Lo que no sabe el hombre-lobo

Sabemos que la Luna gira alrededor de la Tierra. ¿Tienes idea de por qué?

Necesitamos:

• Una pelota pequeña y suave (que podamos perforar).

• Un trozo de estambre o un cordón largo.

• Una aguja muy grande (donde quepa el estambre o el cordón).

• Tijeras.

¿Qué hacer?

Enhebra el cordón o el estambre en la aguja y hazle un nudo al final. Ahora pincha la pelota en el centro, con mucho cuidado para no picarte, hasta que la aguja salga por el otro lado. Por último jala la aguja hasta que el nudo toque la pelota y luego sácala del cordón (si es necesario usa las tijeras). Toma la pelota con tu mano, mide el cordón hasta que llegue a tu codo y córtalo ahí.

Ahora toma el cordón por la punta, sujetándolo fuerte con el puño, y haz girar la pelota. Si empiezas a girarla muy despacio, la pelota caerá y si lo haces demasiado rápido, saldrá disparada. (Guarda la pelota, que nos va a servir para el siguiente experimento).

¿Qué ocurre?

Y ¿qué tiene que ver todo esto con la Luna? Pues la Luna gira alrededor de la Tierra,

igual que la pelota gira alrededor de tu puño; de hecho, si la Luna girara mucho más rápido, también saldría volando y si lo hiciera mucho más despacio caería hacia la Tierra. Pero espera un momento, la Tierra y la Luna no están atadas por ningún cordón…

Entonces ¿cómo es que se mantienen juntas? Lo que pasa es que la Tierra y la Luna también están unidas. Al igual que las partículas cargadas se sienten atraídas o rechazadas entre sí debido a la fuerza eléctrica, los planetas, las estrellas, los satélites y todas las cosas se atraen mutuamente a través de la fuerza de gravedad (nota que aunque la fuerza eléctrica puede ser atractiva o repulsiva, la de gravedad sólo atrae). Es justamente esta fuerza la que mantiene a la Luna dando vueltas alrededor de la Tierra sin dejarla escapar y es ella también la que impide que nosotros salgamos volando hacia el espacio exterior.

Tal vez te suene extraño que todos los cuerpos se atraigan entre sí, ¡esto significaría que todas las personas y los objetos estaríamos pegados unos con otros todo el tiempo! El asunto es que la fuerza de gravedad es muy débil, y por eso sólo se nota cerca de cuerpos muy muy pesados. La atracción de la Tierra es tan grande sobre nosotros, que cuando saltamos hace que regresemos al piso, y el Sol es tan grande que la Tierra, la Luna y los demás planetas también se sienten atraídos por él, así que todos giran a su alrededor.

El movimiento que realiza la Luna alrededor de la Tierra tiene mucho que ver con un fenómeno que has visto muchas veces. Si volteas al cielo en las noches, hay veces que la Luna está redonda y blanca (se dice que hay luna llena), otras veces parece una uña (a esto se llama cuarto creciente o menguante) y en otras, de plano ni la vemos (cuando hay luna nueva); estas diferentes etapas se conocen como fases de la Luna. Averigüemos cómo surgen.

Necesitamos:

• Nuestra pelota con cordón.

• Una linterna.

• Un cuarto oscuro.

• Un o una colega.

¿Qué hacer?

Toma la pelota con cordón, ponte en medio del cuarto y levanta la pelota de modo que quede colgando un poco más arriba que tu cabeza, frente a ti. Apaga la luz y pídele a tu amigo que encienda la linterna y apunte con ella hacia la pelota. Luego gira muy lentamente y fíjate qué pasa con la luz sobre la pelota.


¿Qué ocurre?

De nuevo, la pelota representa a la Luna, tú eres la Tierra y la linterna es el Sol. El Sol siempre ilumina la mitad de la Luna, lo que cambia es qué tanto de esa luz alcanzamos a ver. Cuando la pelota está directamente entre la lámpara y tú, es equivalente a cuando la Luna está entre la Tierra y el Sol; cuando eso ocurre no podemos ver ningún reflejo de luz sobre la Luna (o la pelota), porque todos quedan en la cara que no vemos, entonces tenemos luna nueva. Cuando estás entre la lámpara y la pelota, que sería como si la Tierra se ubicara entre el Sol y la Luna, la parte iluminada queda directamente frente a ti, de modo que verás la Luna llena; el resto de las fases quedan en medio y se nombran como en la figura.