La luz es central en la ciencia, tecnología, arte y cultura: puede ayudarnos a promover la educación en todos los niveles, y sus tecnologías impulsan el desarrollo. Las tecnologías basadas en la luz son un detonante económico que puede provocar una revolución en el siglo XXI, similar a la provocada por la electrónica en el siglo XX. De aquí es que algunos digan que el siglo XXI es el siglo de la luz; qué mejor ocasión para prepararnos.