Los asteroides no son mi problema, comandante

“Los asteroides no son mi problema, comandante”, dice Darth Vader cuando la nave imperial se mete en una zona de asteroides persiguiendo al famoso Halcón Milenario. Hay muchos puntos a discutir en la escena, como la densidad de asteroides, su tamaño o la existencia de esa especie de gusano gigante, dentro del cual los héroes de la película se esconden, pero que mejor dejaremos para otra ocasión.

En su recorrido alrededor del Sol nuestro planeta pasa por un enjambre de asteroides con tamaños que van desde el de un guijarro hasta varios kilómetros. Estas piedras son remanentes de la formación del Sistema Solar. No se trata de los asteroides en el cinturón entre el planeta Marte y Júpiter, éstos tienen órbitas más cercanas al Sol, algunas de las cuales se aproximan a la órbita de la Tierra.

· Órbitas de asteroides potencialmente peligrosos , imagen tomada de http://apod.nasa.gov/apod/image/1308/phas_jpl_3254.jpg

· Órbitas de asteroides potencialmente peligrosos , imagen tomada de http://apod.nasa.gov/apod/image/1308/phas_jpl_3254.jpg

Existen otras películas donde las colisiones son las protagonistas, como Deep Impact, en la que un asteroide tiene una órbita que coincide con la de la Tierra, es decir, que nos va a “impactar de manera profunda”. Hay teorías que involucran grandes colisiones, como la “teoría del impacto gigante” que plantea el origen de la Luna como resultado del impacto de un planeta del tamaño de Marte con la Tierra; otra teoría, propuesta por Luis y Walter Alvarez, también involucra un gran impacto, de un asteroide, que terminó con los dinosaurios hace 65 millones de años, y que dejó como evidencia al famoso cráter de Chicxulub, en Yucatán.

Uno evento más reciente sucedió en 1908, en Tunguska, en la región de Siberia. Un asteroide rocoso, de unos 40 metros de diámetro, ingresó a la atmósfera de la Tierra y explotó, afortunadamente en una zona despoblada y aislada. El cálculo más reciente indica que la energía de la explosión fue equivalente a una bomba de tres a cinco megatones.

Se estima que cerca de un millón de los llamados Objetos Cercanos a la Tierra (NEOs, Near Earth Objects) tienen dimensiones similares o mayores al de Tunguska, unas 300 veces más poderosos que la bomba lanzada en Hiroshima. Es obvio estimar lo que sucedería si un impacto así ocurriese en zonas densamente pobladas, millones de personas morirían sin aviso.

Estos eventos no suceden solo en la Tierra, desde luego, hay evidencia de la existencia de colisiones cósmicas en el resto del Sistema Solar, como la registrada por cientos de telescopios terrestres cuando el Cometa Shoemaker-Levy impactó a Júpiter en 1994.

Cómo resultado de estas observaciones y las evidencias en la Tierra se han desarrollado diversos estudios sobre las consecuencias de estos impactos en nuestro planeta. No son pocos, desde aquella colisión que generó la Luna, millones de asteroides han caído en la Tierra, de todos los tamaños y con diversas frecuencias.

Existe un proyecto denominado Spaceguard que ha identificado y mapeado casi 95 por ciento de los NEOs mayores a 1 km, sin embargo, es posible que existan más de un millón de NEOs más pequeños, pero todavía peligrosos, y que no son fácilmente detectados debido a las limitaciones de los telescopios ópticos en la Tierra.

Existen actualmente varios programas de monitoreo de asteroides: ASA WISE o NEOWISE, un telescopio espacial que observa en el infrarrojo; El Catalina Sky Survey (CSS) de la Universidad de Arizona que utiliza varios telescopios cerca de Tucson, Arizona; el Siding Spring Survey (SSS) en Australia que utiliza un telescopio de 50 cm; el Panoramic Survey Telescope and Rapid Response System (Pan-STARRS), que consiste de cuatro telescopios de 1.8 metros de diámetro; el Goldstone Observatory (Goldstone Deep Space Communications Complex) un radar localizado en Goldstone, California; y el radio telescopio del Observatorio de Arecibo en Puerto Rico. La Agencia Espacial Canadiense lanzó en febrero de 2013 el NEOSSat dedicado a detectar y seguir asteroides y satélites.

Estos programas son importantes, ya que, de acuerdo con los especialistas, continuar orbitando alrededor del Sol sin saber de los asteroides potencialmente peligrosos, es como jugar ruleta, pero apostando familia, casa y futuro.

Es importante descubrir y monitorear estos asteroides, por esta razón es que hace unos días se lanzó la “Declaración 100x” que solicita descubrir y rastrear 100 mil asteroides por año durante los siguientes 10 años. Estos programas no sólo servirán para protegernos sino también para mejorar el conocimiento de nuestro Sistema Solar.

 

La Declaración 100x

La Declaración 100x, firmada por astronautas, científicos, premios Nobel, tecnólogos y artistas, entre ellos un mexicano, el Dr. Sergio Camacho, Secretario General del CRECTEALC (Centro Regional de Enseñanza de Ciencia y Tecnología del Espacio para América Latina y el Caribe) que tiene sede en el INAOE, establece lo siguiente:

Como científicos y ciudadanos, nos esforzamos por resolver los mayores desafíos de la humanidad para proteger a nuestras familias y la calidad de vida en la Tierra en el futuro.

Los asteroides impactan la Tierra: este tipo de eventos, sin intervención, causarán un gran daño a nuestras sociedades, comunidades y familias en todo el mundo. A diferencia de otros desastres naturales, sabemos cómo prevenir impactos de asteroides.

Hay un millón de asteroides de nuestro sistema solar que tienen el potencial para golpear la Tierra y destruir una ciudad, sin embargo, hemos descubierto menos de 10 mil, apenas el uno por ciento, de ellos. Tenemos la tecnología para cambiar esta situación.

Por lo tanto, nosotros, los abajo firmantes, llamamos para las siguientes acciones:

  1. Emplear la tecnología disponible para detectar y rastrear asteroides cercanos a la Tierra, que amenazan a las población humana, a través de gobiernos y organizaciones privadas y filantrópicas.
  2. Una rápida aceleración (unas 100 veces, 100x) en el descubrimiento y seguimiento de asteroides cercanos a la Tierra hasta alcanzar unos 100 mil por año, en los próximos 10 años.
  3. La adopción global del Día del Asteroide, elevando una mayor conciencia del peligro de los asteroides y elevando nuestros esfuerzos para prevenir los impactos, el 30 de junio de 2015.

Declaro que comparto las preocupaciones de esta estimada comunidad de astronautas, científicos, empresarios, artistas y ciudadanos interesados para crear conciencia sobre la protección y la conservación de la vida en nuestro planeta mediante la prevención de futuros impactos de asteroides.

 

El Día del Asteroide

El Día del Asteroide es un movimiento de concientización global en el que gente del todo el mundo se une para aprender sobre los asteroides y lo que se puede hacer para proteger nuestro planeta, familia, comunidad y generaciones futuras. El Día del Asteroide se llevará a cabo en el aniversario del evento de Tunguska de 1908, el mayor impacto que ha sufrido la Tierra en la historia reciente. Es posible unirse a este movimiento en:

 

http://www.asteroidday.org/join-us/

 

Para apoyar este movimiento se organizarán, en todo el mundo, eventos grandes y pequeños durante este Día del Asteroide, desde conciertos hasta conferencias y otros programas educativos. En el INAOE, a través del CRECTEALC, ya estamos planeando algunas actividades para mostrar que, contrario a lo que dijo Darth Vader, los asteroides sí son nuestro problema.

 

 

Más información

http://www.asteroidday.org/

 

http://www.crectealc.org/

 

http://www.inaoep.mx/

 

[email protected]