Esta exposición parte de la vivencia y recuerdos que tengo de aquellos años; si bien ingresé en el agosto de 1974, mi vida universitaria inicia en la Preparatoria Popular E. Zapata en 1972, en la que participé como integrante de su Comité de Lucha. Desde esos años, tuve conocimiento de la actividad de los estudiantes de economía, varios de ellos integrantes del movimiento por democratizar a nuestra Universidad, el acceso libre y la gratuidad de la educación, al mismo tiempo estudiaban economía y eran profesores de la Zapata (al igual que estudiantes de otras licenciaturas). Además, agradezco la colaboración de Aicela Fernández e Indalecio Güemes, economistas, universitarios y militantes de izquierda.
Una década de confrontación y resistencia
Hablar de la Escuela de Economía (EE) en los 70s. nos remite al contexto sociopolítico existente. Años bastante convulsos, consecuencia del movimiento del 68 y su cruenta represión por el Estado, la respuesta social se desenvolvió aceleradamente: campesinos, estudiantes, obreros, pobladores, expresaron su inconformidad con la opresión y explotación a la que eran sometidos. La lucha y resistencia fue amplia y diversa, en el caso de Puebla puedo mencionar, entre otros: a los asalariados —Volkswagen, Stanley, Conelec, ferrocarrileros, electricistas, telefonistas, de la construcción, choferes de autobuses—, a los ambulantes —que disputaban un espacio para lograr un ingreso—, a los campesinos (o campesindios) —luchas por la tierra en Monte de Chila, Xonacatepec, Tecamachalco, Zautla, Cacalotepec, Sierra Norte.
Junto y con estos movimientos, estaba el de los universitarios, y entre ellos los estudiantes de economía, quienes efectuaron diversas acciones de solidaridad y participación activa en esa década de resistencia y lucha. Encabezaron las protestas por el aumento al pasaje de autobuses y por el incremento al subsidio de la Institución, así como por el aumento de la matrícula, reivindicando el derecho a la educación gratuita y libre, lo cual se expresó en el proyecto “Universidad Crítica, Democrática y Popular”. El Comité de Lucha de Economía, surgido en el movimiento del 68, tuvo una importante participación en todo ello, hasta mediados de la década de los setenta, siendo sustituido por el desarrollo de nuevas formas de participación estudiantil, algunas de ellas ya vinculadas con organizaciones y partidos de izquierda. Varios economistas formaron parte de los liderazgos sociales y políticos de la década, en organizaciones como el Partido Comunista Mexicano, el Partido Revolucionario de los Trabajadores, UPVA 28 de Octubre, el Frente Estudiantil Popular, Frente de Activistas Revolucionarios, BLEI, entre otras.
Marxismo, trabajo y teoría… arriba, arriba Economía
En esos años se combinó fuertemente el estudio universitario con la acción política y social, lo cual se expresó también en la propia conformación del profesorado de la EE, que se había fundado en 1965, funcionando inicialmente en el edificio Carolino, entre 1973-1976 es hospedada en Ciencias Químicas y en lo que hoy es un Centro del ICUAP (del lado poniente de la 14 Sur), en 1977 contará con edificio propio, mismo que abandonará en 1991.
En los 70 era difícil contar con una plantilla de profesores que tuviera la formación de economistas, por lo cual en los primeros años se intenta fortalecerla y solo se logrará una estabilidad al final de esos años. Por ello, se recurrió a los estudiantes de los semestres superiores para impartir los cursos iniciales.
La Facultad de Economía de la UNAM fue siempre solidaria y referencia para nuestra EE; por lo que se contó con la presencia académica de José Blanco, Enrique Semo, Pedro López, Rosa Elena Montes, entre otros. La aguda represión y golpes militares en Latinoamérica vendrán a repercutir en la conformación de la planta académica. Con el golpe militar en Chile, 1973, retornan algunos economistas que estaban estudiando en la Escolatina, entre ellos Eduardo González, Rogelio Huerta y Arturo Huerta. Otros académicos latinoamericanos que se exiliaron por la represión y que se incorporaron a lo largo de esta década recuerdo a: Michel Héctor, O. René Vargas, A. Giner, Luc Smart, César Samillán, Carlos Villegas, José Bogado, Susana Rappo. Todos ellos vinieron a consolidar nuestra planta académica.
En 1972 es reformulado el Plan de Estudios, se busca plasmar en él las inquietudes de la comunidad de la EE: se adopta la estructura semestral, se introducen cinco cursos de Economía Política, se reestructuran los de Historia, a las materias de desarrollo se le añaden otras sobre el subdesarrollo, se da énfasis a la problemática social y regional y a la investigación (materias como sociología, historia del movimiento obrero, los movimientos campesinos). A partir del séptimo semestre se abrían dos seminarios que eran alternativos (desarrollo y producción), que buscaban profundizar en temáticas especializadas y contribuir en la elaboración de la tesis de grado. Un debate que estará presente en las reformas a los planes de estudio será en torno al perfil de formación, que se expresaba en la distribución de materias instrumentales-teoría económica-economía política.
Hacia mediados de los 70, con el apoyo de la FEUNAM, se cuenta con profesores visitantes, que vienen a impartir sus cursos los fines de semana. Asimismo, se lleva a cabo un Seminario sobre la Teoría de la Dependencia, en el que participan sus principales autores y del pensamiento estructuralista latinoamericano. De esta forma, hacia 1976-1977, nuestra EE cuenta con la presencia de Theotonio Dos Santos, Vania Bambirra, Ruy Mauro Marini, Pedro Paz, Raymundo Arroyo, entre otros.
Destaca la conferencia de Ernest Mandel, impartida en un Salón Barroco repleto, que vino a fortalecer la creación del PRT, justo cuando los académicos de la UDLA estaban en huelga (por mejores condiciones laborales). Debo señalar que entre 1974 y 1979 un buen número de estudiantes de economía participaron activamente en la construcción del PRT y promovieron la lectura de los textos de Trotsky, discutiendo con las posiciones dominantes en la EE (del PCM). El contexto general de esos años, es el debate de algunas posiciones intolerantes de la dirección de dicho partido —que detentaba también la conducción de la Universidad—y de lecturas menos ortodoxas de la Crítica de la Economía Política y del marxismo en general; así, el clima de discusión en la EE se enriqueció a partir de posturas académico políticas diversas de profesores y estudiantes (trotskistas, maoístas, comunistas, espartaquistas).
La comunidad estudiantil
Mi generación estuvo compuesta por 60 estudiantes y con un solo grupo, y la de 1979 fue similar, pero ya se estructuraba en dos grupos; si bien se realizaba un examen de admisión, todos eran admitidos. El origen social era muy amplio, había compañeros que ya laboraban, otros eran hijos de asalariados o de trabajadores artesanos, y algunos más de campesinos. También hubo varios compañeros extranjeros, en particular centroamericanos, y del sureste de nuestro país, aunque llegó uno que otro del norte, a causa de la represión en sus universidades.
En mi generación, hubo un solo grupo, la relación con todos los compañeros era cotidiana y se constituían pequeños círculos de amistad, pero predominaba una buena participación en los asuntos académicos y políticos, en las problemáticas de la EE y de la Universidad. El debate en las aulas era continuo, en especial en materias como economía política, historia, seminarios; en tanto que en las de teoría económica y las de álgebra e instrumentales, la colaboración en pequeños grupos era frecuente.
A partir de 1971 se fortalece la democratización universitaria, la toma de decisiones a través de asambleas generales es frecuente, así como las elecciones de los coordinadores (hoy directores) y de los consejeros universitarios se fue haciendo por voto universal, directo y secreto. Los estudiantes teníamos mayor participación y capacidad de decisión, de tal forma que en las elecciones de consejeros universitarios se expresaban las diferencias políticas, hasta 1975 predominaron los que militaban en el PCM.
De mi generación, ya como economistas, varios cursaron estudios de posgrado, otros ingresaron a laborar en el sector público o bien desarrollaron actividades ajenas a sus estudios.