Aumento real del salario

Según la información del tercer trimestre de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo de este año (ENOE2022/3T), 32 por ciento de las personas ocupadas en México percibe hasta un salario mínimo general (smg); de éstos, 6.4 millones tienen un empleo formal (La Jornada, 5/12/22) y 11.9 millones están en la informalidad. En la gestión de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el smg aumentó por quinta ocasión, será de 207.44 pesos diarios a partir del próximo mes de enero, en esta ocasión el incremento nominal fue de 20 por ciento, lo que significa que al finalizar el año entrante, el incremento real del smg será 84.5 por ciento más elevado que el que había cuando concluyó la gestión de Enrique Peña Nieto (EPN).

Si la inflación del año entrante fuera de 3.2 por ciento como la proyecta la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP) y si el próximo aumento al smg fuera un modesto 12 por ciento nominal, la actual gestión presidencial concluirá con un incremento real del smg del cien por ciento, lo que sin duda es ya positivo para la población que percibe las menores remuneraciones salariales. La diferencia es notable si la comparamos con las tres gestiones presidenciales anteriores: Con Vicente Fox Quezada (VFQ), la variación sexenal del smg en términos reales fue de 3.3 por ciento, con Felipe Calderón Hinojosa (FCH) no hubo incremento y con EPN, aumentó 14 por ciento. Si queremos entender el masivo y permanente apoyo a la gestión de AMLO, habrá que analizar el incremento del poder adquisitivo de la población de menores recursos económicos donde el incremento salarial es una de sus puntas.

Cuando inició la gestión de AMLO, 8.5 millones de trabajadores percibían hasta 88.36 pesos nominales al día (un smg); ahora son 18.98 millones las personas que reciben hasta 172.87 pesos nominales al día (un smg). El aumento del smg ha ampliado ese grupo salarial y de ser 16.9 por ciento del total de ocupados en el cuarto trimestre de 2018 son ya 31.8 por ciento en el tercer trimestre de 2022. Con base en las ENOE, entre el cuarto trimestre de 2018 y el tercer trimestre de 2022, hay incrementos reales en el salario por persona ocupada (5 por ciento) y en la masa salarial (13 por ciento). Por su parte, la SHyCP suscribe, en los Criterios Generales de Política Económica 2023, que los salarios formales crecieron 38 por ciento entre 2018 y 2022 y que los salarios de las personas de bajos ingresos lo hicieron en 64 por ciento. La revaloración del Producto Interno Bruto de este año (3 por ciento de crecimiento) en parte está asociado a una recuperación del consumo de casi 3 por ciento (los salarios formales crecieron 3.1 por ciento en este año) y a una inversión bruta fija que creció al 4.5 por ciento.

El pasado decenio de los ochenta fue catastrófico para los trabajadores: los salarios decayeron en todos los términos; la estrategia anticíclica asumida por los gobiernos neoliberales fue contraer los salarios reales: al concluir la gestión de Miguel de la Madrid Hurtado, la pérdida del poder adquisitiva salarial fue del 47 por ciento respecto a 1980; con Carlos Salinas de Gortari, se había perdido 57 por ciento del poder de compra (siempre comparado con 1980); con Ernesto Zedillo Ponce el salario perdió otros 10 puntos más; al finalizar la gestión de VFQ, la pérdida real estaba en 66 por ciento, porcentaje que se mantuvo con FCH; con EPN amainó cinco puntos para quedar en 61 por ciento; en 2023, la pérdida adquisitiva del salario podrá ser del 28 por ciento respecto al poder salarial de 1980 y es posible que al concluir la gestión de AMLO, la pérdida del poder adquisitivo del salario sea de 22 por ciento comparada con 1980. El poder adquisitivo de los salarios en 2022 es equiparable al existente en 1985; el poder adquisitivo salarial de 2023 equivaldrá al de 1982 y el de 2024 será superior al de 1982 pero estará aun distante del poder real del salario de 1981 y de 1980.

No obstante del aumento real del cien por ciento en el salario mínimo general durante la gestión de AMLO, habrá que esperar otra gestión similar a la de AMLO para recuperar el poder adquisitivo que teníamos en 1980: cuatro decenios de ignominia salarial no pudo revertirse en un solo sexenio donde los pobres fueron el principal sujeto de las políticas públicas.

 

 

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