La economía tlaxcalteca ha sufrido una transformación con el devenir de los años. La actividad agrícola basada en cultivos como maíz, frijol y maguey, al igual que el comercio de productos agrícolas, textiles y artesanales en la época prehispánica y de la Colonia, han cedido ante el empuje de la industrialización en el siglo XX y el florecimiento de los servicios en el siglo XXI.
Diego Gutiérrez Soto, en Economía Tlaxcalteca Prehispánica: El legado económico de una civilización milenaria, expone que la economía se basaba en una combinación de agricultura, comercio y artesanía. La agricultura jugaba un papel fundamental, ya que cultivaban una amplia variedad de alimentos como maíz, frijol, calabaza y tomate. Además, se practicaba la pesca y la caza para complementar la dieta.
El comercio también fue una parte importante de la economía, pues los tlaxcaltecas desarrollaron una red de intercambio con otras civilizaciones cercanas de productos agrícolas, textiles y artesanales a través de rutas comerciales establecidas. En cuanto a la artesanía, los tlaxcaltecas eran conocidos por su habilidad en la producción de cerámica, textiles y trabajos en piedra. Estas artesanías eran valoradas tanto dentro de la sociedad local como en el comercio con otras civilizaciones.
Los tlaxcaltecas, en la época prehispánica, tenían una economía de intercambio que se basaba en un sistema de trueque de bienes y servicios directamente entre ellos, sin el uso de dinero como medio de cambio. Por ejemplo, un agricultor podía intercambiar sus productos agrícolas por artesanías de otro individuo. Además del trueque directo, también existían mercados y ferias donde se llevaba a cabo el intercambio comercial. Estos eventos eran lugares de encuentro donde los tlaxcaltecas podían intercambiar una amplia gama de productos, desde alimentos hasta artículos de lujo.
El sistema de intercambio de los tlaxcaltecas no solo satisfacía las necesidades económicas de la sociedad, sino que también fomentaba la interacción social y fortalecía los lazos comunitarios entre los individuos. La sociedad tlaxcalteca estaba organizada en clanes o calpullis, que eran grupos familiares extendidos que compartían recursos y trabajaban juntos en la agricultura y la producción artesanal. Estos calpullis tenían líderes políticos y religiosos que desempeñaban un papel importante en la toma de decisiones económicas.
La división del trabajo también estaba presente en la sociedad tlaxcalteca. Mientras que algunos individuos se dedicaban principalmente a la agricultura y la pesca, otros se especializaban en la producción de artesanías o en el comercio. Esta división permitía una mayor eficiencia económica y un desarrollo más especializado de habilidades.
En resumen, la economía tlaxcalteca prehispánica era una combinación de agricultura, comercio y artesanía, basada en un sistema de intercambio de trueque.
Después de la Conquista, la economía tlaxcalteca se integró al sistema novohispano, transformándose de una estructura agraria y comunal a una economía basada en la propiedad privada de la tierra (haciendas), la explotación de la fuerza de trabajo indígena y el cobro de tributos. Se introdujeron nuevos cultivos como el trigo, la ganadería (vacas, ovejas, caballos), y la producción de pulque se convirtió en una actividad económica importante, con los mercados orientados hacia la ciudad de Puebla.
Una actividad que cobró auge fue la producción de pulque, al grado que se convirtió en una importante actividad de las haciendas.
La economía de Tlaxcala se adaptó a las características de la economía de la Nueva España, adoptando las formas de producción, consumo e intercambio propias de ese sistema, de manera que los pueblos indígenas fueron integrados a través del cobro de tributos en productos o trabajo y la exigencia de servicios personales a la Corona y a los encomenderos.
A pesar de los cambios, los mercaderes indígenas mantuvieron un papel importante en el abastecimiento de los centros urbanos con productos agrarios, aprovechando su relación con los productores locales.
Un aspecto interesante a observar es que en Tlaxcala se dio un intercambio comercial entre los indígenas y los españoles, con los primeros adquiriendo productos europeos de alta demanda como herramientas de hierro, ropa y aguardiente. A pesar de la transformación, la economía de Tlaxcala permaneció fundamentalmente agraria, con la agricultura como base de la subsistencia y la producción de la mayoría de la población.
Las actividades como el comercio y la artesanía, impulsadas en el periodo prehispánico, continuaron siendo relevantes en el nuevo contexto económico.
Para el siglo XVII, la economía continuaba anclada en la agricultura (trigo, maíz, maguey) y la ganadería, con la producción de cochinilla como un elemento clave para el comercio con Europa. La actividad artesanal en los obrajes y el sistema de haciendas, tanto agrícolas como pulqueras, fueron fundamentales para la subsistencia y la economía provincial.
En esta etapa se establecieron grandes haciendas ganaderas y agrícolas, y haciendas pulqueras que abastecían las ciudades. En tanto, los bosques eran fuente de resina para hacer brea, así como de carbón y leña para abastecer las ciudades de Puebla y Tlaxcala.
En el siglo XVIII se mantuvieron la ganadería y la agricultura como las principales actividades económicas de Tlaxcala, con la producción de pulque, trigo y otros cultivos como actividades centrales. Grandes haciendas, propiedad de españoles y mestizos, dominaban la producción, mientras que los bosques proporcionaban recursos como resina, carbón y leña, y los pueblos aportaban mano de obra y productos artesanales para el comercio regional.
En ese entonces existían más de 100 haciendas, muchas de ellas con extensas tierras para el cultivo de trigo y maíz, y para la cría de ganado, incluyendo ovejas, vacas y cerdos. Las haciendas pulqueras eran un importante sector de la economía. Los pueblos de Tlaxcala jugaban un papel crucial al aportar mano de obra para las haciendas y al participar en la dinámica del comercio a través de tianguis semanales y tiendas, además de ser centros de producción artesanal.
La economía estaba ligada a las ciudades y villas más grandes, proveyendo bienes alimenticios y de consumo, y absorbiendo productos de otras esferas productivas, lo que fomentó la movilidad social y la urbanización.
Tlaxcala, a mediados del siglo XIX, vivió el nacimiento de la industria textil. Los primeros empresarios que invirtieron en ella hicieron uso de la experiencia que tenía su población para montar grandes y modernas fábricas, las cuales fueron instaladas en las márgenes del río Zahuapan. Estos industriales fueron españoles que supieron combinar diversas actividades productivas, lo que los llevó a ocupar una posición destacada, tanto política como social,
Esto se expone en “El proceso de industrialización en Tlaxcala y su relación con el empresario porfirista Ángel Solana (Santibáñez Tijerina, Blanca Esthela / Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, BUAP, México). En este texto se cita que a lo largo de la historia se fueron sumando nuevas generaciones de reconocidos empresarios que, de igual forma, contribuyeron al desarrollo de la región.
Para ello gozaron de las organizaciones empresariales que facilitaron el adecuado desempeño de las negociaciones y de la propia industria textil.
En tanto, Sandra Reyes Romero (Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego”, BUAP, México) cita que las regiones de Puebla y Tlaxcala tuvieron una posición importante dentro de la industria manufacturera a finales del siglo XIX. Tlaxcala se dedicó primordialmente a la fabricación de textiles, donde a principios del siglo XX se diversificó la industria de manera que los empresarios invirtieron en otras ramas.
Considerando las políticas económicas del Estado en un periodo donde la “sustitución de importaciones” servía como modelo para el desarrollo de la industrialización en México; a nivel local los gobernantes en turno con el fin de que los empresarios decidieran invertir sus capitales en la industria continuaron dando facilidades fiscales.
En el último cuarto del siglo XIX, la llegada del ferrocarril fue un factor clave para el desarrollo económico, especialmente en el norte y centro del estado, donde se encontraban las haciendas pulqueras y las industrias textiles, beneficiándose de la abundancia de agua y la mano de obra.
En el siglo XX se vio una diversificación económica con el surgimiento de la Zona Metropolitana de Tlaxcala y la creciente importancia de los sectores de servicios y manufacturas.
Actualmente, la economía se caracteriza por un predominio del sector servicios, seguido por las manufacturas, con importantes retos en la generación de empleo y combate a la pobreza laboral, aunque se busca atraer inversión y fortalecer el desarrollo tecnológico para una economía más competitiva.
La principal actividad económica de Tlaxcala se enfoca en las industrias manufactureras y los sectores terciarios como el comercio, así como en la agricultura, lo que genera una economía diversificada. Dentro de la manufactura destacan la fabricación de partes de vehículos automotores y de productos de plástico, mientras que en la agricultura sobresale la producción de amaranto y cebada.
A pesar del crecimiento en la economía de Tlaxcala, existen desafíos importantes. La entidad tiene una de las tasas más altas de informalidad en el país y una considerable población en pobreza laboral, lo que requiere de políticas que fortalezcan la economía a través de la promoción de la investigación científica y el desarrollo tecnológico, la vinculación entre la academia y el sector empresarial, y la atracción de inversiones.
Las industrias manufactureras siguen siendo un pilar fundamental, aunque el sector servicios también tiene una gran participación en el Producto Interno Bruto (PIB) estatal.
Referencias
Gutiérrez Soto, D. (s/f) Economía tlaxcalteca prehispánica: El legado económico de una civilización milenaria. Disponible en: https://economiahistorica.com/economia-tlaxcalteca-prehispanica/ Consultado el 14 de septiembre de 2025.
Reyes Romero S. (s/f) La transformación industrial en Tlaxcala, México 1940-1990, Quintas jornadas de Investigación 2011, La industrialización en América Latina 1880-1970. Procesos, actores y estrategias. Disponible en: https://www.audhe.org.uy/jornadas/internacionales/quintas-jornadas-de-investigacion-2011/39-17-la-industrializacion-en-america-latina-1880-1970-procesos-actores-y-estrategias/139-la-tansformacion-industrial-en-tlaxcala-mexico-1940-1990.html. Consultado el 14 de septiembre de 2025.
Santibañez Tijerina, B.E. (2016) El proceso de industrialización en Tlaxcala y su relación con empresario porfirista Ángel Solana, Boletín Americanista, LXVI, 2:73, págs. 137-157. Disponible en:
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5707356/ consultado el 1|4 de septiembre de 2025.