Con el propósito de visibilizar a los inmigrantes no documentados radicados en Estados Unidos, el presidente Barack Obama promulgó dos iniciativas: una referida a los que ingresaron a ese país siendo niños (DACA por sus siglas en inglés) y otra para los padres de ciudadanos norteamericanos o residentes permanentes (DAPA por sus siglas en inglés). En su versión de 2012 la DACA impedía la deportación y/o concedía permisos de trabajo para un periodo de dos años renovables a quienes tuvieran menos de 31 años al 15 de junio de 2012, o que hubieran llegado a Estados Unidos siendo menores a 17 años y que tuvieran al menos una residencia continua en ese país entre 2007 y 2012, agregaba requisitos escolares (asistir a la escuela, certificado de educación general) o militares (haber servido a las fuerzas armadas), además de no tener antecedentes delictivos; en noviembre de 2014 el presidente Obama amplió la propuesta: los dos años de acción diferida se hicieron tres, el periodo de residencia se redujo del 15 de junio de 2007 al 1 de enero de 2010, y podrían ser legibles los nacidos antes del 16 junio de 1981. Esta ampliación debería entrar en vigor en febrero de 2015 y la propuesta de la DAPA en mayo de 2015, ambas fueron objetadas por el gobierno de Texas y la Corte de Apelaciones del quinto circuito acordó suspenderlas.
Una acción diferida es una protección administrativa para inmigrantes que tengan un estatus no documentado en Estados Unidos o estén en proceso de ser deportados, les proporciona una estancia legal temporal y no genera derechos de residencia definitiva; al concluir el plazo de la acción o el permiso de trabajo los beneficiados deben salir de ese país. La DAPA es la acción diferida para los padres de ciudadanos estadounidenses y residentes legales permanentes; los requisitos de elegibilidad para calificar en ese programa establecen que los hijos de padres con estatus migratorio no documentado deben haber nacido en territorio de ese país antes del 20 de noviembre de 2014: los elegibles deben haber vivido en Estados Unidos antes del 1 de enero de 2010, haber estado físicamente en Estados Unidos el 20 de noviembre de 2014 y estar presentes en el momento de la petición de la DAPA, además de no haber cometido delito.
Las estimaciones de la población susceptible de beneficiarse por la DACA fue de 1.7 millones en su primera versión, y de 330 mil en la versión ampliada, en tanto que la estimación de beneficiados potenciales de la DAPA fue de 3.5 millones. Los republicanos se han opuesto a estas medidas presidenciales y está en suspenso la aplicación de la DAPA, y de la DACA en su versión ampliada. Inmigrantes de 192 nacionalidades aplicaron la DACA (aún está vigente la primera versión); tres de cada cuatro solicitudes fueron de mexicanos, quienes se estima que representan un poco más de la mitad del total de inmigrantes no documentados en Estados Unidos. Muchas familias de inmigrantes no documentados tienen descendientes nacidos en ese país o con estatus de residentes permanentes, la deportación del inmigrante no documentado genera desintegración o separación familiar. El retorno de migrantes mexicanos desde Estados Unidos es equivalente a la salida de mexicanos hacia ese país; la primera ha aumentado por las deportaciones y la contracción del mercado laboral, la segunda ha bajado por la contracción del empleo no cualificado, que es donde se ubican los inmigrantes mexicanos. Los inmigrantes con su trabajo, impuestos y cultura han contribuido a forjar la grandeza de Estados Unidos; sería inconcebible la participación femenina estadounidense en el mercado laboral, o una mejor calidad de vida de los aborígenes de ese país sin el concurso de los inmigrantes: regularizar temporalmente su estatus no resolvía su derecho a la residencia, pero al menos les daba una efímera legalidad.