Una mirada al cielo


13_n16Es normal que por las mañanas al despertar lo primero que escuches sea un “¡Ya levántate!” de tu mamá; sin embargo, lo más probable es que en 80 por ciento de los casos lo primero que escuches al abrir los ojos, sea el canto de las aves.

Por su canto, tamaño o el color de las plumas, ha hecho que como grupo las aves sea uno de los más conocidos, tan sólo en México se tienen descritas alrededor de mil 96 especies, permitiendo saber que cerca de 70 por ciento de las aves son residentes, 16 por ciento son endémicas y aproximadamente 30 por ciento presentan hábitos migratorios, posicionando al país dentro de los primeros lugares a nivel mundial por su diversidad avifaunística.

Biológicamente las aves son organismos muy importantes dentro de los ecosistemas, debido a las interacciones ecológicas que realizan (polinizan, son dispersores de semillas y controladores de plagas), no obstante, en los últimos 10 años, la caza furtiva, la venta ilegal y la fragmentación del su hábitat, entre otras cosas, han puesto en riesgo el estatus de conservación de muchas de las especies, caso específico el del “águila real”.

El águila real (Aquila chrysaetos), esta maravillosa ave, que desde tiempos prehispánicos ha sido considerada como símbolo celeste, encarnación del sol y del fuego, su vuelo descendente representaba el caer de la luz sobre la tierra, de aquí que también surgieran los caballeros águila, en náhuatl cuauhteuctli, los cuales fueron considerados una clase especial en la infantería militar del ejército azteca. En Huichol se le denomina “Weerika Wimari” que significa águila madre y en mixteco se conoce como “Su”. Tan importante ha sido esta especie en nuestra cultura que desde 1968 vemos plasmada su imagen en el escudo nacional, originada a partir de la leyenda azteca sobre la fundación de Tenochtitlán.

El águila real es una ave rapaz de gran tamaño, alcanzando una longitud de un metro y de envergadura, es decir, el tamaño de sus alas extendidas hasta de 2.84 metros, las hembras son un poco más grandes que los machos y en época de anidamiento son muy territoriales, lo que lleva a que necesiten aproximadamente unas 6 mil hectáreas para llevar a cabo esta actividad. La podemos encontrar desde bosques de coníferas hasta matorrales desérticos, sus nidos de gran tamaño son hechos de la acumulación de hojas y ramas, los cuales pueden ser puestos en peñascos o en la punta de los árboles. En cuanto a su comportamiento son pocos los estudios realizados en México, sin embargo, se sabe que durante el cortejo el macho realiza acrobacias, se eleva hasta 200 metros para después dejarse caer con las alas cerradas, repitiendo la misma conducta hasta cinco veces, mientras la hembra está perchada observándolo. Una vez que la hembra elige al macho, la hembra busca el sitio de anidamiento en donde juntos construirán el nido en donde anidarán y así sus crías puedan nacer a finales de marzo. Durante todo este tiempo el macho se encarga de ir en busca de comida (ardillas, cevatillos, zorrillos, coatíes, mapaches y pequeñas aves) y con esto poder alimentar tanto a la hembra como a los polluelos.

A pesar de que la distribución del águila real es muy amplia en Norte América y Eurasia, en México se encuentra amenazada, según la NOM-059 y sólo la podemos encontrar en Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Si-naloa, Durango, Jalisco, Aguascalientes, San Luis Potosí, Guanajuato y Oaxaca. Hoy en día el águila real presenta graves problemas de conservación debido a la electrocución, envenenamiento directo, pérdida de hábitat, cacería y venta ilegal, así como por el envenenamiento por plaguicidas. Esto lleva a una segunda preocupación, ya que también se ve afectada la variabilidad genética de la especie debido a los problemas de consanguinidad por el tamaño de su población.

Aún estamos a tiempo si redoblamos esfuerzos por conservarla, de lo contrario una especie tan importante para los bosques de México, en donde su ausencia generaría un gran desequilibrio en los mismos, además de que una parte de nuestra cultura se vería terminada por completo.

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