La principal causa del éxodo de connacionales es por motivo laboral, y el principal destino, el vecino del norte. Aquí no hay una oferta lo suficientemente amplia de plazas de trabajo y/o las remuneraciones otorgadas son insuficientes para garantizar un nivel de vida decoroso. Allá, siendo los salarios pagados a los inmigrantes mexicanos más bajos que lo estipulado por la norma federal o estatal, son mejores que los de por acá, lo que se traduce en un fondo de ahorro nada despreciables para los nacidos aquí y radicados allá. El requerimiento de trabajadores en Estados Unidos de América (EEUU) varía proporcionalmente al crecimiento de su economía: con la recesión o la crisis, disminuye y con el crecimiento, aumenta. En los años 2003 a 2007 la economía de EEUU creció al 3 por ciento y cada año emigraba un millón de mexicanos hacia ese país; en los años 2008-2012 el crecimiento fue de 1.7 y la emigración de mexicanos disminuyó a la mitad. Para los dos próximos años la tasa de crecimiento de la economía de ese país se estima en alrededor de 2 por ciento, por lo que es probable que, en el mejor de los casos, el saldo migratorio de México con ese país sea cero y las remesas anuales se estabilicen en 22 mil millones de dólares para la República Mexicana y en mil 400 millones de dólares para la entidad poblana.
Desde mediados de los años ochenta los poblanos se integraron a los flujos migratorios laborales hacia EEUU; actualmente Puebla es la quinta entidad que percibe más dólares de los emigrados hacia ese país, sólo superada por México, Jalisco, Guanajuato y Michoacán. De los 62 millones de dólares que cada día llegaron al país como remesas el año pasado, 4 millones de dólares llegaron a Puebla. Las entidades que más han crecido en recepción de remesas y flujos migratorios son las de la región denominada Centro: Distrito Federal, Guerrero, Hidalgo, México, Morelos, Oaxaca, Querétaro y Tlaxcala, quienes a partir de 2005 reciben más dólares que la región Tradicional: Aguascalientes, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí y Zacatecas. La región Centro, de flujos migratorios más recientes y redes sociales menos consolidadas que las de la región Tradicional, es más sensible a la contracción económica en EEUU: en el año 2008 y 2012, las remesas en la región Centro cayeron en -4.6 y -5.1 por ciento respecto al año anterior; en la Región Tradicional las variaciones respectivas fueron de -1.3 y 0.6 por ciento y para la República Mexicana, de -3.6 y -1.3 por ciento respectivamente.
El año 2006 fue el de máximo crecimiento de las remesas provenientes de EEUU, a partir de ese año las tasas fueron decrecientes o negativas hasta 2010, con recaída en 2012. El comportamiento de las remesas en Puebla es similar al del país, aunque el decremento en las remesas fue mayor en nuestra entidad en 2012. Un tercio de las remesas recibidas en Puebla se concentran en el área conurbada de la ciudad de Puebla, el resto se distribuye en 200 municipios, en muchos de ellos, es la fuente principal de ingresos. En los 19 años de vigencia del Tratado de Libre Comercio, el país ha recibido 272 mil millones de dólares y ha perdido 5.4 millones de connacionales, el costo de formar ese número de inmigrantes es más alto que las remesas recibidas, las cuales no exceden a la décima parte de los salarios devengados en EEUU. Por cada diez personas que radican en territorio mexicano hay uno que naciendo aquí radica en EEUU. Nuestra aportación al crecimiento económico del vecino del norte y a la consecución de ganancias extraordinarios a través de una mayor intensidad del trabajo ha sido muy valiosa; aquellos que no tienen una estancia migratoria regular en ese país merecen la regularización.