Estudié en escuelas públicas y mi proyecto de vida está asociado a ellas. Ingresé a la Escuela de Economía (EE) de la UAP en otoño de 1979. Conocí el edificio Carolino cuando asistí a un Congreso internacional organizado por Enrique Semo Calev en septiembre del mencionado año, ahí me reencontré con varios amigos, muchos de ellos eran académicos que militaban en el Partido Comunista Mexicano, por ellos me enteré de que la EE había iniciado el curso de otoño-invierno y había varias materias que no tenían asignado docente, entre ellas, algunas que recientemente había impartido en la Universidad de Sonora; yo estaba desempleado y me entrevisté con el entonces coordinador de la EE José Luis Cardona Ruiz, quien me contrató para impartir cursos de historia y de política económica. Ese mismo semestre, también fue contratada María Eugenia López Mariscal, egresada de la Facultad de Físico Matemáticas de la UNAM, para impartir cursos de matemáticas.
La planta académica de la EE al inicio del decenio de los 80 era masculina: solo una de cada cuatro docentes era mujer, entre otras, recuerdo a Maribel Fernández Fuentes, Aleida Iliana de Santiago de Compostela, Dominga Zacarías, María Eugenia López Mariscal, Sara Bulnes, Susana Rappo Miguez, Lilia Gaspar, Rosa Talavera, Lourdes Vargas, Teresa Bonilla, María Eugenia Martínez de Ita, Judith Chaffee, Rosalía Vázquez Toriz, Irma Paulina Chávez, Taide Álvarez y Aurora Furlong. Otras compañeras ingresaron en el decenio de los 90: Isabel Angoa, Verónica Ayance, Blanca Avendaño, María de Jesús Mestiza. El predominio de género se expresa también entre los coordinadores y directores de la EE: en seis decenios hubo 21 coordinadores o directores, dos de ellos fueron mujeres.
En su primer quinquenio la planta académica de la EE fue inestable, dependía de los profesores visitantes, los que no siempre asistían. Había pocas plazas de profesores de carrera, los sueldos eran bajos y nada seguros y había una añeja confrontación con el Frente Universitario Anticomunista, lo que para muchos no era atractivo. La carta enviada al Consejo Universitario en mayo de 1965 por Félix Cortés Campos, quien fuera coordinador de la EE, ilustra la dificultad para integrar la planta académica: sólo dos profesores de la actual Ciudad de México aceptaron ser docentes; uno de ellos, a quien se le ofreció además ser coordinador, se le prometió un salario de académico exclusivo de 5 mil 600 pesos mensuales por impartir 24 horas de docencia semanal y 12 horas de investigación a la semana; en los hechos, ha impartido solo 5 horas semanales de docencia y tres horas de investigación y ha contratado a dos auxiliares para que impartan el resto de su carga académica (6 mil pesos al mes), quiere que le cubran el salario de su chofer (mil 200 pesos al mes), gastos por gestión (2 mil pesos al mes) y una remuneración de docencia (6 mil pesos mensuales), exigió tres veces más que el salario tabulado de profesor exclusivo. En los años 70, académicos de la UNAM con militancia comunista se integran a la planta académica de la EE y le dan una relativa estabilidad, en particular con la llegada de los profesores egresados de Escolatina (Eduardo González, Arturo Huerta, Rogelio Huerta).
A principio del decenio de los 80 un tercio de la planta académica la integraban egresados de la EE, otro tercio académicos asilados y el resto, académicos de otras entidades del país. Es en ese decenio cuando hay una política interna de la UAP para profesionalizar a la planta académica y en 1982 licita mil 200 plazas académicas y entre 1981 y 1987 se otorgaron mil 236 permisos de superación académica, casi la mitad de éstos fueron para concluir licenciaturas y elaborar tesis de licenciatura de docentes de nivel medio superior. Los docentes egresados de la EE y con adscripción a dicha escuela acogen los programas de superación académica y sus plazas son ocupados por académicos de otras entidades o países; situación similar se observó con aquellos académicos que se dedicaron al quehacer sindical o a la gestión administrativa, que en el caso de la EE fueron varios, creándose plazas alternas para la suplencia que después de determinado tiempo se convirtieron en definitivas. Por este mecanismo las plazas de carrera de la EE aumentaron en el decenio de los 80 cuando el contexto era de reducción del presupuesto gubernamental e incremento de la matrícula escolar.
Los planes y programas de estudio de la EE fueron similares a los de la Escuela Nacional de Economía de la UNAM, por lo menos entre 1965 y 1982; las reformas curriculares de 1972 y 1978 no lo modificaron en lo sustantivo. En 1981 se realiza el Foro de Transformación Académica en la EE, en él se vindica la generación del conocimiento situado histórica y espacialmente, se refrenda la relación entre investigación, docencia e investigación y se retoma la crítica a la economía política como eje articulador del currículo de la EE, el nuevo plan de estudios inició en 1983 y estuvo vigente hasta 1992; fruto de la reforma curricular de 1981-82 fue la Creación del Centro de Información y Comunicación y de los estudios agrarios, industrial y urbano-popular que dieron origen a seminarios del ciclo de profundización de la licenciatura y posteriormente fueron líneas de investigación de la maestría en economía.
Los años 90 definieron estrategias y políticas públicas ajenas al estado de bienestar, se desreguló el mercado, se reprivatizó la generación y bienes y servicios, se liberalizó la economía y las políticas de fomento económico dejaron de ser funciones del banco central. En educación superior se presentó un Fondo para la Modernización de la Educación Superior (Fomes) donde el acceso al financiamiento público fue a través de revisiones y evaluaciones curriculares, planeación, cursos de actualización, superación académica, infraestructura académica, reorganización administrativa, contracción de matrícula, diversificación de la oferta de posgrado y centralización de la gestión no sólo en términos administrativos, sino en la toma de decisiones académicas y en las relaciones laborales así como en el ingreso, permanencia y egreso de los alumnos. En la UAP hicimos nuestras las exigencias del Banco Mundial y de la Secretaría de Educación Pública, suprimimos el voto universal, directo y secreto para la elección de autoridades unipersonales, reformamos planes de estudio, flexibilizamos programas, aumentamos los programas de posgrado, tres de cada cuatro profesores de carrera tienen estudios de posgrado e hicimos una exitosa reforma gerencial (125 funcionarios universitarios en 1984, 291 en 1993) experta en planificación, evaluación y control corporativo de trabajadores y estudiantes. En la EE institucionalizamos el denominado proyecto Fénix (1992-1994) que deshumaniza la enseñanza y privilegia el individualismo, la competencia y la excelencia académica; la validación de la enseñanza universitaria dependería en lo sucesivo del mercado de trabajo.
El sector público resultó ser el principal mercado de trabajo para los economistas titulados de la EE entre 1971 y 1984 y, en segunda y tercera posición se ubicaron las actividades docentes y de investigación en educación media superior y superior: 27 por ciento de los titulados en esos años eran académicos (Ramírez Susana y otras. 1986). La matrícula escolar de la UAP creció 8 veces entre 1970 y 1990 y los trabajadores académicos aumentaron 2.5 veces entre 1973 y 1991, hubo un mercado en expansión en la UAP donde sus egresados podían autoemplearse. Muchos jóvenes de semestres superiores se incorporaron en los años 70 a la docencia en forma solidaria, ya que la Reforma Universitaria iniciada por los autonomistas en 1961 consideraba que la educación era un derecho y que no se debía limitar el ingreso a quien lo solicitará, la falta de plazas no fue limitante. Posteriormente, la Universidad Democrática, Crítica y Popular (1972-1989) refrendó el carácter científico de la educación, el respeto a la pluralidad de pensamiento, la autonomía de gestión, la libertad de cátedra e investigación y el carácter gratuito de la educación, como actualmente está registrado en el artículo 3º Constitucional.
En verano de 2021 me retiré laboralmente de la UAP; entre los estrenos de Kramer vs Kramer y Amor sin barreras de Steven Spielberg, compartí distintos proyectos (profesionales, laborales, ideológicos, políticos, estéticos, gastronómicos, culturales y deportivos) con más de una centena de amigos y compañeros, entre otros, —además de las compañeras ya mencionadas— Jaime García Barrera, Víctor Espíndola Cabrera, Jaime Ornelas Delgado, Eduardo González, Rogelio Huerta Quintanilla, Carlos Montes, Nelson Herrera, Luis Enrique Sánchez Fernández, Aurelio Fernández, Luc Smarth Roch, Giner Ríos, Manuel Fernández, César Sanmillán Incio, Carlos Villegas, Álvaro Aguirre, Félix Bogado, Fernando Nuñez, José Luis Cardona Ruíz, Arturo Quan Kiu, Víctor Manuel Caamaño, Carlos Sarmiento, Jaime Estay, Héctor Sotomayor, Huberto Juárez, Germán Sánchez Daza, Jesús Rivera de la Rosa, Isaías Huerta, Samuel Macías, Fernando Herrera, Alejandro Mayorga, Pablo Vásquez, Gonzalo Vara, Dante Méndez, Alejandro Chávez Palma, Honorio Ojeda, Carlos de Castilla, Salvador Pérez Mendoza, Victoriano Covarrubias, Jorge Vázquez, Fortunato Cuamatzin, Eudoxio Morales, Augusto Chávez, Adrián Jiménez, Esteban George, Alfredo Güémez, Indalecio Güémez, Camilo Estrada Luviano, Samuel de León, Alejando Jiménez, Héctor Bolaños, Sergio Sandoval, Jorge Arroyo, José Doger, Gabriel Gutiérrez, Wilfrido Meza, Fernando Camacho, Pascual Urbano Carreto, Jacinto Prieto, Jorge Sánchez Zacarías, Antonio Piceno, Julián Calderón, Trinidad de Olarte, Pedro García, Israel Gerardo García y Sergio Palacios. Hay por lo menos medio centenar de académicos y académicas, de ingreso más reciente a la EE que no he mencionado, a todos, todas, todes, mi gratitud y afecto.
Ramírez Susana, Isabel Abris y Carmen Velásquez. (1986). La formación y el mercado de trabajo del economista de la UAP. Puebla. UAP. EE. Tesis de Licenciatura en Economía.
Rivera Gómez, Elva (2010) De la manifestación al aula. Saberes, silencios e inequidades en la Universidad Autónoma de Puebla (1972-2001). Xalapa, U.V. Tesis de doctorado.