El atleta de alto rendimiento en la actualidad está acompañado de todo un equipo de profesionales que buscan poner todas las piezas en su lugar para obtener el mejor rendimiento de esa persona.
En el pasado, un atleta que compitiera a los máximos niveles, podía alcanzar ese grado con su talento y calidad para ejecutar acciones en el terreno de juego, porque su capacidad física le permitía marcar una diferencia con el resto de los competidores, acompañado de un sistema de entrenamiento que potencializara esas capacidades.
Conforme el tiempo ha avanzado, esos entrenamientos fueron adquiriendo una mayor sistematización y se fueron cuidando detalles más pequeños en torno a la formación del atleta en todos los sentidos.
Hoy se busca que la formación del atleta sea integral, desde la parte de su desarrollo físico, el mantenimiento de su organismo a través de la nutrición adecuada para tener una dieta diseñada para que desarrolle ciertas capacidades físicas.
También se le diseñan entrenamientos para mejorar su técnica dentro de la disciplina que le permita una ejecución de las acciones más precisa, se desarrollan sus capacidades dentro del campo de acción para que desempeñe su esfuerzo a través de una estrategia y por supuesto pueda estar acompañado de una estabilidad emocional y mental que le permita controlar su entorno y que su toma de decisiones sea la más adecuada en el tiempo y la forma que requiere la especialidad que esté desarrollando.
La vida activa de un atleta de alto rendimiento, en su tope como deportista, es corta, ya que el físico de manera natural va sufriendo un desgaste muy importante, uno de los objetivos hoy a través de la medicina deportiva y sus disciplinas complementarias es alargar ese periodo de actividad en la vida del atleta y evitar la mayor amenaza para un deportista como son las lesiones.
La lesión se define como aquel deterioro físico que limita la actividad del deportista y que afecta el desarrollo de sus actividades normales para el atleta, ya sea recreativo o de alto rendimiento.
El doctor Gerardo Toledo, responsable de los servicios médicos en el Club Puebla, expresó que las lesiones más frecuentes se originan a través de los golpes, de las acciones propias de juego y las lesiones de ligamentos.
“Las lesiones más frecuentes son las contusiones (golpes) en cualquier parte del cuerpo, y lesiones de ligamentos en tobillos y rodillas que son los esguinces, en los músculos son las contracturas musculares y los desgarros que normalmente es en los posteriores de las piernas ya que representan un desbalance muscular con respecto al cuádriceps”.
Por la actividad que realiza un futbolista, por la naturaleza del juego, que hoy se ha vuelto más competitivo en el aspecto físico, donde el deportista que se desarrolla en esta actividad está expuesto al contacto, donde el competir por la posesión del balón se vuelve tan importante, es normal que reciba contusiones.
El juego ha cambiado de una manera radical en cuanto a la preparación de estos atletas, del ritmo pausado de los años setenta donde la calidad individual y técnica del jugador eran suficientes fue evolucionando hacia una preparación física que permitiera competir a un futbolista, menos dotado técnicamente, con uno que fuera superior en ese aspecto.
En otras palabras, para competir con la capacidad técnica, que solamente algunos podían tener por sus habilidades innatas, se priorizó el desarrollo de las capacidades físicas, hasta llegar a tener un atleta que además juega futbol.
Para la prevención de las lesiones dentro del futbol se tienen ciertos aditamentos deportivos que hoy son necesarias como las espinilleras, además de los vendajes que se realizan previo a los encuentros.
Otro factor importante previo a la competencia, para intentar evitar las lesiones en un atleta de esta disciplina son las rutinas de gimnasio, los complementos alimenticios que favorecen el desarrollo muscular, además de un calentamiento previo a la entrada en actividad al mayor nivel, como explica el doctor Toledo.
“Para los esguinces se hacen rutinas de propiocepción de piernas para fortalecer los ligamentos de tobillos y rodillas y para lesiones musculares se hace fortalecimiento de músculos en gimnasio para fortalecer el tejido conectivo muscular, así como estiramientos antes y después del entrenamiento”.
Por la misma actividad es imposible evitar las lesiones, por lo que se ha vuelto una especialidad las actividades que realizan los especialistas sobre el atleta para la pronta recuperación del deportista.
En este caso el kinesiólogo y el fisioterapeuta se han convertido en una parte fundamental para conseguir los procesos de recuperación de una manera más eficiente y pronta, además de buscar a través de estas terapias evitar la recaída en la lesión, además de prevenir otros problemas.
El doctor Toledo expresó que se toman acciones inmediatas tras un acontecimiento de este tipo con un atleta de alto rendimiento, donde la atención pronta puede evitar que se agrave el problema.
“En la rehabilitación la aplicación del hielo inmediatamente de la lesión es lo más recomendable ya que es muy buen antiinflamatorio, se puede usar como crioterapia con hielo local o tinas de hielo metiéndose al hielo de ocho a 10 minutos para ayudar a la recuperación más rápida”.
Después de esta atención inmediata viene una serie de etapas, donde se busca la recuperación muscular en el atleta, que además es una fuente activa en el sentido económico.
“Las compresas de caliente o calor se usan en la fase subaguda para iniciar a relajar la musculatura, en la fase aguda se puede utilizar, pero siempre poner hielo posterior para evitar sangrados”.
Hoy la tecnología también ha desarrollado una serie de herramientas que permiten actuar directamente sobre el punto de lesión, sin que se pueda afectar un grupo muscular diferente y que tome acción específica sobre la zona que se ha dañado, uno de ellos son los ultrasonidos.
“El uso de ultrasonido es un tema muy frecuente, se usan desde la fase aguda y se colocan en el sitio de la lesión y son analgésicas, relajantes y antiinflamatorias, los masajes son parte del tratamiento para relajar zonas musculares, que consisten en estiramientos excéntricos en caso de contracturas musculares para relajar la zona de dolor y romper más rápido los puentes de contractura”.
El atleta de alto rendimiento hoy en día es sometido a una serie de ejercicios a través de especialidades como son la fisioterapia y la kinesiología, donde se busca, en acciones específicas ayudar al proceso de recuperación, sin que sea necesario un proceso quirúrgico en el deportista.
Estas acciones previas a la actividad física de máxima exigencia, así como los procesos de recuperación a través de estas técnicas, buscan evitar los procesos quirúrgicos que si bien dan una corrección inmediata del problema, en los procesos de recuperación postoperatorios son de gran costo en cuanto al tiempo y forma del atleta. Por lo que se han desarrollado estas técnicas para acompañar al atleta de alto rendimiento en su vida deportiva que es de una máxima exigencia en todos los aspectos.