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La fauna fantástica de Toledo

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El sapo,
hermoso a su manera,
lo ve todo
con la serenidad
de quien se sabe destinado al martirio.

José Emilio Pacheco (1939-2014)

 

 

· Ilustración: Diego Tomasini “El Dibrujo”
· Ilustración: Diego Tomasini “El Dibrujo”

Un Mono araña (Ateles geoffroyi) brinca de un lado al otro en la mente de Francisco Benjamín López Toledo y de la pluma de José Emilio Pacheco, da saltos perfectos cual acróbata un sapo (Rhinella marina), que imita la sístole y la diástole del corazón de estos dos grandes, el primero del grabado y el segundo de las letras. Francisco Toledo nació en la ciudad de México un 17 de julio de 1940, en el seno de una familia proveniente del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, siendo el cuarto de siete hijos, Francisco Toledo, maravillado siempre de la naturaleza y por las maravillas de su natal Juchitán, llegó a la ciudad de Oaxaca para estudiar, ingresa al taller de grabado del maestro Arturo García Bustos; sin embargo, rompe relaciones con éste, ya que como dicen por ahí no había química entre ambos. Entonces es enviado a la ciudad de México para estudiar, pero, se interesa por visitar museos, galerías de arte, exposiciones e ingresa al Taller Libre de Grabado de la Escuela de Diseño y Artesanías del INBA; ahí conoce y aprende de Pedro Castelar, Francisco Dosamantes y Guillermo Silva Santamaría. A los 19 años monta su primera exposición en la Galería Antonio Souza, quien rebautiza a Francisco Benjamín López Toledo como Francisco Toledo, ya con este nombre en 1959, es decir, el mismo año de su primera exposición Toledo expone su obra en Texas.

Fuertes vientos juegan con un papalote y el mono con su larga cola y sus grandes ojos sobrevuelan el bosque tropical, se alimenta de frutas y juega con las nubes. En nuestro país se distribuyen tres especies de primates, dos monos aulladores, uno de la especie Alouatta palliata y el otro mono aullador negro Alouatta pigra y el mono araña de la especie Ateles geoffroyi, los tres habitan en las selvas tropicales de nuestro país, viven en grupos y necesitan grandes áreas para llevar a cabo sus actividades cotidianas; al desplazarse las tropas de monos dispersan las semillas que ingieren al alimentarse de los frutos de los árboles a los cuales visitan, en ocasiones comen algunos insectos que pueden llegar a hacer daño a algunos árboles, es por ello que, aunque, en menor medida, también son considerados controladores de plagas. El mono araña está representado ampliamente en la cultura, las culturas prehispánicas lo plasmaron en códices, leyendas y fue utilizado en rituales, fue muy importante para pintores de la talla de Frida Kahlo; sin embargo, dentro de la obra de Toledo destaca quizá una presencia Kafkiana que permite al mono moverse entre pigmento y papel y cobrar vida hasta el punto de decirnos al oído:

 

“Yo sólo quiero difundir conocimientos, sólo estoy informando…”
(Kafka 1917, Informe para una Academia).

 

La fauna fantástica de Toledo no solo se centró en los monos araña, también viajó al cobijo de la luna y voló entre quiotes de agaves en plena floración y enervantes aromas que acompañan los cantos más asombrosos en la naturaleza. Cuando de murciélagos hablamos, la gente suele temblar ante animales poco conocidos, pero como no es menester causar miedo entre los lectores, haremos una recomendación en las siguientes líneas, repita con nosotros: “Los murciélagos son amigos, los más bonitos”, hágalo cada vez que sienta que la piel comienza a erizarse. Una vez aplicado el mantra anterior, veamos si podemos sorprenderle. Antes que nada, debe recordar que del puño y letra de José Emilio Pacheco se desprenden estas líneas:

 

“Por supuesto es un ángel caído. Ha prestado sus alas y su traje (de carnaval) a todos los demonios. Odia el Sol. La melancolía es el rasgo que define su espíritu…”

 

El origen de los murciélagos se remonta tan solo a unos 50 millones de años, cuando estos ángeles nocturnos conquistan los cielos plagados de estrellas e insectos que comer, frutas, néctar, peces y si, solo algunas especies (tres), son hematófagas, lo que quiere decir que se alimentan de sangre. Se han descrito aproximadamente unas mil 200 especies de murciélagos en el mundo, de las cuales unas 140 especies habitan el territorio nacional. “Ojo, mucho ojo”, tan solo los murciélagos del norte de México, es decir, una población de entre 30 y 40 millones de murciélagos pueden comer 10 toneladas de insectos por noche ¿increíble, no? Empieza a quedar más o menos claro por qué son importantes los murciélagos, además de estar representados en las culturas prehispánicas, en los nombres de pueblos como los tzotziles de Chiapas, son tan importantes que han admirado a grandes escritores, pintores, músicos, entre muchos más.

El mono grita en medio de la selva, el eco de la caverna resuena, la ceiba recoge al inframundo con sus raíces y toca el cielo con sus ramas, mientras ahí junto a su tronco monumental un conejo se prepara para saltar. Los conejos son otros organismos de los cuales Toledo hizo gala en cada trazo, con la habilidad que tiene un Lagomorpho (orden al que pertenecen los conejos y las liebres), en el ombligo de la luna y no en la luna, habitan unas 14 especies de conejos y liebres. Aunque en su mayoría podríamos decir son generalistas en la preferencia por el hábitat, ya que muchas de las especies presentan amplia distribución, aunque muchos de ellos que no lo son, tal es el caso del zacatuche (Romerolagos diazi), el conejo de tres marías (S. graysoni), el conejo de San José (S. mansuetus), el conejo robusto (S. robustus) y la liebre negra (L. insularis), muchas de estas especies en peligro de extinción por la pérdida de su hábitat, contaminación o cacería ilegal. Recordemos que los conejos y las liebres también forman parte importante de nuestra cultura desde buscarla cual licántropos cada luna llena en las formas de los cráteres lunares, hasta en la gastronomía tan diversa de norte a sur o de este a oeste de nuestro país.

 

“Si el coyote buscara al tejón y este prestara sus fuertes garras para cavar tan profundo y ancho como el tamaño de la luna, con las lluvias inundar su área podría y el beber su sufrimiento acabaría”

 

Alacranes, chapulines, conejos, pulpos, iguanas, monos araña y murciélagos se subirán al papalote de la eternidad y viajarán para seguir asombrando a millones e informando para que las personas puedan amar, respetar y asombrarse de la naturaleza y sobre todo dejar huella al natural.

Nuestro pequeño, pero respetuoso homenaje a Francisco Toledo y a José Emilio Pacheco, para aquel ya no tan nuevo. “Nuevo álbum de zoología”.

 

Fb: Tras las huellas

Twitter: @helaheloderma

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