Pajarito pequeñito
de verde tornasolado,
de verde tornasolado,
pajarito pequeñito
ven y dime mi hermanito,
dime como te han llamado,
pajarito pequeñito
de verde tornasolado
Fandanguito volador
/ Diego Astorga, Miguel Guerra, Joaquín Ortiz y Xanai Ortiz
Con sus 10 mil 404 especies, las aves son uno de los grupos más diversos en el planeta. Debido a sus adaptaciones pudieron colonizar todos los ecosistemas, desde el mar hasta las montañas y desde las selvas tropicales hasta los polos, esto también ha permito que sean uno de los grupos más estudiados. En México se tienen registradas hasta el momento mil 400 especies de aves, de las cuales 102 solo viven en nuestro país. Dentro de este grupo se encuentran los colibríes con 57 especies en México, pequeñas aves, que por su colorido plumaje han gozado de gran popularidad entre los humanos a lo largo de la historia.
En la época prehispánica varias culturas asociaban a esta ave con la reproducción y la fertilidad, los mexicas la relacionaban con Huitzilopochtli (colibrí zurdo) el dios de la guerra, mientras que para los mayas se les denominaba de manera genérica como tzunuun, los cuales eran considerados como manifestaciones del sol en la tierra y la encarnación de las almas de los guerreros muertos y de los sacrificados.
Los colibríes pertenecen al grupo de los Apodiformes (del griego a: sin y podos: pies, esto por el tamaño tan pequeño de sus patas). Todas las especies se distinguen por su tamaño pequeño y por su capacidad de vuelo, ya que pueden mantenerse suspendidos en el aire y volar en cualquier dirección, incluso lateralmente o hacia atrás, esto les permite obtener su alimento en cualquier lugar. La forma de sus picos está íntimamente relacionada con lo que comen, la mayoría de las especies se alimentan del néctar de las flores, a través de los años se ha podido registrar que los colibríes se alimentan de al menos mil flores distintas, siendo las salvias, trompetillas, aretillos y colorines sus favoritas, además de alimentarse del néctar, los colibríes ayudan con la polinización de las plantas, algunas otras especies se pueden alimentar de pequeños invertebrados como insectos.
Al llegar a la etapa adulta, comenzará la búsqueda de parejas para la reproducción, una vez llevada a cabo, los colibríes construirán sus nidos en forma de copa, de tamaños muy variables dependiendo de la especie, para esto, utilizan pequeñas ramas y hojas que pegan con telarañas, buscan las ramas más delgadas de los árboles en donde colocan el nido a la orilla de la misma, todo esto para asegurar que los huevos no sean depredados.
Otra característica de los colibríes es que algunas de sus especies pueden viajar grandes distancias, un ejemplo de esto es el zumbador canelo, una especie que viaja desde Alaska y Canadá para pasar el invierno en el centro y sur de México.
Al igual que otras aves, algunas especies de colibríes se encuentran en peligro de extinción, un ejemplo es la Coqueta de Atoyac, especie endémica de México, la cual solamente se distribuye en los bosques templados de la Sierra de Atoyac de Álvarez, en el estado de Guerrero. Debido a las constantes alteraciones de estos bosques, algunos investigadores han centrado sus estudios en este tema y cómo afecta a las poblaciones de colibríes que se encuentran en este lugar.
Entre los esfuerzos para el estudio y conservación de estas y muchas otras especies de animales, se encuentra la creación de laboratorios nacionales del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), los cuales funcionan como sitios de investigación, formación de recursos humanos y prestadores de servicios. En el área de biología encontramos al Laboratorio Nacional de Biodiversidad (Lanabio), el cual es una de las dependencias universitarias más representativas en el estudio de la biodiversidad de México. El objetivo principal de este laboratorio es desarrollar investigación científica sobre el origen, las interacciones, la distribución y la composición actual de la biodiversidad nacional, para fomentar así el aprovechamiento y la conservación de estos recursos. Acciones como esta, así como el trabajo en conjunto con instituciones de gobierno, organizaciones no gubernamentales y otras dependencias, permiten la identificación de áreas prioritarias para la conservación de la biodiversidad, así como la aportación de criterios para la priorización y selección de áreas naturales protegidas, que permiten que especies como la Coqueta de Atoyac sigan existiendo.
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