Si te asomas por una ventana, puedes ver lo que está afuera a través del vidrio; en cambio, si tratas de ver a través de una pared, no lo lograrás. Esto se debe a que los objetos como el vidrio o el agua son transparentes, es decir, permiten que la luz pase a través de ellos; por otro lado, cuando la luz llega a la pared o a tu mano, choca contra ella en vez de atravesarla; estos objetos que la luz no puede traspasar se llaman opacos.
¿Te imaginas un aparato que te permita ver lo que hay atrás de los objetos opacos? ¿Te gustaría hacer uno?
Necesitamos:
· 4 espejos de 6.5 x 9.5 cm.
· 3 cajas vacías de leche (de las alargadas con base cuadrada).
· ½ pliego de papel cascarón.
· Regla, lápiz, tijeras, goma, pegamento blanco.
· Plumón o pluma.
· Estilete o navaja con filo y cinta adhesiva.
· Un adulto que nos ayude a cortar.
¿Qué hacer?
Abre bien las cajas de leche y lávalas. Toma dos de ellas y corta las esquinas de arriba hasta donde llega el doblez; cierra las pestañas de lados opuestos de la caja y ponles pegamento encima, como se ve en el dibujo; luego dobla las otras dos para cerrar la caja y déjalas secar.
Con el plumón traza un cuadrado de 7×7 cm en una de las caras alargadas, pegado a la base, y otro en la cara contraria, pegado a la tapa. Pídele al adulto que te ayude a cortar estos cuadrados con la regla y el estilete, para hacer dos ventanitas.
Ahora traza cuatro veces sobre el papel cascarón la figura que se muestra aquí, fijándote bien en las líneas punteadas y las continuas. Pide de nuevo al adulto que te ayude a cortar la figura sobre las líneas continuas, sin cortar las punteadas, usando el estilete y la regla; después pasen suavemente el estilete sobre las líneas punteadas para que sea más fácil doblar el papel, pero con cuidado de que no cortarlo. Arma la figura como se muestra aquí, poniendo la cinta adhesiva en las orillas; entonces tendrás un poliedro.
Pon los espejos sobre la cara mayor de tus poliedros de papel cascarón y fíjalos poniendo cinta adhesiva al rededor. Mételos en las cajas a través de los cuadritos que recortaste, como se muestra en la figura; si todo está bien, debe poder verse en una ventanita lo que queda en la otra. Entonces sácalos y echa pegamento blanco en los lados del poliedro que quedan libres, vuelve a meterlos y presiona para que queden fijos; déjalos secar acostados sobre una mesa.
Los submarinos utilizan un mecanismo similar a éste para ver lo que hay sobre el nivel del agua cuando están sumergidos, sin tener que salir a la superficie; si te fijas, con estas cajas puedes ver lo que está por encima de tus ojos.
Mientras se secan, toma la tercera caja y abre, tanto su tapa como su fondo, completamente. Corta de nuevo sobre las esquinas de la caja hasta llegar a los dobleces que quedaron marcados en ella. Marca una línea sobre las pestañas que quede a 3 cm del doblez y luego corta ahí con las tijeras.
Cuando ya hayan secado las otras dos cajas, páralas; acuesta la última caja y acomódala de modo que la tapa y el fondo den hacia una ventana con espejo, como se muestra en la figura. Pega las pestañas con pegamento blanco y deja que todo seque.
Ahora mete un objeto opaco entre las dos cajas con espejos y asómate por una de las ventanas. ¿Puedes ver a través de él?
¿Qué ocurre?
Cuando la luz alcanza los objetos choca con ellos; una parte de la luz es absorbida y otra es esparcida. Normalmente estos rayos que se dispersan llegan a nuestros ojos y entonces podemos ver las cosas (por eso en la obscuridad no vemos nada). Cuando los rayos de luz se encuentran con un espejo, se reflejan, es decir rebotan: es así como podemos ver nuestra propia imagen.
Lo que hacemos con nuestro nuevo aparato es aprovechar esta propiedad de los espejos para desviar los rayos de luz y hacer que ésta rodee cualquier cuerpo, de tal forma que los rayos lleguen a nuestros ojos.
Los magos utilizan espejos para realizar algunos de sus trucos de desaparición; de hecho, el famoso mago David Copperfield los usa para “desaparecer” la Estatua de la Libertad…