Los preparativos para el Año Internacional de Concienciación sobre los Asteroides y la Defensa Planetaria (IYAPD2029) van avanzando. Desde hace varios meses hay reuniones periódicas de representantes de varios países, así como de agencias espaciales y, desde luego, las agencias encargadas de la defensa planetaria.
Ya hemos comentado que el 13 de abril de 2029, el asteroide Apophis, de 300 m, pasará muy cerca de nuestro planeta, pero sin ningún riesgo de impacto. El asteroide podrá ser apreciado a simple vista por más de 2 mil millones de personas en los cielos oscuros en una región de Europa y África.
Y aunque el 2029 parece lejano, varios grupos de trabajo, encargados de diversos aspectos en la coordinación a nivel mundial, que van desde el diseño y contenido de la página web hasta la búsqueda de fondos, ya están llevando a cabo reuniones de planificación.
Por ejemplo, el grupo que busca colaboraciones entre los astrónomos aficionados y los profesionales ha propuesto una campaña de observación, para el 16 de abril de 2026, de una ocultación estelar por el sistema Didymos, que servirá de “ensayo para el evento del 2029.
En México, pronto se formará el comité nacional, con la idea de comunicar la importancia del estudio de asteroides, tanto en la defensa planetaria como en el estudio de las primeras etapas de la formación del sistema solar.
Sobre la defensa planetaria, vale la pena mencionar al mismo sistema Didymos-Dimorphus, que fue el “laboratorio” para la primera demostración de un impactador cinético para desviar un asteroide, resultando en un cambio de su periodo orbital de 33 minutos. Este resultado fue tomado como todo un éxito; sin embargo, análisis recientes de observaciones del material eyectado, encontraron que estas rocas tenían alrededor de tres veces más impulso de lo previsto, lo que cambia la física que se debe considerar al planificar este tipo de misiones.
Por otro lado, también se encontró que las rocas no estaban distribuidas al azar, sino en dos grupos bastante distintos y con ausencia de material en otros lugares, lo que implica que aún no se conocen todos los factores involucrados.
Otra de las noticias recientes y sorprendente, con respecto a los asteroides, tiene que ver con Ryugu, el asteroide visitado por la misión Hayabusa 2 que retornó a la Tierra con muestras tomadas de su superficie y en las cuales se han encontrado irregularidades químicas que actualmente solo pueden explicarse por la presencia histórica de agua fluyendo dentro del asteroide.
Difundir este tipo de noticias puede estimular el gusto por los grandes desafíos entre los más jóvenes, así como mostrarles cuan necesario es el trabajo a nivel global para defender nuestro planeta.