Una serpiente demoníaca, malvada y caótica

Suena un poco atrevido dedicar el espacio de este mes a un objeto con estas características, por muy celeste que sea, sin embargo, es el origen del nombre de Apophis**, un asteroide potencialmente peligroso (PHA, por sus siglas en inglés) que tuvo un acercamiento con la Tierra el 6 de marzo pasado, y que pasará aún más cerca el 13 de abril de 2029.

El asteroide fue descubierto en 2004 y su designación oficial es 2004 MN4. Saltó a la fama, ya que los cálculos orbitales iniciales revelaron que tenía una probabilidad del 2,7 por ciento de impactar con la Tierra en 2029. Afortunadamente, observaciones posteriores han descartado completamente esa posibilidad.

Es sorprendente que alrededor de 100 toneladas de material celeste ingresen cada día a la Tierra, principalmente partículas muy pequeñas, la mayoría inofensivas, pero es más sorprendente saber que hay millones de rocas moviéndose en el sistema solar, algunas de ellas con dimensiones suficientes para ponernos en peligro, en caso de que su órbita coincida con la de nuestro planeta. Y quizá nos sorprenda más saber que existen alrededor de dos mil PHAs, asteroides que pasan a menos de 0.05 UA de la Tierra, lo que equivale a unos 7.5 millones de kilómetros, o a unas 20 veces la distancia promedio Tierra-Luna.

(99942) Apophis es uno de estos objetos, llamados cuerpos menores del sistema solar, mide unos 340 metros, en su parte más larga, y su órbita estará muy cercana a la de la Tierra varias veces en las próximas décadas (2029, 2036, 2044, 2051, 2058, 2068, 2073 y 2080). Sólo para tener una idea del potencial “destructivo” de Apophis, podemos compararlo con algunos conocidos recientes: es 300 veces más masivo que el de Tunguska (en 1908) y 5 mil veces más masivo que el de Chelyabinsk (en 2013), por lo que es esencial monitorearlo.

Durante el acercamiento del pasado 6 de marzo, a la 1:15 UT, Apophis pasó a unas 40 veces la distancia promedio Tierra-Luna, lejos de cualquier peligro para la Tierra, pero fue una gran oportunidad para estudiarlo y precisar sus propiedades, tanto físicas como orbitales. A nivel mundial se organizó una campaña de observación. Observatorios de todo el planeta apuntaron, y algunos siguen apuntando, sus telescopios para obtener datos que ayuden a determinar de manera más detallada la órbita, así como su forma, estructura, rotación y orientación, entre otros parámetros.

Por ejemplo, el complejo de radiotelescopios de Goldstone en EEUU apuntaron al asteroide del 3 al 10 de marzo, en el modo radar, para que, con el radiotelescopio de Green Bank, en West Virginia, se recibieran las señales de “rebote”, el eco. Desde el INAOE se llevaron a cabo observaciones tanto con la Cámara Schmidt de Tonantzintla, en Puebla, como con el telescopio de 2.1m del Observatorio “Guillermo Haro”, en Cananea, Sonora.

Analizar toda la información colectada a nivel mundial permitirá prepararnos para la siguiente visita del asteroide en 2029, cuando se acercará a unos 31 mil kilómetros, que aunque suena muy grande, es tan cerca de la Tierra que a esa altura se localizan algunos de los satélites geoestacionarios.

La campaña tiene otras dos metas relativas a la defensa planetaria. Por un lado, se simulará qué tan rápido puede ser “descubierto” un asteroide como Apophis utilizando, de manera normal, los observatorios de la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN, por sus siglas en inglés), red a la que pertenece el INAOE desde sus inicios, y con estas observaciones se caracterizará su órbita, tamaño, rotación y composición, y la probabilidad de impacto con la Tierra en 2029. Mientras, por otro lado, se modelarán los daños ocasionados, y las posibles medidas de mitigación, por el impacto, dependiendo del sitio donde ocurra:  zona metropolitana, costa, cerca de una planta nuclear o en alta mar.

La campaña internacional de observación de Apophis este 2021 ha servido para descartar completamente la posibilidad de impacto en las siguientes visitas, pero también nos servirá para preparar una respuesta internacional si llegáramos a descubrir un PHAs con alta probabilidad de impactar a la Tierra. Desde Tonantzintla y Cananea seguiremos contribuyendo tanto como sea posible.

En la siguiente liga podrán encontrar una animación del movimiento de Apophis con imágenes obtenidas con la Cámara Schmidt de Tonantzintla:  https://bit.ly/38yIOMd

 

**Apophis recibió su nombre de un dios egipcio, de una serpiente demoníaca que personificaba el mal y el caos.

 

 

* rmujica, jvaldes, sergio.camacho y [email protected]