Date:

Share:

Alfabetización del agua: “Un chorro de ideas”

spot_img

 · Ilustración: Diego Tomasini “El Dibrujo” *

A diario encontramos información sobre cómo y por qué gradualmente el medio ambiente se está deteriorando, dicha información va desde la contaminación hasta la defaunación (pérdida de fauna), pasando por la deforestación, calentamiento global, cambio climático y el llamado de muchos de los líderes políticos y morales del planeta que nos invitan a tomar conciencia para evitar el inminente deterioro de nuestro planeta y cada uno de los ecosistemas que alberga. Y nos preguntamos, cada que vemos un video o leemos una nota sobre este tema, por qué es tan complicado resolver estos problemas y al parecer nos falta mucho para lograr números positivos en todos y cada uno de los puntos a resolver; esto quiere decir que, y como se dice coloquialmente, a la humanidad le hace falta “tocar fondo” para tomar conciencia en torno a la degradación ambiental o quizá más información, pero con estrategias que permitan esa toma de conciencia que tanto le hacen falta.

A finales de la década de los 90 se había trabajado, discutido y puesto en marcha, para su experimentación y evaluación dentro de la academia, una propuesta que permitiría activar el engranaje social hacia la toma de conciencia, siempre y cuando se lograran los objetivos para su implementación; y es que dicha propuesta pretendía que los individuos hombres, mujeres, jóvenes, niñas y niños, pertenecientes a una sociedad logren la toma de conciencia y logren la resolución de problemas actuales de manera activa, informada y consiente, esto se logra cuando cada individuo logra interpretar de manera correcta y con un pensamiento complejo, en donde los conocimientos básicos en ciencias y la lógica matemática se desarrolla, de tal suerte que le permita a los individuos en conjunto lograr  llegar a esas áreas de oportunidad y ser agentes activos de cambio, básicamente eso es lo que se ha llamado “Alfabetización científica” y esta se aplica tanto para las ciencias básicas como para las ciencias sociales, estas últimas, de suma importancia para el análisis complejo de los problemas sociales, propiamente dicho y de manera más adecuada, la alfabetización científica es la “humanización de las ciencias y la cientifización de las humanidades”; un buen ejemplo de todo lo abordado hasta el momento y el que quizá sería un pilar o eje rector, es el agua, el agua como el líquido, fuente esencial para la vida.

Actualmente los cuerpos de agua como lagos, lagunas o ríos contaminados, no solo con residuos sólidos urbanos, sino con otros elementos procedentes de los residuos propios de las industrias, y que muchas veces no tenemos el conocimiento adecuado para entender de qué se nos está hablando cuando el locutor de un noticiero dice “metales pesados”, además, causantes de cáncer ¿Qué le pasa al cuerpo de una persona cuando tiene cáncer? Algunas preguntas que parecen básicas, pero que si analizamos el nivel de conocimientos presentado hasta este momento en las escuelas e incluso la manera tan seccionada en la que se enseña las diferentes áreas del conocimiento y esto en todos los niveles; por ejemplo, si bien los alumnos de medicina saben qué es el cáncer y el tratamiento al que debe ser sometida una persona con cáncer, pero realmente tienen los conocimientos que les permitan vincular entre los ecosistemas contaminados por agentes químicos como los detonadores de cáncer dentro de un sector en una población o solo se limitan a los protocolos médicos establecidos, pasando por alto la raíz u origen del padecimiento. Y podemos seguir con una lista interminable de ejemplos; sin embargo, no es el objetivo de estas líneas, sino la idea es esclarecer a qué se refiere esta propuesta educativa llamada alfabetización de la ciencia, y tomando como ejemplo la alfabetización del agua, ya que si tomamos al agua como eje central podemos establecer y diseñar protocolos que permitan generar una verdadera cultura del agua y dejar de lado solo los diálogos panfletarios sobre este vital líquido, que si bien la práctica informativa es necesaria, es completamente limitada y no da pie al análisis de la información. Por otro lado, se limita a la persona a conocer solo lo que puede ver sin hacer una invitación a analizar, por ejemplificar solo un caso, los sistemas productivos; por ello cuando en una práctica educativa, ya sea formal o no formal, al grupo se le pregunta ¿qué se puede hacer para llevar a cabo el ahorro de agua en casa? Una gran mayoría responde que cerrar la llave, lo cual está bien, no demeritamos las prácticas correctas al momento de usar una llave de agua, pero sin duda es ver solo la punta del iceberg, ya que el participante no cuenta con las competencias necesarias para ver el tamaño de real de la problemática en una pregunta tan compleja como el qué hacer para el ahorro del agua en casa o de manera personal o grupal, dicho de otra manera, si el participante tiene conciencia y conocimiento básico sobre la producción de los bienes y servicios, de la relación entre ecosistemas y la producción, de la importancia del agua para la fabricación de productos entonces estaría llevando a cabo un análisis más complejo de la problemática, y para hacer esto la persona debe comprender conceptos básicos científicos que le permitan analizar problemáticas, identificar áreas de oportunidad, tomar conciencia y resolver, de manera concreta encontrará la transversalidad entre los conocimientos.

Sin duda hoy en día la alfabetización del agua es una propuesta transversal que no limita ni secciona el conocimiento y que sume ideas y conciencias de manera colectiva, lo cual permitirá contar con agua de calidad en el futuro.

* [email protected]

Facebook: Tras las huellas

Twitter: @helaheloderma

Más Articulos