“Al final,
conservaremos lo que amamos.
Amaremos lo que entendemos.
Entenderemos
lo que nos es enseñado.”
Baba Dioum
Ambientalista y poeta de Senegal
¿Nunca te has preguntado qué pasaría si los conocimientos generados en las ciencias no se divulgaran? Bueno, pues quizá muchos de estos conocimientos, en el peor de los casos, quedarían atrapados en las paredes de un laboratorio, pero si bien les va, serán plasmados en las hojas de una revista en donde el único beneficio es para el propio autor y para el gremio científico en donde se mueve; es por ello que desde los 80 se inició con la ardua tarea de divulgar estos conocimientos científicos hacia un público no especializado.
Existen diferentes medios por los cuales se puede divulgar la ciencia, y muchos de éstos son los medios masivos de comunicación, impresos, radio y televisión.
Debido a los avances tecnológicos parecería que en particular la radio en los últimos años ha disminuido su impacto quedando rezagada dentro de un papel secundario, ya que las nuevas generaciones hoy en día prefieren visualizar la información y no sólo escucharla. Sin embargo, existe una gran parte de la población que aún escucha la radio al mismo tiempo que realiza actividades laborales, domésticas o de recreación; esto permite que sea utilizada aún como una herramienta particularmente generosa para divulgar la ciencia. Al igual que en otros medios de comunicación, para divulgar la ciencia en radio se debe planificar la forma en que será procesada la información; ésta debe ser clara; es decir, que los términos utilizados no confundan, que sean comunes, simples, ordenados y sobre todo, que se den a conocer de una forma amena, divertida y que agrade al público y lo cautive.
Como el lector sabe o quizás no; si es así, este sea el medio por el cual se entere. Tras las Huellas de la Naturaleza (nombre de esta columna) también es un programa radiofónico de corte infantil, que desde sus inicios en el otoño de 2007 nació con un solo objetivo: divulgar la ciencia en radio y en especial las ciencias biológicas. Debido a esto decidimos hacerlo de una forma divertida y fuera de lo común, ya que el programa se desarrolla a través de personajes, que si bien son ficticios, tenían que representar a la flora como a la fauna de nuestro país, por lo que hasta el momento cuenta con aproximadamente 82 personajes que van desde una pequeña bacteria hasta los grandes mamíferos como las ballenas; claro, sin dejar en a un lado a la vegetación, la cual ha sido bien representada, esto con el fin de hacer que el público radioescucha haga suyo y se identifique tanto con los personajes como con lo que cada uno representa. Lo que bien puede ser simplemente la interacción entre distintas edades; Tizoc, el ajolote, quien simboliza a un niño, y Hela, la Heloderma, una lagartija que representa a un adulto, o bien, Mario, la Iguana, quien con mucha energía ejemplifica a un joven. Con un poco de suerte encontraremos caracterizados personajes que nos podemos encontrar de manera cotidiana deambulando por las calles de nuestra comunidad o mejor aún, antagonistas que ponen al descubierto lo que la sociedad ha llegado a ser o lo que puede llagar a ser, de tal forma que cada personaje también representa una gran gama de posibilidades, como lo puede ser, nuestra forma de actuar en la naturaleza ya sea de manera positiva o negativa y nuestra dependencia hacia ella, dando la oportunidad al radioescucha de vivir una experiencia a través de un personaje fabuloso, lo que le permitirá involucrarse con la información, conceptualizarla y, reforzar los conocimientos previos o con suerte los adquiridos durante una emisión, todo esto para contribuir a la toma de decisiones en torno al aprovechamiento, uso y manejo de los recursos naturales, sociales y culturales.
Este programa al igual que muchos otros, pretende contribuir a la divulgación de los conocimientos científicos, siendo una opción más, para aquellos que buscan conocer los avances que la ciencia tiene día a día.
FB Tras las huellas