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Química aplicada en la agricultura

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El inicio de la química se remonta a cuando la humanidad aprendió a transformar la materia en beneficio de su supervivencia y mejora de sus condiciones de vida. En los periodos prehistóricos en pleno paleolítico y antes del último periodo glacial, la humanidad descubrió la primera reacción química de importancia que controlaron los seres humanos, el fuego.

Hace 12 mil años es la fecha aproximada que se ha establecido como el nacimiento de la agricultura, revolucionando la historia, transformando el modo de vida y la supervivencia humana por completo. La agricultura la inventaron las mujeres, ya que las mujeres embarazadas y las que tenían hijos pequeños eran las únicas que no salían a cazar. Por el contrario, se encargaban de recoger frutos, granos y raíces, fueron ellas las que observaron que si caía una semilla, ésta germinaba.

La historia de la agricultura ha estado marcada por innegables transformaciones técnicas, desde la revolución neolítica hasta la revolución verde del siglo pasado, desde los sistemas de poliproducción de plantas y animales, hasta los sistemas de monoproducción de orientación comercial, aspecto remarcado por el avance de la ciencia y tecnología agrícola.

Las técnicas son la base de la agricultura, mientras que los conocimientos constituyen lo que se conoce como agronomía. La agronomía (del latín agros: campo y nomos: regla) es el conjunto de conocimientos aplicables al cultivo de la tierra de las ciencias exactas, físicas y económicas. Tiene como pilares fundamentales a las Ciencias Biológicas (Botánica, Genética, Microbiología); la Geología y la Mineralogía, que aportan información del origen y composición del suelo; y a la Física y la Química, que permiten conocer el conjunto de procesos que otorgan sus propiedades al suelo.

La química aplicada es el conocimiento de la química para resolver problemas del mundo real y mejorar la vida cotidiana. A diferencia de la química pura, que busca el conocimiento por sí mismo, la aplicada desarrolla nuevas tecnologías, busca mejorar productos y resolver problemas ambientales. Actualmente hablar de Química aplicada a la agricultura recibe varias denominaciones dada la tecnología utilizada en buscar soluciones “innovadoras”.

La agricultura moderna predominante se caracteriza por ser altamente industrializada, en donde predomina la producción, el rendimiento y la rentabilidad. Los tres grandes elementos tecnológicos que determinaron la segunda revolución agrícola de los tiempos modernos son la motorización, la producción de semillas y los agroquímicos de síntesis: fertilizantes y pesticidas. La función principal de la agricultura es producir alimento y materias primas. Sin embargo, también es una de las actividades humanas que tiene mayor impacto sobre el medio ambiente por el gran consumo de agua que necesita, el uso de productos para el cuidado de los cultivos, y por los efectos que esto puede tener en los ecosistemas.

En este contexto, los avances de la ciencia aplicados a la agricultura contribuyen a aminorar su impacto. Un ejemplo es el uso de semillas genéticamente modificadas, con las que es posible generar beneficios como la reducción de la cantidad de agua que necesitan los cultivos y la cantidad de plaguicidas y/o insecticidas que se aplican, ayudando a disminuir el impacto negativo a la salud del suelo y el medioambiente en general.

La tecnología agrícola incluye vehículos, robótica, ordenadores, satélites, drones, dispositivos móviles y software. El uso de la tecnología de análisis de macrodatos e inteligencia artificial (IA) en la agricultura es un ejemplo de cómo el sector agrícola se está adoptando los avances tecnológicos. El crecimiento de la tecnología agrícola es algo relativamente reciente, pues la producción agrícola se basó en gran medida en la subsistencia y se caracterizó por una escasa productividad hasta principios del siglo XX. Esta época, conocida como “agricultura 1.0”, está marcada por la invención del arado y el uso generalizado de la tracción animal. La agricultura 2.0 comenzó a finales del siglo XIX con la introducción de maquinaria mecánica, como los tractores. La agricultura de precisión o agricultura inteligente, también llamada Agricultura 3.0, surgió de la necesidad de controlar y gestionar de forma más eficiente todos los insumos que intervienen en la producción de cultivos. La búsqueda de la agricultura de precisión y la tecnología agrícola asociada a ella ha llevado al desarrollo de nuevos métodos y herramientas agrícolas.

La Agricultura 4.0 es un nuevo entorno agrícola que incluye máquinas autónomas, robots equipados con sensores, Internet de las cosas (IoT), drones y satélites. Con los datos analizados, los fabricantes pueden tomar decisiones más precisas. Estas prácticas tienen como objetivo aumentar la eficiencia de la producción minimizando los impactos ambientales Todos los avances en tecnología agrícola están cada vez más integrados y conectados en red, con el objetivo de optimizar todas las etapas del proceso de producción y mejorar la supervisión, la gestión y el control del negocio.

La considerada tecnología agrícola 5.0 o “agricultura digital”, se refiere a la próxima generación de métodos y herramientas agrícolas para maximizar el rendimiento de las cosechas y otros resultados agrícolas.

Hay una gran preocupación debido a los problemas que repercuten negativamente en los ecosistemas por el uso de pesticidas, como la contaminación del suelo y el agua. Otras preocupaciones están asociadas a los aspectos de la adopción de tecnología agrícola por parte de los agricultores, ya que si carecen de la formación y la experiencia práctica necesarias no pueden manejar con eficacia la maquinaria y los programas informáticos; el costo de mantenimiento de la maquinaria es muy elevado; el uso de fertilizantes y pesticidas químicos puede perjudicar la salud de los que trabajan la tierra. El impacto actual de la tecnología en la agricultura corre a cargo de la biotecnología, la nanotecnología y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

Hoy está la polémica de las vías futuras de la agricultura: Moderna o Agroindustrial y la Agricultura Agroecológica encontrándose en medio la llamada Agricultura Campesina. Las últimas dos tienen su sustento de producción basado en la utilización de procesos y recursos naturales, no emplean productos químicos (fertilizantes o plaguicidas, por ejemplo) ni organismos genéticamente modificados (OGM) con el fin de obtener alimentos más saludables y nutritivos al tiempo que se protege la fertilidad del suelo, se evita la propagación de plagas y se respeta el medio ambiente.

La transformación de los sistemas agroalimentarios requiere de una reestructuración en la forma de convivir con la naturaleza, de manejar los recursos naturales y de llevar a cabo las actividades cotidianas del sector primario, que contemplan las de la agricultura, la ganadería y la pesca y acuicultura.

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