La nube: la cuarta ola de la computación

Figura 1. Las cuatro olas de la computación. IEEE Cloud computing initiative.
http://http://cloudcomputing.ieee.org/

La primera ola de la computación se dio desde que estuvieron disponibles las primeras computadoras comerciales del tipo mainframe en 1950, y durante el desarrollo de las midicomputadoras, minicomputadoras y estaciones de trabajo. La segunda gran ola de la computación viene en la década de los 80, con la llegada de las computadoras personales, cuando las redes de computadoras se hicieron masivas gracias a su bajo costo y sus sistemas operativos, los cuales eran más fáciles de manejar, así como sus lenguajes de programación; en esa época se popularizó la llamada “arquitectura cliente-servidor”, en la que varias computadoras personales o estaciones de trabajo se conectaban a servidores, gracias a los módems, inventados a finales de los 70 para usar las líneas telefónicas, para consultar correos o bajar archivos, de modo que se mejoraba el rendimiento de los equipos concentrando la información en servidores específicos para compartir información, evitando así realizar copias que involucraran movimientosde archivos de un lugar a otro. Los servidores más populares eran los de correo electrónico y los del tipo de transferencias de archivos.

En 1990 se popularizan los servidores web, más tarde los exploradores o browsers como explorer o chrome, que facilitan mucho la navegación en internet, la cual tuvo un crecimiento exponencial hasta el punto que desaparece Arpanet y las redes que lo constituían se desintegran, quedando formalmente el internet comercial que conocemos e inaugurando la tercera ola de la computación; para 1995 todo el mundo deseaba estar conectado a internet; la gente compraba una computadora y compraba el software, el cual venía en discos y empaquetado en una caja. Por su parte las empresas tenían departamentos de informática o computación, compraban grandes cantidades de computadoras, software, garantías, servicio y soporte técnico; a esta se le llamó la tercera era de la informática. Internet había experimentado un gran crecimiento, había servidores por todas partes pero mucho del equipo se desperdiciaba, se desperdiciaba memoria de trabajo o RAM, procesador, disco duro, incluso servidores; es entonces cuando la “virtualización” de la memoria, procesadores y discos madura hasta la “virtualizacion de servidores”, de modo que se redujeron enormemente los tiempos muertos que tenían los recursos de las computadoras y se elevaba la eficiencia en la transferencia de la información y en la energética. Con la virtualización de servidores varias aplicaciones de software podrían emplear físicamente un mismo servidor o distintos servidores haciendo la ejecución de las aplicaciones web mucho más rápidas y eficientes, por lo que para 1999 se presenta un crecimiento dramático en el uso de servidores virtuales dentro de internet. La siguiente gran ola de la computación, la cuarta, se da como una consecuencia lógica de la virtualización a gran escala, pero sobre todo por una tendencia mundial en la que todo ya se terciarizaba; en inglés lo conocemos como “outsourcing”: las empresas contratan de manera externa los servicios de limpieza, servicios de comida, servicios profesionales, internet, nómina, mantenimiento, autos, casas, bodegas, etcétera, todo como un servicio. Así las empresas de diferentes rubros que durante la década anterior habían creado nuevos departamentos y posiciones para telecomunicaciones y computación, para la primera de cada de 2000 se transformaron y al modernizarse terciarizaron en gran medida estos servicios. Alrededor de 2002 es cuando la tendencia mundial de terciarizar todo alcanza a la computación, llevando a la computación como un servicio, en todos sus rubros para maximizar el uso de servidores y con ello se popularizan los grandes centros de datos, verdaderos búnkers diseñados para albergar miles de servidores con “toda” la seguridad, para soportar de manera natural la computación en la nube; por ejemplo, Google cuenta con 13 centros de datos repartidos en América, Europa y Asia. El Instituto Nacional de Normalización y Tecnología de EEUU (NIST) define computación en la nube como “un modelo de las tecnologías de la información que permite proveer servicios de computación bajo demanda y a bajo costo”; con la computación en la nube tanto el tradicional software como el hardware se venden como un servicio, hablamos del “outsourcing” aplicado a la computación, de modo que ya no es necesario comprar una licencia de software, basta con conectarse a internet, usar software y pagar sólo por el tiempo que se use. Por ejemplo, Google, así como otras compañías, provee el correo electrónico y varias aplicaciones de software como calendario, hojas de cálculo, traductores desde la nube, son aplicaciones que se corren en los servidores que no necesitan instalarse en la computadora del usuario. Existen básicamente tres modelos de computación en la nube, cuando el software se ofrece como un servicio, le llamamos software como un servicio, abreviado como “SaaS”; cuando un proveedor de la nube ofrece sistemas operativos y lenguajes de programación que no necesitan instalarse en las computadoras del usuario se está ofreciendo a las plataformas como un servicio, abreviado como “PaaS”, y si el proveedor de la nube ofrece servidores, conmutadores o enrutadores estaría ofreciendo la infraestructura como un servicio, abreviado como “IaaS”, la cual es muy atractiva para empresas públicas y privadas debido a la acelerada obsolescencia de los equipos electrónicos y las grandes inversiones que se deben hacer constantemente, además de la alta cantidad de residuos electrónicos que ello conlleva conocido como “e-waste”.

En el año 2009 la computación en la nube da un salto histórico. Muchas compañías públicas y privadas usan la nube en alguna de sus tres modalidades, ya sea usando nubes públicas o nubes privadas o híbridas. Ya en la actualidad varias instituciones y gobiernos usan alguna de las tres modalidades, incluso en México algunas universidades usan sus sistemas de correo con Google; por su parte, desde inicios de 2013 el gobierno de México tiene claramente en plan contar con su propia nube privada, y para el caso de la modernización de CFE también se contempla una reestructuración mediante la migración de sus centros de datos hacia una nube privada. La nube permite que las instituciones de educación en todos los niveles y centros de investigación dejen de hacer grandes inversiones en equipos que pronto se hacen obsoletos, haciendo uso de software, plataformas o la infraestructura en su caso. El gran inhibidor al crecimiento acelerado de la computación en la nube es la seguridad cibernética, todo un tema aparte.

Más información

José Ignacio Castillo Velázquez, 2013 “Cloud Computing: una vista estratégica”, Campus Party México. www.youtube.com/watch?v=p2qDNWvlo3Y

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