El posgrado en Ciencias y Tecnologías del Espacio, la rama de investigación más joven en el INAOE, es un programa transversal e interdisciplinario que pretende aprovechar todo el conocimiento de los investigadores de todas las áreas del Instituto; un esfuerzo posible por la consolidación de un centro de investigaciones con 45 años de experiencia, así lo considera el Dr. José Guichard, quien ha sido coordinador docente, director general del INAOE, y es ahora presidente del CRECTEALC.
SyC: ¿Cuándo y cómo llegó al INAOE?
José Guichard (JG): Llegué al INAOE en 1993, cuando el Instituto no era lo que es actualmente. Hice licenciatura, maestría y doctorado en la UNAM y estuve un año trabajando allí, luego el doctor Alfonso Serrano me invitó a trabajar con él. Yo estaba totalmente convencido del proyecto que tenía Alfonso, el Gran Telescopio Milimétrico (GTM), y desde entonces estoy aquí metido, trabajando en lo que me han dicho, dando clases, haciendo investigación, coordinando posgrados, dirigiendo el INAOE. Actualmente estoy metido en el rollo espacial, soy director del Centro Regional de Enseñanza de Ciencia y Tecnología del Espacio para América Latina y el Caribe (CRECTEALC) Campus México, existe además el Campus Brasil que está en el Instituto de Pesquisas Espaciales de Brasil. Es una iniciativa de la ONU para el fomento de las ciencias del espacio en países en desarrollo y hay seis centros de estos en el mundo: India, Nigeria, Marruecos, Jordania, China, México y Brasil.
SyC: Las Ciencias del espacio es el área más joven en el INAOE ¿Cuál fue el inicio de esta rama?
JG: Es muy interesante, a finales de los 90 la ONU decidió que había que fomentar la ciencia y tecnología del espacio, entendida como el espacio hacia dentro, la palabra ciencias espaciales es muy amplia, las astronomía también ¿no? Hablemos de ciencia y tecnología espacial enfocándonos hacia la Tierra y sus alrededores, como sistemas satelitales, de percepción remota, temas de posicionamiento, GPS. La ONU decidió impulsar eso a nivel mundial a través de los Centros de Regionales de Enseñanza de las Ciencias Espaciales.
La historia de las ciencias espaciales en este país ha sido muy accidentada; en el 57, cuando el Sputnik se lanzó, el mundo dijo: “Vámonos a la carrera espacial, vamos a impulsar las ciencias del espacio”; México no fue la excepción; se fundó la Comisión Mexicana del Espacio Exterior y de un plumazo desapareció; luego se fundó el Instituto Mexicano de Comunicaciones, a los pocos años lo cerraron; luego se creo en la UNAM el Programa Universitario de Investigaciones y Desarrollo Espacial; lo cerraron. El espacio hacia adentro en México ha tenido una historia súper accidentada, fue hasta 2010 que se creó la Agencia Espacial Mexicana que, más o menos, tuvo una idea de política del estado.
En 2002, cuando yo estaba en la dirección del INAOE, nos enteramos de que en 1997 se firmó el acuerdo binacional entre México y Brasil para hospedar los dos campus y que en el 98 el Senado lo aprobó y lo metió en un cajón. Si en el papel ya existía oficialmente el campus México, dijimos: ¿por qué no ponemos el campus en el INAOE? Hicimos un acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores, Conacyt y el INAOE para hospedar el campus México del CRECTEALC, y desde 2004 damos diplomados internacionales de percepción remota, sistemas satelitales y sistemas de información geográfica; hemos graduado a más de 100 alumnos de América Latina y el Caribe. Ha habido investigadores del INAOE que se han metido en los proyectos del CRECTEALC; han surgido algunos proyectos, —ya diseñamos y construimos un pequeño nanosatélite: Ulises—, la gente se ha entusiasmado y dijimos: ¿por qué no armamos un posgrado de Ciencias y Tecnologías del Espacio?, y ya tenemos la maestría y el doctorado, este programa es algo transversal e interdisciplinario, utilizando el conocimiento de investigadores de todas las áreas del INAOE; así es como se forma.
SyC: ¿Cuál es el futuro de las Ciencias del Espacio en el INAOE?
JG: Espero que sea promisorio, que podamos consolidarnos como un grupo fuerte, tenemos todo el apoyo de la Dirección General para esto, es un tema estratégico.
Creo que nos irá bien a pesar de la situación del país, siempre hemos tenido el problema de la falta de recursos y el recorte presupuestal —ahorita tuvimos uno muy fuerte—; sin embargo, creo que lo vamos a solventar, estamos acostumbrados a eso.
El punto importante, al menos en todas las áreas, es cómo le hacemos para convencer a los jóvenes de que se dediquen a estas áreas del conocimiento, cómo le hacemos para que crean que la ciencia y la tecnología es la mejor apuesta que pueden tener para un proyecto de vida, cómo le hacemos para tener nuevos astrónomos, ópticos, electrónicos, computólogos y científicos del espacio, ese es el reto. Porque el futuro del país está en las manos de estos chavos. Una carrera científica es una buena apuesta para vivir bien, no se van a hacer millonarios pero se la van a pasar bien, van a aprender mucho y van a tener una vida plena, eso es seguro.
SyC: Como coordinador docente, director, y ahora presidente del CRECTEALC ¿cómo ve el futuro del INAOE?
JG: El INAOE es heredero de una larga tradición científica, heredero del Observatorio Astrofísico Nacional de Tonantzintla fundado en 1942 por un gran hombre del siglo XX que fue Luis Enrique Erro, aquí se hicieron descubrimientos fundamentales para la astronomía usando la legendaria Cámara Schmidt. Luego un gran hombre del siglo XX que fue Guillermo Haro convirtió al observatorio en el INAOE en 1971 y siguieron trabajando, pero el Instituto tuvo una época negra, difícil, en 1992, estaban cerca de cerrarlo. Después, otro gran hombre del siglo que fue Alfonso Serrano; vino y lo convirtió en el imperio que ahora es el Instituto, en uno de los centros Conacyt más reconocidos a nivel nacional y a nivel mundial por sus proyectos importantes y grandísimos.
El INAOE está muy vivo y muy activo. Yo creo que actualmente se ha constituido como uno de los centros Conacyt más importantes para el país. A lo largo de estos años he visto cómo ha cambiado y crecido el Instituto y siento que está en una etapa de consolidación total. Tenemos un buen nivel en investigación, desarrollo tecnológico y en la formación de recursos humanos: tenemos 10 posgrados entre maestrías y doctorados, más de 400 alumnos y 130 investigadores que trabajan activamente.
El INAOE tiene proyectos grandísimos, importantes para la ciencia mexicana, el Gran Telescopio Milimétrico, el Observatorio HAWC, además estamos metidos en proyectos internacionales de óptica, electrónica y cómputo.
SyC: ¿Alguna anécdota que quiera compartir?
JG: Cuando se estaba construyendo el GTM, exploramos varios sitios, todas las cumbres altas del país se exploraron, 150; lo que se requiere para un telescopio milimétrico es que el sitio tenga poca concentración de agua porque las moléculas de vapor de agua absorben la radiación milimétrica; una de las montañas muy prometedoras era la Malinche y ahí pusimos estaciones meteorológicas, detectores y todo eso. La gente de las faldas del volcán son combativas y especiales, dejó de llover y alguien dijo que era por culpa de los científicos del INAOE que con esos aparatos raros estaban quitando la lluvia. Una noche llegaron al campamento, afortunadamente no había gente, y destruyeron la estación meteorológica, todos los sensores, las computadoras se las llevaron, fue algo impactante, lo más chistoso es que al otro día llovió, no teníamos cómo argumentar, había llovido.
Nosotros somos muy fiscalizados por la Secretaría de Hacienda, la de la Función Pública y por el mismo Conacyt. Una vez cuando se estaba construyendo el GTM, ya que se había escogido La Negra, no había camino, entonces ¿cómo trazamos el camino? Pues con un camino de mulas, así lo hacen los rancheros ¿no? Se compraron o se rentaron unas mulas, y las mulas agarraron el camino y subieron, eso se hizo varias veces, en una ocasión que se desbarranca una mula y que se muere. Luego vino una observación muy seria de la Secretaría de la Función de Pública, que dentro de los objetivos del INAOE no estaba comprar una mula y que por lo tanto se devolviera ese dinero porque nuestro motivo era hacer ciencia y tecnología, y ahí nos tienes ocupándonos en justificar la compra de la mula.
Y lo mismo pasó, años después, cuando se estaban acarreando las piezas más importantes y grandes del GTM, había que atravesar un pueblo que se llama Atzitzintla y no había manera de atravesar; era una cosa gigantesca que iba ya armada en un tráiler; entonces se le compró a un ejidatario su cosecha de papas para que atravesara el tráiler por su parcela y obvio le dio en la torre a las papas. Y viene otra observación de la Contraloría: ¿por qué el INAOE compra dos toneladas de papas, si no está dentro de sus funciones comprar papas? Y bueno, tuvimos que justificar que era muy importante comprar esas papas para la alimentación de los estudiantes del comedor… son cosas que van pasando en estos asuntos, ya el GTM se terminó y está completamente listo.