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Ciencia y sociedad. ¿Cómo unir a los científicos con los ciudadanos?

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La tarea de los científicos sociales es promover la solución de los problemas en la ciudad, en el campo y en el entorno donde vivimos. Los investigadores universitarios tienen una tarea por resolver, acercarse a las necesidades de la población. Por ello, se ha impulsado recientemente una metodología participativa, para la investigación y la participación con los ciudadanos.

La Investigación Acción Participativa (IAP por sus siglas), considera una nueva dinámica de construcción del conocimiento. La IAP tiene sus orígenes en la Investigación-Acción (IA), idea atribuida al científico social Kurt Lewin, quien trabajó en programas de acción de comunidades en los Estados Unidos durante la década de 1940. Se basa en la integración de saberes, entre los investigadores y afectados por un problema que requiere solución. Más adelante autores como Paulo Freire, Orlando Fals Borda, Rajesh Tandon, Anisur Rahman y Marja Liisa Swantz desarrollaron una IAP que se desarrolló en el contexto de movimientos sociales en países en desarrollo.

Esta metodología de investigación propone la coparticipación, colaboración e integración entre los actores. Esta nueva corriente de investigación solidaria, busca facilitar el liderazgo, desarrollar empoderamiento en los participantes, motivar el sentido de pertenencia y la autoeficacia.

Se plantea como una visión democrática para la solución de los problemas donde se una la academia con la sociedad. En específico, brinda oportunidad de que las decisiones se tomen en conjunto y las estrategias se orienten al diálogo y uso de medios locales y comunitarios. La IAP se está usando para impulsar el desarrollo de las comunidades, por medio de la gestión de servicios públicos y la construcción de obras públicas donde están los especialistas por un lado y ciudadanos.

La experiencia y conocimientos de los investigadores, permite hallar soluciones integrales a los problemas. El gobierno, tanto municipal como estatal pueden colaborar como mediadores y gestores de los recursos. Empero, quienes deben encontrar solución a un dilema de provisión de servicios o construcción de obras son los propios ciudadanos de la mano con los expertos.

Metodología en tres pasos

Usar esta metodología de acompañamiento es muy interesante. Se basa en tres pasos: El primer paso es que considera a la investigación como un valor compartido, donde todos pueden tener conocimiento y ayudar en producirlo, desde la visión colectiva. Ahí es importante el respeto a la diversidad de expresiones. El segundo corresponde a la participación, la cual enfatiza el derecho que poseen las personas para controlar su propia realidad y la horizontalidad entre investigadores y miembros de la comunidad. Los foros participativos son el mejor ejemplo para lograr la planeación y desarrollo local.

Y el tercero, que se refiere a la acción, entendida como una ruta para el cambio y la transformación de la realidad. En las comunidades es necesario contar con investigadores que puedan dar su opinión, que orienten y dirijan. Un ejemplo de su aplicación es la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Trasnacional cuyos proyectos adoptan este tipo de metodología con el objetivo de conjuntar actores de la sociedad civil que apoyen a comunidades en contextos que enfrenan conflictos violentos. La visión de esta propuesta internacional se origina desde la perspectiva de la sociedad civil, la cual tiene un papel esencial en la lucha contra los efectos de la criminalidad, por lo que son los actores sociales que adoptan propuestas y soluciones.

La sociedad civil se convierte en un salvavidas de las comunidades frágiles, plantea la metodología de la Investigación Acción Participativa, orientada a la solución de los problemas. Implica que los investigadores salgan de las universidades y vayan a las comunidades, al campo. El constructivismo social de esta metodología posee premisas que se construyen conforme a la idea de que el aprendizaje es esencialmente actividad, resultado de las relaciones con los demás y con el entorno.

Esto significa que la IAP propone acción, participación y colaboración. Se concibe como un proceso de exploración sobre las prácticas de comunicación, producción y organización social en las que las personas tratan de conocer más sobre sus problemas y cómo enfrentarlos. Por tanto, cambiar el paradigma de investigación científica en los problemas sociales implica que el investigador e investigadora conciban esta estrategia como basada en el involucramiento de conocimientos y visiones locales, esencial para obtener respuestas adecuadas a los contextos donde se desarrolla.

Bajo este planteamiento, consideramos que las universidades pueden convertirse en un semillero de proyectos de intervención social a partir de este tipo de metodología que incita a los ciudadanos a buscar soluciones, transformar su entorno y promover un acompañamiento entre los propios actores. La metodología IAP se constituye, por tanto, como una propuesta que rompe con la tradicional visión de dar las soluciones desde las oficinas de gobierno; porque involucra a los ciudadanos y pobladores de una región específica en la apropiación de sus inquietudes e intereses.

Urgente, el cambio en la investigación

Por último, ante los cambios que requiere la investigación latinoamericana se presenta esta metodología como propicia para la transformación social y el refacultamiento ciudadano. Es decir, otorgar herramientas a la sociedad para que participe en el desarrollo de sus propias soluciones, adecuadas a su entorno y contexto. Es menester también señalar que los investigadores universitarios tienen el enorme reto de salir de las aulas, insertarse en el campo de acción y en las comunidades para acercar el conocimiento, capacitación y el desarrollo de la ciencia in situ; para resignificar el papel que tienen los académicos e investigadores con el entorno social.

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