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Limpieza étnica

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En los años 70 la sociedad y economía estadounidense inician un cambio significativo en los procesos de producción y reproducción social de la vida: imponen un patrón de acumulación sustentado en la precarización laboral; propagan la desregulación económica y la apertura comercial; reducen su crecimiento poblacional y hay una mayor participación de las mujeres en actividades remuneradas. Inmigrantes de todo el orbe son requeridos por el mercado de trabajo de Estados Unidos (EEUU) tanto para incorporarse a los sectores secundario y terciario, como a las actividades propias de la reproducción de la vida (quehaceres del hogar, cuidado de infantes y personas mayores). El Producto Interno Bruto de ese país crece a una tasa media anual de 3.1 por ciento entre los años 1970 y 2006: en 1993 el PIB fue el doble respecto al de 1970, y en 2006, fue el triple.

Fuente: Elaboración propia con base en U.S. Department of Homeland Security, Customs and Border Protection (CBP) U.S. Border Patrol (USBP), Immigration and Customs Enforcement (ICE) Homeland Security Investigations (HSI), and the Office of Enforcement and Removal Operations (ERO). Tomado de U.S. Department of Homeland Security. 2015, 2013 Yearbook of Inmigration Statistics. Washington, D.C., DHS
Fuente: Elaboración propia con base en U.S. Department of Homeland Security, Customs and Border Protection (CBP) U.S. Border Patrol (USBP), Immigration and Customs Enforcement (ICE) Homeland Security Investigations (HSI), and the Office of Enforcement and Removal Operations (ERO). Tomado de U.S. Department of Homeland Security. 2015, 2013 Yearbook of Inmigration Statistics. Washington, D.C., DHS.

La intensidad del crecimiento económico de EEUU durante la hegemonía del neoliberalismo requirió de fuerza laboral de otros países debido a las bajas tasas demográficas registradas en el vecino país del norte, y al ahorro que significa no financiar la reproducción de la fuerza de trabajo hasta su edad productiva (15 años); de esta manera, los países con saldo migratorio negativo con EEUU fondean la reproducción del capital en el país de destino. Entre 1970 y 2000 la población nacida en ese país aumentó en 29 por ciento, la población que ahí residía pero que nació en un país diferente aumentó en 219 por ciento; la primera creció a una tasa media anual de 0.86 por ciento, la segunda, a 3.95 por ciento. Los extranjeros que residían en EEUU eran 4.8 por ciento del total de residentes en 1970, y en 2000 eran ya 11.1 por ciento. La intensidad de la demanda laboral de fuerza de trabajo extranjera no fue proporcional a la oferta de visas de trabajo, intencionalmente se promovió el estatus migratorio no documentado de los extranjeros para favorecer su sobreexplotación laboral (salarios menores al mínimos oficial; ausencia de prestaciones y de seguridad social), para intimidar procesos de organización sindical así como la exigencia de derechos civiles, laborales y sociales de los inmigrantes.

En el decenio 1970-1980 el aumento anual neto de extranjeros residentes en EEUU fue de 433 mil; 10 años después fue de 560 mil al año; en 1990-2000, el crecimiento anual neto fue de un millón 145 mil extranjeros y en el primer decenio de este siglo, el crecimiento anual neto fue de 878 mil. Por distintas razones (históricas, culturales, políticas, sociales, geográficas), los mexicanos fueron la primera mayoría de los extranjeros residentes en EEUU: fueron 759 mil 711 en 1970 y 11 millones 132 mil en 2006, aumentaron casi 14 veces en 36 años.

De la misma manera que se incrementaba el stock de extranjeros residiendo en EEUU, aumentó el número de los que vivían sin documentos: fueron 3.5 millones en 1990; 7.9 millones en 2000, y 12.2 millones en 2007 (Pew Hispanic Center). Esa situación irregular de los extranjeros residentes en EEUU le ha permitido al gobierno de ese país hacer una limpieza étnica según las necesidades del proceso de acumulación, y de las derivadas del proceso de legitimación y de seguridad nacional. En la época del macartismo (1950-1954), cuando hubo una intensa cacería de brujas contra todo aquel que pareciera social demócrata o comunista, se aprehendieron anualmente a 750 mil extranjeros residentes en EEUU y se deportaron a 853 mil al año. La xenofobia se exacerbó con los republicanos Richard Nixon y Gerald Ford, quienes deportaron a 459 mil y 837 mil extranjeros al año entre 1970 y 1976; el demócrata Jimmy Carter aprehendió cada año de su gestión a un millón 31 mil de extranjeros y deportó a 908 mil cada año; los republicanos Ronald Reagan y Geoge H. W. Bush aprehendieron cada año de su gestión a un millón y deportaron igual cantidad de migrantes. Con el demócrata Bill Clinton (1993-2000) es cuando cada año se aprehende y deporta a 1.5 millones de extranjeros en cada caso; decrece la intensidad persecutoria con George W. Bush a 1.2 millones de aprehendidos y deportados y con el actual presidente Barack Obama (2009-2013) cada año se ha aprehendido a 740 mil migrantes y deportado a 761 mil. El terrorismo contra los migrantes lo ejercen por igual demócratas y republicanos; la diferencia es de intensidad: entre 1925 y 2013 los presidentes procedentes del partido demócrata han aprehendido cada año a 522 mil inmigrantes y deportado a 529 mil; los presidentes republicanos han aprehendido a 709 mil y expulsado a 685 mil cada año.

Las deportaciones y aprehensiones en EEUU han disminuido; lo relevante es el aumento de las deportaciones sustentadas en una orden de remoción emitida por autoridad competente y la disminución de las deportaciones no sustentadas en órdenes de remoción (retornados). Las deportaciones basadas en órdenes de remoción tienen consecuencias administrativas y judiciales (remociones criminales) o sin presunción de delito (remociones no criminales). Tres de cada cuatro mexicanos deportados se sustentan en órdenes de remoción y la mayoría de ellas tienen consecuencias criminales para el deportado. Otro rasgo distinto de las actuales deportaciones es la instancia ejecutora: al inicio del presente siglo, la mayoría de las deportaciones eran en la frontera México-Estados Unidos y era la Patrulla migratoria quien hacía la detención; en 2013, una de cada tres deportaciones la ejecutan agencias de seguridad que operan en los estados no fronterizos y los detenidos, aprehendidos y deportados son residentes de hace más de un decenio en ese país, trabajan y pagan impuestos y tienen ahí a sus hijos y parejas (Gandini y otros, 2015).

En las últimas cuatro gestiones presidenciales de EEUU han aumentado progresivamente las deportaciones con órdenes de remoción: fueron 35 mil al año con George Bush padre (1989-1992), 109 mil al año con Bill Clinton (1993-2000); 252 mil anuales con George Bush hijo (2001-2008), y 404 mil al año con Barack Obama (2009-2013).

La crisis de 2007 la economía de EEUUU disminuyó la demanda de fuerza de trabajo no calificada, y el endurecimiento de la política migratoria así como el cambio de normatividad migratoria aceleraron el retorno de migrantes mexicanos residentes en ese país, y disminuyeron los flujos con ese destino. En el caso de México, los connacionales que regresan de EEUU son tantos como los que se dirigen hacia ese país, por lo que la población nacida en México residente en EEUU permanece prácticamente sin cambios desde 2007. La deportación de inmigrantes le permite al gobierno que la practica conculcar derechos laborales, de migración y de residencia de los deportados, al mismo tiempo que emite un claro mensaje de cero tolerancia, inclusión y respeto de los derechos humanos de los extranjeros residentes en ese país.

 

 

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Gandini, Luciana, Fernando Lozano-Ascencio y Selene Gaspar Olvera, 2015, El retorno en el nuevo escenario de la migración entre México y Estados Unidos. México, Conapo.

 

U.S. Department of Homeland Security. 2015, 2013 Yearbook of Inmigration Statistics. Washington, D.C., DHS.

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