Alertas en la seguridad pública estatal

En la entidad poblana se ha abatido la actividad delictiva. Comparado el bienio 2019-2020, gobernado por Jesús Rodríguez Almeida (21 días), Guillermo Pacheco Pulido (191 días) y Miguel Barbosa Huerta (MBH), quien gobernó 519 días, con el gobernado por José Antonio Gali Fayad (2017-2018), el número de delitos disminuyó en 15.8 por ciento y el de víctimas fue también menor en 13 por ciento. Fue en el último año de la gestión de Rafael Moreno Valle (RMV) y del primero de Gali Fayad (JAGF) cuando los delitos en Puebla crecieron como la canción de Sandro: sin control ni medida, aumentaron 58 por ciento. En 2018, cuando JAGF gobernaba la entidad, por cada 100 ciudadanos había 38 delitos y 30 víctimas; en 2020, ya con MBH, eran 32 y 25, respectivamente: el baño de sangre fue blanquiazul de la cabeza a los pies. Si comparamos los delitos diarios de los tres últimos gobernadores (excluida la finada Martha Erika Alonso, quien gobernó 11 días), con RMV hubo 3 mil 266; con JAGF, 4 mil 686 y con MBH (incluidos los gobernadores encargado y el designado), 4 mil 7.

A nivel de percepción hay registro de mayor seguridad en 2021 comparada con el existente en 2018; la inseguridad sigue siendo el principal problema de la entidad poblana en 2021, tres puntos por abajo del registrado tres años antes. La percepción de inseguridad en la localidad, municipio y entidad de residencia es entre cuatro y cinco puntos menor en 2021 comparado con 2018. A nivel de conductas delictivas o antisociales de mayor frecuencia según ocurrencia cerca de los hogares, el crecimiento entre 2018 y 2021 de la venta y consumo de drogas, los disparos frecuentes, los robos y asaltos, así como los homicidios, fue menor al registrado en el trienio 2015-2018, lo inverso ocurrió con el consumo de alcohol en la calle y venta ilegal de alcohol.

En el trienio 2019-2021 hubo más acciones delictivas en robos (autos, a casas habitación, negocios, de automotores y autopartes), asaltos, homicidios, secuestros y extorsiones que en el trienio 2016-2018, aun así, la tasa se abatió, ya que el crecimiento de la población de 18 años o más fue superior al crecimiento porcentual de los delitos. No sucedió así con las violaciones, la violencia familiar, las lesiones, los feminicidios y el narcomenudeo, que han crecido a tasas mayores a las de población y reclaman una puntual atención, en especial los delitos de narcomenudeo, que no han cesado de crecer en ninguno de los tres últimos años y los feminicidios, que han decrecido en dos años pero el número de casos en promedio en el trienio 2019-2021 duplica al de 2016-2018. La estrategia de abrazos, no balazos, ha abatido la delincuencia, por lo menos las de mayor frecuencia y mejorado las valoraciones (confianza, honestidad y eficiencia de desempeño) del Ejército, Marina y Guardia Nacional, aun así, cuatro de cada cinco ciudadanos poblanos se perciben posibles víctimas del delito de robo o asalto.