La Universidad Autónoma de Puebla (UAP) duplicó su oferta educativa de educación superior en los tres últimos lustros. No obstante ese notable esfuerzo, sólo pudo aceptar a 31 por ciento de los aspirantes en el ciclo escolar 2015-2016 que presentaron el primer examen para ingresar a esa institución, cuando en el ciclo escolar 2000-2001 dio cabida a 45 de cada 100 aspirantes.
En la UAP se matriculó 77 por ciento de los alumnos de educación superior de la entidad de Puebla en el ciclo escolar 1990-1991; un decenio después concentró 33 por ciento del total de la entidad, y en el ciclo 2013-2014 solo atendió 29 por ciento de la matrícula. Durante esos años la oferta de programas de licenciatura de la UAP se duplicó, sus posgrados se diversificaron y fueron certificados de excelencia, se abrieron 13 campus fuera del municipio de Puebla, y las modalidades de enseñanza incorporaron Educación a Distancia y Semiescolarizada; esas acciones no fueron suficientes para atender una demanda de servicios de educación superior que creció a una tasa media anual de 6.8 por ciento entre 2000 y 2015 contra una oferta que creció a 4.6 por ciento anual.
En los años noventa el Estado privilegió la enseñanza particular sobre la pública y de ésta los apoyos fueron para opciones técnicas de financiamiento estatal; actualmente 31 por ciento de la matrícula de nivel superior del país se imparte en instituciones privadas, 37 por ciento en instituciones autónomas, 19 por ciento son de financiamiento estatal y 13 por ciento de sostenimiento federal. En Puebla, las instituciones privadas concentran 44 por ciento de la matrícula; la UAP, 29 por ciento y las instituciones de financiamiento estatal y federal atienden 37 por ciento de los alumnos inscritos en programas de educación superior (profesional asociado, técnico superior universitario, normal, licenciatura y posgrado). La cobertura nacional de educación superior (en todas sus modalidades de enseñanza) se estima en 34 por ciento para el año 2014, tal porcentaje se logró con un aumento de la matrícula de 168 por ciento en el último cuarto de siglo: las instituciones autónomas crecieron 98 por ciento, las estatales en 241 por ciento y las instituciones particulares en 342 por ciento. En Puebla, en esos 25 años la UAP decreció en su matrícula, las federales crecieron en 137 por ciento y las particulares aumentaron en 372 por ciento. A pesar de la exclusión gubernamental, las instituciones autónomas no sólo han crecido, sino que han consolidado su oferta y mejorado los indicadores de excelencia académica.
En los últimos 15 años la UAP ha aumentado su matrícula por arriba de la media en 2001 y 2007 (años de elección de presidente municipal); en 2005, y en 2015, que lo hizo en 14 por ciento con relación al ciclo del año 2014. El incremento de matrícula no deterioró el promedio del examen de ingreso a la institución, que fue de 724 puntos en escala del 0 al 1000; ese no es el mejor promedio de la UAP, pero sí el mejor de los últimos ocho años. Entre 2000 y 2015 la oferta de programas de licenciatura en la UAP aumentaron en 8 mil 250 plazas; los crecimientos más altos se registraron en las Áreas de Ciencias Sociales y Administrativas (Contaduría, Administración, Derecho), Ciencias de la Salud (Medicina, Estomatología y Enfermería), y Educación y Humanidades (Psicología, Inglés, Cultura Física).
En la promoción de nuevo ingreso a la licenciatura de la UAP ciclo escolar 2015-2016 no fueron aceptados 15 mil 746 aspirantes que acreditaron el segundo examen de selección, no había plazas disponibles. Para los mejores 2 mil 139 mejores puntajes de esos alumnos habrá un ingreso especial en enero de 2016 en los 29 programas de mayor demanda. De esta manera el nuevo ingreso a la UAP será similar a su oferta de esta promoción: 17 mil alumnos de nuevo ingreso. Pese a la astringencia financiera y a las dificultades para cubrir sus pasivos laborales, la UAP aumentó significativamente su oferta académica en más programas de licenciatura, en más campus y en modalidades alternas a la enseñanza escolarizada.
