera, silvícola, pesquera cuyos ingresos anuales no excedan de 300 mil pesos; habrá tasa cero de IVA a los productos agrícolas y ganaderos que son insumos para su producción (alimento para animales, combustible para tractores, maquinaria y accesorios; fertilizantes, plaguicidas, herbicidas, fungicidas); también existirá tasa cero para toallas, tampones y copas sanitarias de uso menstrual; es obligatoria la inscripción al Registro Federal de Contribuyentes para todos los ciudadanos, aunque no tengan actividad económica, y la polémica reforma a las deducciones para donaciones (artículo 151 de la Ley del ISR).

A la mayoría de los contribuyentes no nos gusta pagar nuestras obligaciones fiscales, muchos estamos al margen del SAT, reportamos ingresos menores a los obtenidos y/o aumentamos los gastos para reducir la base gravable; Raquel Buenrostro, titular de esa dependencia, reconoce que hay 30 millones de contribuyentes que presentan irregularidades y que está generalizada la cultura del no pago de impuestos (La Jornada, 23/10/21, página 23). Algunos contribuyentes eluden el pago de impuestos aprovechando excepciones y ambigüedades de la LISR y, en lugar de pagar la contribución correspondiente al nivel de ingresos reportados, hacen donativos a sus propias empresas y las deducen, llegando incluso a reclamar devolución de impuestos. La reforma al artículo 151 de la LISR juntó diversas erogaciones susceptibles de deducción (gastos médicos y hospitalarios, prótesis, seguro médico, ahorros para el retiro y donaciones) en una sola bolsa a la que se le aplica el tope ya registrado en dicha Ley: la cantidad menor que resulte del 15 por ciento del Ingreso o cinco veces el valor anual de la Unidad de Medida y Actualización (UMA), dicha reforma generó airadas protestas de legisladores panistas y priistas que defendieron a 50 personas físicas que en el ejercicio fiscal de 2020 inventaron deducciones por 732 millones de pesos adicionales. Toda persona física o moral puede donar lo que su yotta corazón e inconmensurable filantropía desee, la limitación para deducirlo de los impuestos atañe solo a las personas físicas, faltan las personas morales que anualmente evaden el pago de impuestos con sus obras de caridad, tales son los casos de los empresarios Carlos Slim, Vicente Fox, Alejandro Bailléres, Alfredo Harp, Roberto Hernández, Femsa, Telmex, Teletón y Grupo México, quienes pueden seguir evadiendo legalmente el pago de sus contribuciones a través de la figura de donativos.

Los ingresos públicos programados para 2022 son 7.088 billones de pesos (25.2 por ciento del PIB), la contribución mayor proviene de los tributos (principalmente ISR, IVA e IEPS), que aportarán 55.6 por ciento; la venta de bienes y servicios (IMSS, ISSSTE, CFE y Pemex) generará 17 por ciento; las cuotas y aportaciones a la seguridad social se estiman en 5.8 por ciento; las transferencias, asignaciones, subsidios y subvenciones y pensiones y jubilaciones producirán 5.2 por ciento y el financiamiento (deuda) equivale a 12.9 por ciento del total de ingresos públicos. Mientras no se eleven las tasas impositivas ni se creen nuevos impuestos, se tendrá que seguir combatiendo la evasión y elusión fiscal.