¿Qué es una ilusión?
En términos generales una ilusión, vinculada a los sentidos, es una distorsión de la percepción. Puede ser óptica, olfativa, auditiva, gustativa o táctil, entonces una ilusión óptica es un fenómeno que consiste en una percepción visual errónea de la forma, las dimensiones o el color de un objeto.
Una ilusión óptica es una imagen que engaña el sistema visual, desde el ojo al cerebro, y lo lleva a percibir la realidad de forma distorsionada.
Al referirnos a percepción visual debemos tener claro el proceso por el cual podemos ver. El ojo está constituido por diferentes elementos que ayudan a crear la visión, el proceso puede describirse de la siguiente forma: la luz pasa por la córnea, esta desvía la luz que entra al ojo llegando al iris, que es la parte coloreada del ojo y tiene la función de regular el tamaño de la pupila; detrás de la pupila se encuentra el cristalino, que enfoca la luz o las imágenes en la retina, este elemento del ojo es un tejido delgado y fotosensible que transforma la luz en señales eléctricas que viajan a la corteza visual a través del nervio óptico.
La corteza visual es la zona cerebral encargada de decodificar la percepción y convertirla en visión. Los ojos recogen la información visual, el sistema nervioso la procesa en conjunto con el cerebro. “Vemos” con el cerebro. (Fig. 1. El ojo y la corteza visual).
Las ilusiones ópticas pueden suceder de manera natural o ser creadas por efectos visuales específicos y son resultado del análisis de información que recibe nuestro sistema visual (ojos-cerebro) que tiene la tendencia a compensar variaciones lentas en el brillo para percibir tonos y colores que corresponden a su entorno.
Clasificación de las ilusiones ópticas
El psicólogo Richard Gregory clasificó las ilusiones ópticas en fisiológicas y cognitivas, lo que implica mecanismos distintos y a varios niveles de procesamiento neuronal.
Las ilusiones fisiológicas están asociadas a los efectos de una estimulación de los ojos o el cerebro, y cognitivas, en la que interviene nuestro conocimiento del mundo. Las ilusiones fisiológicas son aquellas que alteran las señales sensoriales y neuronales. Son resultado de la estimulación repetitiva/excesiva, en la que influye luminosidad, inclinación, parpadeo, color o movimiento.
Ciertos contrastes entre colores y matices, en combinación con el movimiento continuo de los ojos o de nuestra cabeza, crean una falsa sensación de movimiento. La siguiente figura la percibimos con movimiento debido a los diferentes contrastes que la componen. (Fig. 2. Ilusión fisiológica por contraste de colores).
La razón nos dice que la figura 2 no se mueve, las distorsiones consisten en errores de percepción del tamaño, la longitud, la curvatura, los ángulos o cualquier otra propiedad geométrica, en realidad la figura está fija, pero la percibimos con movimiento. La siguiente figura también da la ilusión de movimiento por la estimulación de brillo y color. (Figura 3. Ilusión fisiológica).
Las ilusiones cognitivas tienen un origen diferente; se producen por una interpretación errónea por parte del cerebro de las señales que el ojo le envía; ocurren a partir de conclusiones inconscientes, la mente ya tiene una idea de cómo es el mundo que nos rodea. (Fig. 4. Ilusiones ópticas cognitivas por ambigüedad).
Cuando se le presenta una imagen al cerebro este agrupa los elementos que aparecen en ella según unos principios de organización. Pero a veces, al aplicar esos principios, existen varias “buenas interpretaciones” entre las cuales hay ambigüedad y el cerebro puede pasar de una a otra, teniendo ilusiones por ambigüedad como las mostradas en la figura 4, por distorsión como la mostrada en la figura 5 o por paradojas. (Figura 5. Ilusiones por distorsión).
Experimento:
La Ventana de Ames
Esta ilusión óptica recibió el nombre gracias a su creador, Adelbert Ames, científico estadounidense que inventó el efecto en 1946.
La ventana está hecha de forma que cuando se observa frontalmente, parece una ventana rectangular, pero en realidad es un trapecio. La ilusión consiste en un efecto visual de una ventana que parece que se estuviera balanceando de un lado hacia el otro cuando, en realidad, está girando provocando un cambio en la percepción de su tamaño.
Material
- Cartón delgado • Regla • Lápiz • Tijeras • Papel negro (lustreo, cartoncillo) • Hilo • Celular (no es indispensable)
Desarrollo
- Imprime o dibuja dos veces la imagen de la figura 6.
- Pega los recortes o impresiones sobre el cartón delgado (la ventana debe estar rígida).
- Recorta los espacios marcados y el contorno.
- Une con un hilo largo cada extremo superior de la ventana, de manera que quede un triángulo alargado cuando sujetes el hilo por el centro.
- Cuelga el hilo con la ventana del techo o algún otro lugar fijo. Coloca un fondo oscuro (papel negro) justo detrás de la ventana.
- Haz girar la ventana.
- Observa a través de la cámara del celular o centra tu mirada en la ventana girando. Ver por la cámara del celular reduce tu campo de visión.
Explicación
Observarás que, aunque la ventana está girando, se aprecia que solo se está rotando 180°, describiendo un movimiento de balanceo.
A pesar de que la ventana está girando y además de saber que es un trapecio y no un rectángulo, nuestro cerebro no puede romper la ilusión y observamos un balanceo de 180°.
La ilusión es posible debido a la geometría de la ventana, la cual al ser un trapezoide engaña a nuestra mente dado que nuestros cerebros están acostumbrados a observar ventanas rectangulares, nuestra mente no puede identificar dónde inicia y dónde termina el sentido de la rotación de la ventana.
Si quieres mejorar el efecto, coloca un lápiz atravesando la ventana, puedes pegarlo con diurex o, más sencillo, coloca una pinza de ropa en un extremo superior, pon a girar la ventana, ¿qué observas?
Si quieres saber más, escanea el código.
Nota: hay un video en el cual se muestra este experimento, el link es:
https://drive.google.com/file/d/1t0qtg3wMKjzbJMxrhaTMa0TlIkHeZLfH/view?usp=sharing