Este año tendremos la oportunidad de observar el primero de dos eclipses solares que pasarán por territorio mexicano con una diferencia de seis meses. El 8 de abril del próximo año habrá uno total, cuya franja de totalidad pasará por el noroeste del país. Seis meses antes, el 14 de octubre, sucederá un eclipse anular cuya franja del máximo pasará por la costa oeste de Estados Unidos, siguiendo por el golfo de México, la península de Yucatán, Centroamérica y terminando en el extremo oriental de Brasil. Los habitantes de las ciudades de Campeche, Xpujil y Chetumal, además de buena parte de la Reserva de Calakmul, podrán observar el famoso “anillo de fuego”.
Sin embargo, el primer eclipse solar de 2023 ocurrirá en abril, el día 20, y aunque no será visible en México, es del tipo más raro que existe: ¡uno híbrido! Será visible en el sur y este de Asia, Australia, los oceanos Pacífico e Índico, y en la Antártida.
Existen cuatro tipos de eclipses solares: total, parcial, anular e híbrido. Los primeros tres dependen de la fracción del disco solar que es ocultado por la Luna. El cuarto, el llamado híbrido, es un eclipse poco común ya que en partes de la trayectoria es anular y en otras es total.
El 20 de abril los pobladores del oeste de Australia podrán apreciar un eclipse total, pero luego de que la sombra pase por la provincia de Papúa Occidental, en Indonesia, los pobladores de las islas de Micronesia, verán el eclipse como anular.
Eso sucede debido a la curvatura de la Tierra que hace que la Luna esté más cerca o más lejos del observador, dependiendo de su posición, cambiando su tamaño aparente y generando que en algunas partes de la trayectoria del eclipse la umbra de la Luna, la parte más oscura de su sombra, llegue a la superficie, creando un eclipse solar total, mientras que otras zonas, más alejadas de la Luna debido a la curvatura que ya mencionamos, permanecen fuera del alcance de la umbra, provocando un eclipse anular.
Como ya mencionamos, los eclipses híbridos son muy raros, ocurren una vez por década, aproximadamente. Esto se debe a que el intervalo de distancias a las que deben estar el Sol y la Luna es muy estrecho. Matemáticamente, para que ocurra un eclipse híbrido, la relación entre la distancia Tierra-Sol y la distancia Tierra-Luna, debe ser muy cercana a 400.
El problema es que tanto la distancia al Sol como a la Luna cambian continuamente y la mayoría de las configuraciones no son adecuadas para este tipo de eclipse. Si la distancia total entre la Luna y la Tierra es comparativamente pequeña, tendremos un eclipse solar total en todos los lugares a lo largo de la franja que genera la sombra central, mientras que los anulares ocurren cuando la Luna está relativamente lejos de la Tierra.
Como mencionamos desde el inicio, el eclipse de este 20 de abril no será visible desde territorio mexicano, pero no debemos desesperar, pronto podremos disfrutar de dos grandiosos eventos.