El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el plan emergente para atender la devastación generada por el huracán Otis en los municipios guerrerenses de Coyuca de Benítez, Benito Juárez, Acapulco, Atoyac de Álvarez, Xalpatláhuac y Tecpan de Galeana. Son 20 programas, de los cuales dos atienden la búsqueda de desaparecidos, la ayuda a familiares de personas muertas y seguridad física y patrimonial de las familias afectadas; cuatro programas son para garantizar la disponibilidad de efectivo, ya sea por el pago adelantado de un bimestre de los Programas de Bienestar; ya por el aumento de beneficiarios, el impago de luz eléctrica y la disposición de 8 mil pesos por cada familia asentada en la ciudad de Acapulco (5 mil 035.6 millones de pesos); tres programas están orientados a reparar las viviendas deñadas, a la dotación de enseres domésticos (estufa, refrigerador, cama, ventilador y vajilla) y garantizar la ingesta de 24 productos básicos durante tres meses (15 mil 721 millones de pesos); siete programas son para reactivar la actividad económica con una inversión de 27 mil 538.6 millones de pesos (prórroga de seis meses en el pago de cuotas del Infonavit, IMSS y Fovissste; exención de cuatro meses en el pago de IVA e ISR; apoyo de productores y pescadores, apoyo para reparar locales, y diversos créditos a pequeños, medianos y grandes empresarios) y cuatro programas para infraestructura (urbana, carretera, educativa y de energía eléctrica) por 13 mil 17 millones de pesos.
El huracán Otis de categoría 5 en escala de Saffir-Simpon (vientos sostenidos mayores a 155 kilómetros por hora —kph—) se anunció como tormenta tropical (vientos de 38 a 73 kph) y en menos de 12 horas se convirtió en huracán con vientos sostenidos de 270 kph y rachas de 330 kph que, hasta el primer día de noviembre, ha dejado 46 muertos, 58 desaparecidos y daños materiales no definidos por la destrucción e inundación de viviendas, edificios, hoteles, vialidades, flora y fauna. Los servicios de energía eléctrica, comunicaciones, agua potable y de drenaje quedaron destruidos en la ciudad de Acapulco, y de manera emergente, el gobierno estatal y el federal suministran 63 mil raciones alimentarias así como 1.3 millones de agua cada día. Es de los huracanes más devastadores que han entrado en Acapulco en los tres últimos decenios; parecido al Paulina de 1997 (también se gestó en un año de presencia del Niño), que dejó 228 muertos y 150 mil damnificados.
El programa emergente federal será coordinado por la gobernadora de Guerrero y la Secretaria de Gobernación y en el comité que vigilará su aplicación participarán representantes del Congreso de la Unión y del Poder Judicial. La hacienda pública dispone de 600 mil mp de efectivo para afrontar los gastos de reconstrucción; de un millón de dólares donados por los gobiernos extranjeros y de 15 mil mp de los 13 fideicomisos del Poder Judicial que los diputados federales recién eliminaron. Hay coordinación entre gobiernos, hay la determinación de enmendar el daño causado a personas y negocios, así como un generoso ofrecimiento de colaboración del Poder Judicial, tan ocupado en la defensa de sus privilegios. Para empezar, hay en la mesa 61 mil 312.7 mp para Guerrero.