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Remesas por incertidumbre

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México participa con 5 por ciento de la emigración internacional y recibe igual porcentaje de las remesas que circulan en el orbe: no somos el país con mayor cantidad de connacionales fuera, tampoco el que recibe más envíos monetarios del exterior, pero sí somos el que tiene como destino casi único a los Estados Unidos de América (USA), país donde residen 12 millones de mexicanos (98.4 por ciento del total de emigrados internacionales).

El año pasado, 5 por ciento de las familias radicadas en México recibieron 28 mil 771 millones de dólares, que en su mayor parte (95.4 por ciento) procedió de USA. El crecimiento de las remesas en México (6.6 por ciento) duplicó la tasa de crecimiento de las remesas mundiales (3.6 por ciento): la explicación que de este comportamiento, a juicio del Banco de México, se atribuye a factores estructurales: crecimiento de la producción de bienes y servicios y, con ello, de la demanda de empleo de migrantes mexicanos; así como a otro de carácter coyuntural: la depreciación de la moneda nacional (La Jornada, 16/03/18, página 22). Por primera vez, el Banco señala una causal social para explicar el incremento de las remesas: la política xenofóbica y racista del presidente Donald Trump que genera incertidumbre entre los mexicanos residentes en ese país.

Cabe recordar que durante la gestión de Barak Obama (2009-2016) los eventos de aprehensión de mexicanos en USA fueron 3.7 millones (mil 253 al día) en tanto que los eventos de deportación de mexicanos fueron 3.59 millones (mil 229 al día); de éstos últimos, 61 por ciento fueron deportaciones sustentadas en una orden judicial (remoción que tiene implicaciones administrativas y judiciales para el expulsado) y 39 por ciento fueron sin que mediara dicha orden (por lo general deportaciones de facto efectuada por la patrulla fronteriza). Del total de deportaciones de mexicanos sustentadas en órdenes judiciales (remoción), 46 por ciento corresponden a acciones tipificadas como delitos en USA y 54 por ciento son no criminales(U.S. Department of Homeland Security. 2016. Yearbook of Inmigration Statistics. Washington, D.C.:DHS)

p-11Durante la gestión de Donald Trump, la persecución, aprehensión y deportación de inmigrantes se ha agravado y la aprehensión de inmigrantes aumentó 30 por ciento respecto al último año de la gestión de Obama: tres de cuatro de las aprehensiones de inmigrantes (mexicanos o no) realizadas el año pasado correspondieron a cargos criminales (Kristen Bialik, Most immigrants arrested by ICE have prior criminal convictions, a big change from 2009. Pew Hispanic Center, 15/02/18). Es estos momentos es incierta la condición migratoria de 588 mil 859 mexicanos adscritos al DACA: no se sabe si el programa de Acción Diferida para los inmigrantes que llegaron en su infancia a USA se renovará y/o si se regularizará la condición migratoria de esos jóvenes; además de los incorporados al DACA, hay 5 millones de mexicanos que tienen un estatus migratorio no documentado en aquel país.

Trump insiste en su obcecada decisión de construir un muro entre la frontera de México y Estados Unidos y deportar a los indocumentados, situación que genera incertidumbre y trauma psicológico en la población mexicana residente en aquel país. Esta situación es registrada por el Banco de México y ha elaborado un índice de incertidumbre que retoma las detenciones y deportaciones de mexicanos así como la angustia expresada por éstos ante la posibilidad de una deportación, mayores niveles de incertidumbre se corresponde con más envío de remesas. En 2007 los mexicanos en Estados Unidos eran casi los mismos que los que hoy residen allá, cerca de 12 millones, en aquel año enviaron 26 mil 58 millones de dólares a través de 75.6 millones de operaciones, en 2017 enviaron 28 mil 771 millones de dólares a través de 93.4 millones de operaciones: en un decenio, las remesas crecieron 10 por ciento en tanto que las operaciones lo hicieron en 24 por ciento, o son más los mexicanos que envían remesas o la frecuencia con que lo hacen aumentó, en ambos casos, la explicación del incremento de remesas es el trauma psicológico que priva entre los millones de mexicanos residentes en Estados Unidos ante el endurecimiento de la políticas migratorias promovidas por Trump.

Desde la segunda mitad de los años 90 el gobierno de USA modificó drásticamente su política migratoria: cambió la normativa migratoria, aumentó el presupuesto federal para detención del internamiento no documentado y para seguridad interna; se inició la construcción de bardas en la frontera común y se criminalizó la inmigración no documentada. Durante la gestión de Bill Clinton (1993-2000) cada año se aprehendieron un millón 526 mil inmigrantes, con George Bush (2001-2008) el arresto fue de un millón 157 mil inmigrantes y con Barak Obama (2009-2016) fue de 671 mil aprehensiones anuales en promedio; la deportación (remoción y retorno) anual de inmigrantes respectivas fue un millón 536 mil, un millón 291 mil y 658 mil: Barak Obama fue menos agresivo que sus predecesores.

Sin embargo, las deportaciones de inmigrantes sustentadas en órdenes judiciales (criminales o no) sí se incrementaron con Obama, fueron 385 mil al año: cuando con Bush eran 251 mil y con Clinton, 109 mil al año; estas remociones tienen efectos legales contra los deportados e impide su retorno a ese país. Las deportaciones sin orden judicial (retorno) se efectúan en la línea, al cruzar sin documentos la frontera, su cuantía está en función del cruce no documentado de dicha frontera y entre 2008 y 2014 el flujo migratorio no documentado menguó y con ello, la deportación por retorno; en cambio, se intensificó la aprehensión y deportación de inmigrantes que ya estaban residiendo en USA, en especial, de aquellos que han cometido faltas administrativas o criminales.

El flujo migratorio de mexicanos hacia USA es básicamente de carácter laboral: 97 de cada 100 mexicanos tiene 16 años o más, 64 de cada 100 son económicamente activos y 61 de cada 100 está desempeñando una actividad laboral. La crisis económica de 2007-2008 abatió la oferta de empleos para los inmigrantes mexicanos y con ello disminuyó la masa salarial, su recuperación se gestó en 2015 y para 2016, las remesas enviadas a México superaron el nivel histórico de 2007. En 2007, los mexicanos de 16 años o más residentes en USA eran 10.97 millones, los ocupados fueron 7.24 millones, la masa salarial anual fue de 142 mil 574 millones de dólares (md), las remesa anual de 26 mil 59 md y las remesas como proporción del salario fue de 18 por ciento. En 2016, los mexicanos de 16 años o más que allá residían eran 11.58 millones, los ocupados 7.4 millones, la masa salarial de 166 mil 215 md, las remesas de 26 mil 993 md y la proporción de remesas como porcentaje del salario fue de 16 por ciento. Mayores niveles de ocupación, más horas trabajadas y mejor percepción por hora trabajada aumentó la masa salarial. Las remesas pueden aumentar por la recuperación económica, pero también por el riesgo de ser deportado con órdenes de juez, por cambios en los roles familiares de los inmigrados, y por el lugar de residencia de la familia del inmigrado: en 2001 había 788 mil mexicanos menores a 15 años residiendo en USA, en 2016 eran 414 mil, el peligro de cruzar la frontera, las extendidas redadas en las localidades de residencia y el alto costo de la internación asistida pueden haber condicionado la disminución del flujo infantil.

Las remesas son ingreso factorial, salarios devengados por los inmigrantes y su uso es básicamente para reproducción social de la familia del mexicano emigrado; si ésta reside en México, la probabilidad del envío y la frecuencia son más altas. Durante la gestión de Bill Clinton, las remesas como proporción del salario fue de 7.2 por ciento; con Bush hijo, fue de 15.4 por ciento y con Obama, el promedio anual fue de 16.6 por ciento. Si dividimos el total de operaciones a través de las cuales se efectúan las remesas entre la población ocupada en USA, tenemos que con Clinton hubo cuatro operaciones al año por persona ocupada, con Bush eran 8.8 operaciones y con Obama, 10.8 operaciones anuales en promedio. El incremento en el monto de las remesas, además de los factores enunciados, puede estar asociada a transferencias ajenas al salario, como lo pueden ser el narcomenudeo en USA: entre 1994 y 2016, los ocupados en USA crecieron 121 por ciento, la masa salarial a valores nominales lo hizo en 220 por ciento y las remesas en 677 por ciento.

 

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