Las ciencias básicas y su contribución al desarrollo sostenible

A partir de la primera Revolución Industrial, se produjeron transformaciones extraordinarias y sin precedentes en los ámbitos social, tecnológico y económico, que marcaron indeleblemente la subsistencia del hombre. Los ecosistemas de los que éste dependía comenzaron a ser explotados desmesuradamente, y la relación directa que guardaba el hombre con el campo, se fue desvaneciendo gradualmente hasta que la ciudad se convirtió en el objetivo principal para buscar oportunidades. El modelo de desarrollo que entonces se suscitó, se sobreentendía por la explotación inmensurable de los recursos con fines únicamente de crecimiento económico.

La emergencia ambiental en la que hoy nos encontramos nos lleva a replantearnos el modelo de desarrollo y a establecer que el hombre debe actuar entendiendo que es parte de un sistema en el que cada uno de sus elementos (hombre, naturaleza y economía) tienen una función fundamental dentro del mismo, no sólo se trata de crecimiento y de un mercado como sistema aislado, los factores económicos, sociales y ambientales deberán desarrollarse en paralelo y de manera integrada para que pueda alcanzarse la  sostenibilidad. De tal forma que se genera un crecimiento racional, no desmesurado, utilizando únicamente los recursos que se necesitan para satisfacer necesidades.

¿Como pueden las ciencias básicas contribuir a este objetivo? A fines de 2019, la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) adoptó una resolución para proclamar que el 2022 fuera el Año Internacional de las Ciencias Básicas para el Desarrollo Sostenible. Esta iniciativa fue desarrollada por la Unión Internacional de Física Pura y Aplicada (IUPAP), bajo el liderazgo de su presidente Michel Spiro, con el estímulo y apoyo de más de 50 academias y redes de ciencia, el Laboratorio Europeo de Física de Partículas, el Centro de Física Teórica Abdus Salam de la Unesco, 28 premios Nobel y ganadores de la medalla Fields; además de varias naciones de América Latina.

El objetivo central expresado por Spiro es “mejorar la conciencia mundial de las ciencias básicas que permita abrir la puerta a más investigación, educación y desarrollo en estos campos”. Para una mejor integración de los resultados científicos en los procesos de toma de decisiones públicas.

La creatividad, el conocimiento, la tecnología de toda la sociedad proporcionan las competencias y los conocimientos técnicos necesarios para la aplicación de las innovaciones que nos permitan afrontar retos en los avances en la medicina, la industria, la agricultura, los recursos hídricos y la planificación energética, en un momento crucial en la historia en la era de la Cuarta Revolución Industrial. Las innovaciones tecnológicas que utilizamos a diario tienen su origen en los descubrimientos de las ciencias básicas.

Los acontecimientos recientes así nos lo confirman; el rápido desarrollo de múltiples vacunas ha sido un triunfo del sistema de investigación y desarrollo, gracias a la identificación del origen viral de muchas enfermedades y el resultado de una larga inversión y cooperación pública y privada, ¿cómo podríamos luchar contra la pandemia de SARS-CoV-2 y las que se presenten en el futuro, sin las aportaciones de la biología básica, la física, las matemáticas o la química acumuladas durante décadas?

El Sistema de Posicionamiento Global (GPS por sus siglas en inglés), permite ubicar con precisión la ubicación de una persona o vehículo sobre la Tierra, y actualmente es una manera muy útil de saber cómo llegar a cualquier lugar; no habrían sido posibles sin la teoría de la Relatividad Especial y General de Einstein y la física cuántica.

El internet permite que la información se pueda encontrar en diferentes presentaciones, no solamente redactadas en largos informes. Las plataformas de video como YouTube y Vimeo o cursos online como Teachlr, obligan a los educadores a buscar nuevas y divertidas maneras de hablar de ciencia, sin que se haga tedioso, al alejarse del tradicional formato de un pizarrón en un salón de clase y aventurándose a probar técnicas más visuales, interactivas y dinámicas.

De generación en generación las ciencias básicas incrementan el conocimiento teórico, de los principios fundamentales de la naturaleza o de la realidad, construyen un acervo de conocimiento científico sistemático socializado que las próximas generaciones podrán aplicar a los problemas a los que tendrán que enfrentarse, y que quizás hoy no conozcamos, dotándoles de las herramientas esenciales para pasar de los objetivos generales a las acciones efectivas.

Las Ciencias básicas las encontramos en los descubrimientos de frontera de la Cuarta Revolución Industrial, Michel Spiro hace un recuento:

  • La inteligencia artificial, basada en teorías y métodos desarrollados en matemáticas, física estadística y procesamiento de señales, influirá en todos los aspectos de nuestras sociedades.
  • Los avances en la secuenciación del ADN, gracias a la biomatemática, la química y la física, orientan ahora la medicina hacia tratamientos individualizados más eficaces, contra el cáncer, por ejemplo.
  • La producción y el almacenamiento de energías renovables dependen de los avances en física, química y ciencias de los materiales.
  • La reducción de la contaminación y la nutrición sostenible y saludable dependen de la química verde.
  • La lucha contra las enfermedades no transmisibles, como la diabetes o la obesidad, que se están extendiendo por todo el planeta, dependerá de los conocimientos de la biología fundamental.

El desarrollo sostenible es un tema transversal que debe de ser incorporado en todo tipo de decisiones desde la vida cotidiana hasta las grandes decisiones macroeconómicas y de seguridad en el planeta. Los retos globales sólo se alcanzan con la participación de todos.

Los científicos han aprendido que ningún esfuerzo ambicioso puede alcanzar sus resultados sin la participación de todas las partes interesadas. Desde el principio del proceso, deben participar otros científicos, responsables políticos, comunidades financieras y económicas, grupos y asociaciones, y ciudadanos individuales.

Cuanto más utilicen las ciencias, todas estas partes interesadas, más contribuirán a su enriquecimiento y a la reducción de las desigualdades en el mundo. ¿Cómo pueden los ciudadanos y sus organizaciones utilizar más las ciencias básicas para la educación, la innovación y la prosperidad?  ¿Cómo debe aplicarse la ciencia abierta para que los métodos y resultados estén ampliamente disponibles?

Todos tenemos un papel que jugar: los gobiernos, las organizaciones internacionales y financieras, las de la sociedad civil como individuos, la iniciativa privada, los pueblos indígenas y, destacadamente las organizaciones científicas. Pero si no existe un proceso de organización y de presión a que esto se incorpore en los planes de desarrollo, en que todos los partidos tengan una agenda común que atienda esto que es la emergencia ambiental, y que se logre que en el 2024 tengamos unas campañas que incluyan esto como en el centro.

Las ciencias básicas aportan los medios esenciales para la implementación de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, un ambicioso programa que los Estados miembros, han acordado para para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar un desarrollo inclusivo, que permita equilibrar la sostenibilidad social, económica y ambiental.

 

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