Medio ambiente, el ausente en la agenda de los candidatos

· Ilustración: Diego Tomasini / Dibrujo

· Ilustración: Diego Tomasini / Dibrujo

En los últimos años la preocupación por una crisis ambiental en el mundo ha ido en aumento. Deforestación, especies en peligro de extinción, contaminación, cambio climático, desabasto de agua, entre otros; han puesto a la mayoría de los países a pensar en cuáles serían las medidas necesarias en cada uno de sus gobiernos para contrarrestar los efectos que pudieran traer todos o alguno de los problemas ambientales antes mencionados. De todos, el desabasto del agua en los últimos años ha puesto los pelos de punta a todo aquel que logra ver la magnitud del problema y no es para menos, ya que últimamente en los medios de comunicación nos hemos enterado que diversos países, incluyendo el nuestro, están viviendo ya una crisis de desabasto de agua, inclusive se ha mencionado que podríamos vivir una guerra debido a la escasez de este vital líquido.

El agua es uno de los recursos más importantes para la vida en el planeta. Todos los seres vivos dependemos de su disponibilidad; en el caso de los humanos, desde que aparecimos en el planeta, el agua ha sido fundamental para la ubicación de los grupos humanos sobre un territorio, esto ha llevado a que ocupemos el agua no sólo para consumo, sino también para todas las actividades tanto agrícolas como industriales que realizamos.

El agua es una molécula que se forma a partir de la unión de dos átomos de hidrógeno con uno de oxígeno, también la podemos encontrar en estado sólido, líquido y gaseoso, además sabemos que es inodora, insípida e incolora.

Si tomáramos una nave espacial y saliéramos de la Tierra, podríamos ver que es un planeta en donde abunda el agua, no por nada muchos lo han nombrado el planeta azul; sin embargo, de toda esa agua que se puede observar no toda está disponible para su consumo y es que 97.5 por ciento es agua salada, el resto, es decir, 2.5 por ciento, es agua potable y de esto solo 0.5 por ciento está disponible para actividades humanas directas, para mantener ese 0.5 por ciento, es importante la conservación de los bosques y selvas, ya que ellos son los principales captadores de agua de lluvia que permiten la filtración y recarga de los mantos acuíferos de donde se extrae el agua que consumimos.

Esto nos lleva a pensar: ¿qué pasaría si se acabara el agua?, ¿qué acciones debemos tomar para evitar que esto pase? y ¿los gobiernos qué están haciendo al respecto?

Combatir la escasez del agua es uno de los grandes retos para los gobiernos del mundo, y es que el agua destinada al abastecimiento público no ha logrado la cobertura universal de los servicios, pese a que desde 2012, las leyes determinaron el acceso al agua como un derecho humano. Aunado a esto, los gobiernos en los últimos años han trabajado para mejorar la infraestructura que permite el abasto de agua a las poblaciones, ya que se sabe que gran parte de la pérdida de agua se debe a fugas en las tuberías.

En México el panorama es duro, ya que de acuerdo a una clasificación mundial, nuestro país está situado en un rango de baja disponibilidad de agua, sumándole la contaminación de los cuerpos de agua, los malos hábitos de consumo y una falta de cultura de reuso, separación y aprovechamiento de agua de lluvia, poniendo en riesgo el abasto de agua, se calcula que para 2030 gran parte de México estará bajo el estrés de una crisis hídrica.

Es tiempo electoral y desde hace varios meses hemos estado escuchando, leyendo y viendo en todos los medios de comunicación al “ya sabes quién”, el “yo mero”, el del “frente y su movimiento naranja”, a una señora que solamente ha sido tema de burla por el marido que se carga y recientemente le han dado permiso a un tal Bronco de entrar a la contienda. De todos ellos sabemos, mucho o nada, y nada son justo las propuestas de los candidatos en temas ambientales. Y es que durante estos meses nos hemos dado a la tarea de buscar dichas propuestas y hasta el momento, en ninguna página oficial de cada uno de los candidatos las hemos encontrado.

La crisis por el desabasto del agua es real; investigadores, activistas, universidades, organizaciones de la sociedad civil, entre otros, han hecho un llamado de alerta ante esta situación, es tiempo electoral en nuestro país, y es tiempo de que reflexionemos, analicemos, critiquemos y exijamos verdaderas propuestas que permitan aminorar ese gran golpe que se nos avecina.

 

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